Piñera miente hasta para jactarse. En respuesta a las críticas por su declaración patrimonial, presentada la semana pasada, señaló: «lo único que les alegraría es que me pegara un tiro”. No vaya tan lejos, señor Piñera, esa épica le queda grande. Basta con que se retire de la política.
Los dichos del ex mandatario se dan en el marco del inicio de la campaña electoral de las primarias del próximo dos de julio, al arribar a Chiloé.
El precandidato UDI, RN y PRI recalcó que las críticas son infundadas:
“Yo he hecho la Declaración de Intereses y Patrimonio más completa y transparente que se haya hecho en la historia de Chile”.
Tanto es así, que involucró menos de un 30% de su patrimonio.
Piñera asumió que sus respuestas no satisfacerán a sus adversiarios y señaló:
“He cumplido no solamente con la letra y el espíritu de la ley, he ido mucho más allá de la ley. Por lo tanto, yo sé que hay algunos que nunca se van a quedar tranquilos y contentos. Lo único que los llenaría de alegría sería que me pegara un tiro en la plaza pública y no les voy a dar ese gusto”.
Piñera, el apostador, simula jugar fuerte, pero se equivoca sistemáticamente.
Primero, para pegarse un tiro, hay que tener atributos de los que carece.
Segundo, alardea en demasía de su importancia.
La verdad es que nadie ha manifestado, nunca, desear que se pegue un tiro.
Basta y sobra con que se aleje de la política.