Acusados de racismo y discriminación, y vilipendiados por redes sociales, radio,diarios y televisión, los ejecutivos de Falabella en Perú debieron ordenar el retiro de un catálogo que integraba la campaña publicitaria de Navidad.
Indignados clientes primero y luego las redes sociales y los medios de comunicación, reaccionaron ante las fotografías de cuatro preciosas niñas rubias que exhibian una línea de muñecas Disney ¿por què? Porque las modelos no podían ser más diferentes a la mayoría de las niñas peruanas.
Wilfredo Ardito, de la organizacón Ciudadanos luchando contrael racismo» señaló que ni en Finlandia aceptarían esto y comentó que mucha gente dice que «ya parece propaganda del Tercer Reich». Lo cierto es que las modelos del catálogo no reflejan para nada la diversidad étnica de Perú.
Al retirar la campaña en medio de la protesta generalizada, la empresa -que en Perú se llama Saga Falabella-emitió un comunicado que en parte dice:»Lamentamos que la formulación de una pieza de nuestra comunicación comercial haya generado malestar por no haber representado adecuadamente la diversidad que sí está presente en las demás piezas de la campaña»
Desde Chile, la casa matriz declaró a los medios peruanos que «la publicidad de Falabella es inclusiva y eso evidencia lo prioritario que es para nosotros la diversidad «. Esta declaración de principios habría que cotejarla ahora con los gruesos y lujosos catélogos que están circulando en Chile y ver si los modelos reflejan los prototipos chilenos o muestran lo que los chilenos quisieran ser.
Para el profesor Teun A. van Dijk, autor del libro «Racismo y discurso en América Latina» y editor de la revista Discurso & Sociedad, «En paises de mayorías o de dominación «blanca» (europea o de descendencia europea), como es el caso en casi todos los países de América Latina, el ideal de belleza es lo blanco, rubio y ojos azules. No se necesita mucha investigación para eso: lo sabe cualquier persona en este continente».
Y agregó que » las consecuencias de la publicidad racista, que excluye o marginaliza modelos no-blancos, es posible por la ‘imagen cognitiva’ que el público tiene sobre la belleza, lo deseable.Contribuye además a las actitudes e ideologías que aceptan la superioridad europea en el mundo»