Cuando se está colaborando en las tareas de apoyo a la terminación del conflicto armado, siempre hay que estar preparado para imprevistos. Quiero compartirles mis vivencias, más que mi análisis, de haber podido ser parte de este momento tan importante para las colombianos.
En el fin de semana fuimos notificados de la solicitud de escoger un grupo de diez víctimas, de las sesenta que habían asistido a las audiencias con la Mesa de Conversaciones; esa tarea, con la coordinación de Naciones Unidas, la participación de la Conferencia Episcopal y nuestra contribución, se realizó a cabalidad, de una manera objetiva, seria y atendiendo a los principios que han orientado nuestro trabajo.
El día lunes 14 viajamos a La Habana acompañando la delegación de las víctimas, quienes con un gran sentido de patria atendieron el llamado de la Mesa, de viajar a ser testigos del acto de firma de los acuerdos sobre el punto cinco de la agenda, relacionado con las Víctimas.
El Gobierno cubano, con la generosidad que lo ha caracterizado en este invaluable apoyo para la construcción de los acuerdos de terminación del conflicto armado, nos informó que estábamos invitados, el lunes 14 de diciembre a las 6 pm a un concierto de piano, organizado con la participación del pianista cubano más importante del momento, Frank Fernández, en homenaje a las víctimas y al esfuerzo de construcción de la paz.
Este concierto se llevó a cabo en La Habana Vieja en la Iglesia de San Francisco, hoy convertida en una sala de conciertos y con la participación de la delegación del Gobierno colombiano, encabezada por Humberto de la Calle y Sergio Jaramillo y la de las FARC-EP encabezada por Timoleón Jiménez e Iván Márquez y la presencia de la delegación de víctimas.
El pianista cubano nos deleitó con dos avemarías, unos valses clásicos, música andina –entre otros ‘Los ejes de mi carreta’ y ‘Gracias a la vida’- y danza cubana y concluyó con dos piezas colombianas, incluida la reconocida ‘El cucarachero’, luego de los aplausos del público, cerró su concierto interpretando ‘Noches de paz’. Sin duda una extraordinaria ambientación de este virtuoso cubano del piano, a la jornada de presentación y formalización de los Acuerdos sobre Víctimas.
El día 15 de diciembre, en el Salón de Protocolo del Laguito, reservado para recepciones de Estado del Gobierno Cubano, se dio inicio a la ceremonia de firma y protocolización de los acuerdos sobre Víctimas. En una Sala solemne, presidida por las diez Víctimas que fueron invitadas, los embajadores de los países Garantes, Cuba y Noruega, y con la presencia protocolar del Canciller Cubano, se dio inicio al acto con la interpretación por un joven virtuoso violinista cubano del Ave María.
Como invitados estaban delegados de la Comisión de Esclarecimiento Histórico y de las Víctimas, los miembros de la Subcomisión Jurídica y delegados de la oficina de Naciones Unidas en Colombia, de la Conferencia Episcopal Colombiana y del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional de Colombia y del Comité Internacional de la Cruz Roja. Por supuesto estaban también los embajadores de los países acompañantes, Chile y Venezuela y las dos Delegaciones del Gobierno Colombiano y de las FARC-EP.
Inicialmente los embajadores de los países garantes, Cuba y Noruega, dieron lectura al Acuerdo sobre las Víctimas del Conflicto “Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición”, incluyendo la Jurisdicción Especial para la Paz; y Compromiso sobre Derechos Humanos.” De dicho documento quisiéramos destacar lo que consideramos está en el corazón del mismo:
“El Sistema Integral estará compuesto por los siguientes cinco mecanismos y medidas:
• Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición:
Será un órgano temporal y de carácter extra-judicial, que busca conocer la Verdad de lo ocurrido y contribuir al esclarecimiento de las violaciones e infracciones y ofrecer una explicación amplia a toda la sociedad de la complejidad del conflicto; promover el reconocimiento de las víctimas y de las responsabilidades de quienes participaron directa e indirectamente en el conflicto armado; y promover la convivencia en los territorios para garantizar la no repetición.
• Unidad especial para la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado:
Será una unidad especial de alto nivel de carácter humanitario y extrajudicial, cuyo objetivo es dirigir, coordinar y contribuir a la implementación de acciones humanitarias de búsqueda e identificación de todas las personas dadas por desaparecidas en el marco del conflicto que se encuentren con vida, y en los casos de fallecimiento, cuando sea posible, la localización y entrega digna de restos. Las actividades de la Unidad no podrán ni sustituir ni impedir las investigaciones judiciales a que haya lugar en cumplimiento de las obligaciones que tiene el Estado.
• Jurisdicción Especial para la Paz:
El 23 de septiembre anunciamos que habíamos logrado un acuerdo sobre Jurisdicción Especial para la Paz. Hoy damos a conocer a la opinión pública el texto completo de ese acuerdo.
La Jurisdicción Especial para la Paz ejercerá funciones judiciales de manera autónoma y preferente sobre los asuntos de su competencia.
Los objetivos de esta Jurisdicción son satisfacer el derecho de las víctimas a la justicia, ofrecer verdad a la sociedad colombiana, proteger los derechos de las víctimas, contribuir al logro de una paz estable y duradera, adoptar decisiones que otorguen plena seguridad jurídica a quienes participan de manera directa o indirecta en el conflicto armado interno, y deberá hacer énfasis en el fin de la impunidad.
