Por Eduardo Contreras (*).
La vocera de gobierno, doña Cecilia Pérez, reaccionó molesta frente a las fundadas declaraciones de nuestro compañero Daniel Jadue – el destacado Alcalde de Recoleta – en relación a dichos de Sebastián Piñera, ese triste personaje de la política chilena, acerca de las recientes elecciones en Venezuela.
La vocera Pérez, enrostrándole a Jadue y al senador Navarro su respaldo al proceso venezolano comenzó sus dichos señalando: ”tenemos una discrepancia sustancial de lo que es un régimen democrático, de lo que es un Estado de derecho, el respeto de las garantías y libertades de las personas que pueden vivir una democracia y no es lo que está viviendo Venezuela”.
En lo que tiene razón es en que hay una contradicción esencial entre el pensamiento de las personas con vocación democrática y las personas que apoyan al actual gobierno reaccionario.
La Derecha chilena, de la que la vocera forma parte, carece de toda autoridad moral e intelectual para hablar de “Estado de Derecho” o de “respeto a las garantías y libertades”, etc, etc.
Quienes forman la Derecha chilena no son otra cosa que legítimos herederos de Pinochet y su dictadura, pese a lo cual Piñera, otro fiel pinochetista, se permitió el descaro de calificar de dictadura al régimen venezolano y acusó al Presidente Nicolás Maduro de tener “sed y ambición de poder”.
A lo que Jadue respondió con un mensaje al empresario en que le recuerda: “Sr. Sebastián Piñera, Maduro no se ha robado ningún Banco ni se ha escapado de ir a la cárcel por ser protegido de una dictadura ni es multimillonario a costa del endeudamiento de todo un pueblo. Hay que ser muy poco serio para hablar de sed y ambición de poder!”, sostuvo.
Todavía más, el Alcalde Jadue le dedicó un segundo mensaje, donde volvió a reafirmar su posición y dice:
“No me cabe duda que el Presidente de Chile, que aumentó su patrimonio siendo Presidente, y que se volvió a repostular a pesar de haber llevado a su coalición al peor resultado de su historia, es el menos indicado para hablar de ansias y sed de poder”.
A este propósito y por si alguna persona hubiera olvidado el pasado de Piñera, bien vale la pena un breve recordatorio.
Tal y como sostuvo el Alcalde comunista, Piñera registra en su historial el haber sido prófugo de la Justicia, una vez que se le procesara como autor de la descomunal estafa al Banco de Talca que costara la ruina de cientos de pequeños y medianos empresarios de esa región. Cualesquier persona puede encontrar rápidamente en Google las declaraciones de la abogada Mónica Madariaga, ex Ministra de Justicia de Pinochet, en las que relata pormenorizadamente su gestión ante Tribunales – solicitada por José Piñera – para dejar sin efecto la orden de prisión contra el autor del delito.
Pasados los años, la Madariaga mostró arrepentimiento por su actuación, abiertamente ilegal e ilegítima, se disculpó y dejó al descubierto la conducta del que hoy, por segunda vez, es Presidente de Chile. Lo que no habla precisamente bien ni de la memoria ni de la conciencia de un buen sector de nuestros compatriotas.
Pero si alguien todavía duda, puede hurgar en los archivos judiciales y encontrará en la Causa criminal rol N° 99.971- 6 del año 1982, tramitada en el Segundo Juzgado del Crimen de Santiago, la Resolución del Ministro en Visita señor Luis Correa Bulo, de fecha 27 de agosto de 1982 en que ordena la inmediata detención de Miguel Juan Sebastián Piñera Echeñique por ser autor de la Defraudación al Banco de Talca.
Y con fecha 20 de septiembre de ese mismo año encontrará el Parte 2467 de la Policía de Investigaciones, Brigada de Delitos Económicos, en que se relata con detalle la fuga del delincuente, el allanamiento de su domicilio, las declaraciones de su esposa, hoy primera dama de la nación, y demás diligencias efectuadas por la Policía.
La gestión de Mónica Madariaga, ministra de Pinochet, impidió condenar al sujeto y sólo fueron castigados sus cómplices, entre ellos don Carlos Massad, quien más tarde llegaría a altos cargos en tiempos de la llama “Concertación” que bien sabemos con quien se concertó.
La salvada de la cárcel que le obsequió Pinochet, fue respondida con gratitud por don Sebastián años más tarde. En efecto, aunque hoy trate de guardar distancia de la feroz dictadura, no puede olvidarse su furibundo discurso público cuando el dictador estaba preso en Londres. Defendió ardorosamente la total inocencia de Pinochet y acusó al gobierno inglés y a los jueces europeos de “intervención indebida” mientras los fascistas que le escuchaban le aplaudían y lloraban de emoción ante la defensa de Piñera.
https://youtu.be/tBKQ0MFkn8s
Esta triste historia por una parte ayuda a entender el quién es y cómo es el personaje que hoy ocupa La Moneda. Nada falso ha dicho Jadue. La señora Pérez debió haber guardado silencio.
Carecen de todo sustento real sus dichos contra Daniel Jadue en el sentido que “declaraciones con esa agresividad, con esa insolencia, con esa falta de respeto, sólo habla mal de aquel que las emite, en este caso del alcalde comunista. Lamento muchísimos que hayan personajes públicos chilenos que se hayan prestado para este show, las declaraciones del alcalde Jadue son vergonzosas, yo le pido disculpa a los venezolanos que residen en Chile”.
La que debiera pedir disculpas por faltas a la verdad es ella. Como debo suponer que la vocera sabrá leer y buscar antecedentes, le recomendamos encontrar los datos que he referido. De hacerlo deberá arrepentirse, supongo, de sus falsas afirmaciones.
Sobre otros aspectos de su declaración respecto de las recientes elecciones en Venezuela, sólo nos limitamos a sugerirle que vuelva a leer las cifras pertinentes y comprobará el infinito desprecio por la verdad que constituye la base de la campaña del gobierno norteamericano y sus peones del llamado “grupo de Lima”.
Porque en estricto rigor el Presidente Maduro fue elegido con un porcentaje de electores superior al de todas las últimas elecciones del continente, incluída la del propio Piñera. La verdad es que la participación del pueblo venezolano, pese a las amenazas de todo tipo proferidas desde Washington y coreadas en Chile por los mismos partidos que impulsaron el trágico golpe de 1973, ha sido mucho más alta que en el resto de los países de América del Sur y por supuesto que los propios EEUU de Norteamérica.
(*) Abogado
Fuente: El Siglo