[1]
En Cuadernos de Pasado y Presente 1 (Córdoba: 1974), pp. 56-57.
[2]
En una carta a Joseph Weidemeyer en la cual le pedía libros y artículos sobre la cuestión militar y las guerras le dice que se había propuesto estudiar a fondo el asunto “por la inmensa importancia que le debemos asignar al mismo con vistas a la próxima insurrecciòn de la clase obrera.” Cf. F.E., “Carta Weydemeyer”, 19 de Junio de 1851.
[3] Agradezco a Paula Klachko por haberme llamado la atención sobre este asunto, así como su muy cuidadosa lectura de la primera versión de este trabajo. De esta misma autora recomiendo muy especialmente el libro escrito conjuntamente con Katu Arkonada: Desde abajo, desde arriba. De la resistencia popular al gobierno. Escenarios y horizontes del cambio de época en América Latina (en prensa en Cuba,México y País Vasco)
[4]
Josep Fontana, Por el Bien del Imperio. Una historia del mundo desde 1945 (Barcelona: Pasado & Presente, 2011), p. 25
[5]
Cf.https://www.oxfam.org/en/pressroom/pressreleases/2015-01-19/richest-1-will-own-more-all-rest-2016
[6]
Stefania Vitali, James B. Glattfelder, and Stefano Battiston, “The Network of Global Corporate Control”, PLoS ONE, October 26, 2011,http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0025995. El estudio fue el primero en observar 43.060 sociedades transnacionales y estudiar la tela de araña de la propiedad entre ellas. La investigación creó un “mapa” de 1.318 compañías del núcleo de la economía global. El estudio encontró que 147 corporaciones forman una “súper entidad” dentro de este mapa, controlando un 40 por ciento de la riqueza del planeta.
[7]
Sobre esto ver Tom Engelhardt, “El nuevo orden estadounidense”, en
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=196927
Ver asimismo dos textos clásicos sobre este tema: Peter Dale Scott, The American Deep State: Wall Street, Big Oil and the Attack on U.S. Democracy. (ediciones varias)
Sheldon Wolin, Democracia S.A. La democracia dirigida y el fantasma del totalitarismo invertido (Buenos Aires: Katz Editores, 2009)
También Juan Bosch, El Pentagonismo, sustituto del imperialismo (Santo Domingo: Fundación Juan Bosch, 2015)
[8]
Hemos desarrollado este cálculo en nuestro América Latina en la Geopolítica del Imperialismo (Buenos Aires: Ediciones Luxemburg, 2012).
[9]
Cf. su The race for what is left (New York: Metropolitan Books, 2012)
[10]
Sobre este tema del intervencionismo norteamericano en Nuestra América es insoslayable la referencia a la monumental obra de Gregorio Selser, Cronología de las intervenciones extranjeras en América Latina (México DF: Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades/Universidad Autónoma de la Ciudad de México/Centro Académico de la Memoria de Nuestra América, s/f). Véase asimismo la obra, más reciente, del politólogo e historiador cubano Luis Suárez Salazar, Madre América. Un siglo de violencia y dolor (1898-1998) originalmente publicada en Cuba en 2006 pero de inminente publicación en Colombia con un prólogo de Atilio A. Boron
[11]
Cf. América Latina en la geopolítica del imperialismo, op. Cit.
[12] Ver la nota de Guerra en su blog en Telesur: http://www.telesurtv.net/bloggers/El-presunto-fin-del-ciclo-progresista-20150820-0001.html”)
[13]
Las declaraciones de Santos se encuentran enhttp://www.infobae.com/2013/06/01/1072485-santos-solicitara-el-ingreso-colombia-la-otan
Sobre el siniestro papel de la OTAN ver el completo estudio publicado como libro bajo el título de OTAN: la globalización del terror, de Mahdi Darius Nazemroaya (Managua: PAVSA, 2015) Prólogo de Atilio A. Boron.
[14]
No es un secreto para nadie que las fuerzas armadas colombianas son las únicas en la región que cuenta con una experiencia de combate de varias décadas. Ningún otro ejército de la región cuenta con una un antecedente siquiera remotamente similar.
[15]
Sobre el tema de las bases consultar el fundamental estudio de Telma Luzzani, Territorios vigilados. Como opera la red de bases militares norteamericanas en Sudamérica (Buenos Aires, Debate, 2012)