La Jurisdicción estará constituida por una serie de salas de justicia, entre las que se incluye una Sala de Amnistía e Indulto, y un Tribunal para la Paz, para administrar justicia e investigar, esclarecer, perseguir y sancionar las graves violaciones a los derechos humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario.
Todas las actuaciones en el componente de justicia, de conformidad con las reglas aplicables a la Jurisdicción Especial para la Paz, respetarán los derechos fundamentales al debido proceso, defensa, asistencia de abogado, presunción de inocencia, y la independencia e imparcialidad de los magistrados de las Salas y secciones así como de los integrantes de la Unidad de Investigación y Acusación.
Todas las decisiones judiciales sobre las responsabilidades y sanciones de personas serán debidamente motivadas y fundamentadas en pruebas confiables y admisibles ante tribunales de justicia.
La Jurisdicción Especial incluye un capítulo específico sobre los contenidos, alcances y límites de la concesión de amnistías e indultos, indicando entre otros aspectos que “A la finalización de las hostilidades, de acuerdo con el DIH, el Estado colombiano puede otorgar la amnistía “más amplia posible. No serán objeto de amnistía ni indulto ni beneficios equivalentes los delitos de lesa humanidad, el genocidio, los graves crímenes de guerra, entre otros graves crímenes y violaciones a los derechos humanos.
• Medidas de reparación integral para la construcción de la paz:
Se trata de medidas que buscan asegurar la reparación integral de las víctimas, incluyendo los derechos a la restitución, la indemnización, la rehabilitación, la satisfacción y la no repetición; y la reparación colectiva de los territorios, las poblaciones y los colectivos más afectados por el conflicto y más vulnerables, en el marco de la implementación de los demás acuerdos. Con este fin, se fortalecerán los mecanismos existentes, se adoptarán nuevas medidas, y se promoverá el compromiso de todos con la reparación del daño causado.
• Garantías de No Repetición:
Las garantías de no repetición son el resultado, por una parte, de la implementación coordinada de todas las anteriores medidas y mecanismos, así como en general de todos los puntos del Acuerdo Final; y por la otra, de la implementación de medidas de no repetición que se acuerden en el marco del Punto 3 – “Fin del Conflicto”.
Los distintos mecanismos y medidas de verdad, justicia, reparación y no repetición, en tanto parte de un sistema que busca una respuesta integral a las víctimas, no pueden entenderse de manera aislada. Estarán interconectados a través de relaciones de condicionalidad y de incentivos para acceder y mantener cualquier tratamiento especial de justicia, siempre fundados en el reconocimiento de Verdad y responsabilidades. El cumplimiento de estas condicionalidades será verificado por la Jurisdicción Especial para la Paz.”
Posteriormente tuvieron la palabra las Víctimas, quienes procedieron a leer un Comunicado que habían preparado y en el cual debemos destacar lo siguiente, dirigido a las dos Delegaciones: “…nos declaramos veedores atentos del estricto cumplimiento de los acuerdos que se firmen. Aclarando que al momento no conocemos su contenido…Estamos dando la mayor muestra de generosidad, como sobrevivientes de este conflicto, al venir a ofrecer nuestra voluntad de reconciliación. Estamos creyendo en ustedes y queremos que el país crea en el acuerdo de paz. Si ustedes fallan, no lo harán con nosotros, lo harán con la historia de Colombia.”
Finalmente intervinieron los jefes de las dos Delegaciones Humberto de la Calle e Iván Márquez, procediendo cada uno de ellos a dar lectura a un Comunicado preparado para el momento.
Destacando en la intervención de Humberto de la Calle:
“Hoy desde La Habana, los colombianos tenemos una muy buena noticia para el mundo. No es retórica, NO ES RETÓRICA, decir que el anuncio del Acuerdo sobre el reconocimiento de los derechos de las víctimas, pronostica el posible fin del conflicto y el advenimiento de una paz firme. No cualquier paz. Queremos una paz duradera, la cual sólo se consigue situando a las víctimas en el centro, como lo hemos hecho… En cuanto al componente de Justicia, POR PRIMERA VEZ en el mundo, en serio, por primera vez en el mundo, DE COMÚN ACUERDO EN MEDIO DE un CONFLICTO vivo, y por convenio entre las partes se crea UNA JURISDICCIÓN que se basa en el RECONOCIMIENTO de RESPONSABILIDAD. En el RECONOCIMIENTO DE VERDAD. En el Compromiso de REPARACIÓN”.
Y en la de Iván Márquez lo siguiente:
“Explorando el dilatado territorio de lo que han sido los acuerdos de paz en el mundo, encontramos que el actual proceso que se adelanta en La Habana es el único en el que se ha acordado un Sistema Integral que reúne y relaciona todos los elementos que el derecho Internacional señala como derechos inalienables de las víctimas: el derecho a la Verdad, a la Justicia, a la Reparación y a la No repetición.”
Finalmente, tenemos que compartirles a los que amablemente nos leen, que el ambiente vivido en el acto por todos los asistentes, sin excepción, era de emoción, alegría, esperanza y seguridad en que hoy día los colombianos estábamos dando un paso definitivo en la solución del conflicto interno armado.
Tanto los miembros de las dos Delegaciones, como los invitados estamos convencidos que la firma del acuerdo final está muy cerca y que el 2016 será el año de terminación del conflicto armado. Esto nos permite vivir y compartir un fin de año, sin violencia asociada al conflicto armado y con la certeza que estamos cerca de doblar definitivamente esta página de nuestra historia.
(*) Profesor Titular Universidad Nacional, Director Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz
Fuente: Ola Política