Carmen Gloria Quintana y Verónica Denegri, madre de Rodrigo Rojas, concurrieron a la Cámara de Diputados para plantear que la Corporación exija al Ejército y las demás instituciones de las Fuerzas Armadas, la entrega de todos los antecedentes respecto de las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en los años de dictadura y que termine la política institucional de silencio. Además, exigieron la renuncia del Comandante en Jefe del Ejército, General Humberto Oviedo, «por no estar a la altura de las exigencias de la ciudadanía».
“Las víctimas estamos cansadas de la verdad a medias y de la justicia en la medida de lo posible. Por la juventud, por las futuras generaciones, esperamos gestos concretos que anuncien el compromiso de nuestros representantes por los Derechos Humanos, la verdad y la justicia”, planteó Carmen Gloria Quintana, luego de reunirse con el Presidente de la Cámara de Diputados, Marco Antonio Núñez.
«La principal demanda es exigir al Ejército que entregue toda la información respecto a la violación a los derechos humanos y termine de encubrir a los criminales o, si no, exijir la renuncia del Comandante en Jefe», enfatizó Quintana.
Al respecto, el titular de la Cámara afirmó que han evaluado con seriedad que la Mesa de la Corporación se entreviste con el Comandante en Jefe del Ejército de Chile, para plantearle la necesidad “de entregar ahora todos los antecedentes que obren en manos del Ejército y de las Fuerzas Armadas, relacionadas a violaciones a los Derechos Humanos, que los tribunales de justicia y los ciudadanos de Chile no hemos conocido”.
El legislador, además, agradeció el testimonio de Carmen Gloria Quintana, y su afán de búsqueda de la justicia y de la verdad, no solo para ella sino para todas las víctimas, y -particularmente- para que Chile sea un país que pueda reconstruirse en la reconciliación, basada en esos valores”.
«Basta de conversaciones con las Fuerzas Armadas y negociaciones, hasta cuándo van a jugar con nosotros. Ustedes tienen que exigirlo, tienen las facultades para hacerlo. Cortémosla con las negociaciones, hasta dónde llega la calidad moral de esta Cámara», dijo a su turno Verónica Denegri, madre de Rodrigo Rojas.
Y agregó que «si no es así, entonces queremos exigir la renuncia del comandante en jefe del Éjercito, General Humberto Oviedo, por no estar a la altura de las exigencias de la ciudadanía».
Al mismo tiempo, la mujer que perdió a su hijo en 1986, insistió en que se siente «orgullosa de seguir luchando por todo un país no por una persona, entonces yo le pido a esta Cámara que tome una acción mucho más directa y fuerte y dejen de jugar con nosotros, que dejen de mirar casos emblemáticos, somos todos víctimas de lo mismo, absolutamente todos», dijo, aludiendo a su molestia por no haber sido invitada a las reuniones que mantuvieron tanto el presidente del Senado, Patricio Walker como la Mandataria Michelle Bachelet con Carmen Gloria Quintana.
«Y es lo mismo que Carmen dice siempre, pero bueno es como el remordimiento porque ven marcas, pero ¿quieren que les muestre mis marcas? No juguemos con las personas, no tratemos de dividir, somos todos parte de una misma causa, pensemos igual o no», subrayó De Negri.
Comisión Bicameral de Derechos Humanos
La Comisión de Derechos Humanos, a su vez, recibió a ambas mujeres, quienes entregaron sus testimonios y peticiones para lograr la verdad completa del denominado Caso Quemados y todas las violaciones a los derechos humanos realizadas en el gobierno militar de Augusto Pinochet, aún no esclarecidos.
En la comisión, Quintana presentó un documento titulado «Demanda de verdad, justicia y reparación de derechos humanos», donde enumeró una serie de demandas para que la comisión discuta, ya que indicó que «es un deber moral que tiene el Estado chileno» de realizarlas.
Además de exigir un pronunciamiento de las Fuerzas Armadas, pidió que se revele la información contenida en el informe Valech, asegurar apoyo social y psicológico especializado a las víctimas, promover la reparación política de las víctimas que fueron objeto de ofensas por parte del Estado y sus instituciones, además de definir una política para degradar y expulsar de las Fuerzas Armadas a los violadores de derechos humanos junto con tipificar las penas contra lo culpables.
También pidió a la comisión, que se amplíen las querellas contra civiles y colaboradores de la dictadura militar, eliminar todos los lugares y condecoraciones que honren o lleven el nombre de violadores de derechos humanos.
Asimismo, entre otros puntos, pidió la creación de una comisión permanente para acreditar los casos de violaciones de DD.HH., derogar la ley de Amnistía «pues es vergonzosa e impresentable» y que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) tenga una posición acorde a los tratados internacionales de los derechos humanos y no se oponga a las reparaciones demandadas por las víctimas.
En esa línea, los diputados respondieron a la solicitud de ambas, y además de estar de acuerdo con sus demandas en general, explicaron que varios de los puntos hoy mencionados, ya fueron aprobados con anterioridad en la comisión, sin embargo en la actualidad «se encuentran entrampados en el Senado».
Es por lo anterior que se comprometieron a conformar una comisión bicameral, e incluso el diputado Hugo Gutiérrez (PC) anunció que se le solicitará al Ejecutivo en coordinación con la Cámara Alta, la creación de una agenda corta respecto a delitos de violación de derechos humanos.
El diputado Raúl Saldívar (PS), presidente de la Comisión de Derechos Humanos, explicó que ellas presentaron una serie de propuestas para que esta instancia «asuma un rol activo en establecer los caminos para acelerar distintos procesos que son indispensables para encontrar una verdadera reconciliación para Chile, justicia y verdad».
Adelantó que se trabajará en conjunto con el Senado una comisión bicameral que permita acelerar el conjunto de iniciativas que han sido aprobadas por la Cámara, «algunas de las cuales se encuentran un tiempo prolongado en el Senado y, por tanto, requieren asumir con más celeridad».
Señaló que de esta manera el objetivo es poner en operación una agenda de trabajo que permita materializar algunas iniciativas que son importantes para la búsqueda de la reconciliación de los chilenos.
Verónica De Negri fue tajante en señalar que ya no es tiempo de conversar, que las víctimas están cansadas, merecen respeto y que las autoridades cumplan su rol y exigir la entrega de los antecedentes.
“Me siento insultada, siento que sigue el elitismo, aun en voces simpatizantes, porque que Rodrigo esté muerto no cuenta”, señaló De Negri quien dijo que ninguno de los tres Poderes del Estado ha cumplido su función.
De Negri criticó, asimismo, «que no se degrade a los militares, que no se cierre Punta Peuco, que no se legisle correctamente, que no se delimite cuáles van a ser los castigos por cada crimen cometido. ¿Cómo es posible que los criminales todavía sigan sueltos, la gran mayoría de ellos, que no los hayan ni siquera tocado?», expresó.
El diputado Tucapel Jiménez (PPD), por su parte, dijo que se deben hacer cambios en las propias instituciones armadas criticando que el Ejército mantenga, por ejemplo, la biblioteca de la Academia de Guerra con el nombre de Pinochet
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