El partido del orden, en la Cámara de Diputados, volvió a alinearse detrás de Piñera, y aprobó la extensión del Estado de Catástrofe, es decir, el toque de queda y los militares en la calle, hasta el próximo 30 de junio.
Más que justificación sanitaria, la extensión del Estado de Catástrofe, a pretexto de la pandemia, obedece a la obsesión del partido del orden, por, valga la redundancia, el «orden» público, pretexto utilizado por el gobierno de Piñera, para justificar graves y masivas violaciones de los derechos humanos.
El ministro de Salud, Enrique Paris, justificó la extensión del estado de excepción con el arguento de que es difícil evaluar cómo sería la situación del país sin éste, y que, pese a que el proceso de vacunación avanza con rapidez (4,9 millones a la fecha), para alcanzar la inmunidad de rebaño es preciso tener inoculado al 80% de la población, lo cual no se alcanzaría antes del 30 de junio. Asimismo, que el mayor nivel de contagio alcanzado en las últimas semanas se ha producido por brotes intradomiciliarios (68%), siendo un ejemplo de ello el caso de las fiestas en Zapallar, donde hubo un aumento de casos en un 1000%.
Particularmente canalla fue la intervención del representante de la Secretaría General de la Presidencia, Juan José Ossa, quién advirtió que, de no aprobarse la solicitud presidencial, muchos de los beneficios sociales asociados al estado de excepción se extinguirán, dado que las medidas quedaron “amarradas” a dicha situación.
Igual llama la atención lo abultado de la mayoría: 102 votos a a favor, 42 en contra y 4 abstenciones.
A la derecha en bloque, esta vez el partido del orden tuvo las adiciones de numerosos diputados/as de la concertación, y descolgados de la concertación y bel frente amplio.
Entre ellos, Gabriel Acencio, Manuel Matta, José Miguel Ortiz, Joanna Pérez, Víctor Torres, Mario Venegas, Daniel Verdessi y Matías Walker, de la Democracia Cristiana;
Juan Luis Castro, Fidel Espinoza, Raúl Leiva, Manuel Monsalves, Luis Rocafull, Raúl Saldívar, Juan Santana, Marcelo Schilling y Jaime Tohá, del Partido Socialista; Ricardo Celis, Andrea Parra y Raúl Soto, del Partido Por la Democracia; Marcela Hernado, José Pérez y Alexis Sepúlveda, del Partido Radical.
Entre los descolgados de la concertación votaron la extensión del Estado de Catástrofe, los diputados Pepe Auth, Carlos Abel Jarpa, Pablo Lorenzini, Fernando Meza y René Saffirio,
Entre los descolgados del Frente Amplio, lo hicieron Vlado Mirosevic y Pablo Vidal.
También votó a favor la diputada Alejandra Sepúlveda, de la Federación Regionalista Verde Social.
Es justo puntualizar que, además de los votos en contra del Partido Comunista y del Frente Amplio, también hubo votos de la Concertación, casos de Jenny Álvarez, Maya Fernández, Marcos Ilabaca, Jaime Naranjo, Emilia Nuyado, Gastón Saavedra y Leonardo Soto, dl PS; Cristina Girardi, Tucapel Jiménez, Carolina Marzán, Patricio Rosas, Patricia Rubio, del PPD e Iván Flores, de la DC.
También votaron en contra Esteban Velásquez, de la Federación Regionalista Verde Social, y los independientes Karim Bianchi, Marcelo Díaz y Natalia Castillo.
El estado de excepción constitucional de catástrofe, por calamidad pública, fue dictado originalmente el 18 de marzo de 2020, por un plazo de 90 días, y ha sido extendido en tres oportunidades, por similar periodo, encontrándose vigente hasta el próximo 13 de marzo de 2021.
En ese contexto, la Constitución Política, en su artículo 41, obliga al Primer Mandatario a recabar el acuerdo del Congreso Nacional para el caso de extender la medida de excepción por más de un año, en todo el territorio nacional, hecho que implica continuar restringiendo libertades como la libre circulación y de reunión, en atención a las medidas de alerta sanitaria dispuestas por el brote de coronavirus.
La solicitud del gobierno de Piñera ahora debe pasar al Senado que, en caso de aprobarse, permitirá que el referido estado de excepción constitucional se extienda hasta el 30 junio.
Zarpazo contra pueblo mapuche
No fue la única actuación del partido del orden en los últimos días.
El pasado 4 de marzo, la sala de la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de acuerdo entablado los diputados/as de Renovación Nacional, Sebastián Torrealba, René Manuel García, Jorge Rathgeb, Miguel Mellado, Cristóbal Urruticoechea, Gonzalo Fuenzalida, Diego Paulsen, Francesca Muñoz, Leopoldo Pérez y Leonidas Romero.
En ella, piden al presidente el «uso de las herramientas legales que el ordenamiento jurídico vigente le flanquea (SIC) al Gobierno para hacer frente a grupos organizados que buscan imponer sus demandas mediante el temor, o que utilizan las demandas originarias para ocultar sus actividades criminales». Por tanto, solicitan «la deducción de las acciones penales por delito terrorista en los casos que las circunstancias lo ameriten y la disposición de un Estado de Excepción Constitucional diverso al vigente, que permita a las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad hacer frente al poder de fuego y la sofisticación que muestran los grupos violentistas que siembran el temor en la macrozona sur».
Este proyecto de acuerdo entablado por la derecha, y aprobado con votos de la concertación, léase partido del orden, está en línea con el fatídico proyecto de acuerdo también entablado por la derecha, el 18 de agosto de 1973, que en la práctica solicitó el golpe de Estado que clausuró la democracia por 17 años, también votado por demócrata cristianos y radicales, igual que ahora.
En segundo lugar, este proyecto de acuerdo, como es típico del partido del orden, pone en el centro las consecuencias del problema, y por tanto la represión, en lugar de atender a las causas, cuya responsabilidad radica en su mayor parte, en abusos del Estado contra el pueblo mapuche.
En tercer lugar se hace cargo de la falsificación histórica, en virtud de la cual, la clase propietaria acusa de agresión al pueblo que desposeyó.
Por último, y lo más grave, este proyecto de acuerdo de partido del orden, lo que pide derechamente, bajo el embeleco del estado de derecho y las garantías constitucionales, es la segunda «pacificación» de la Araucanía,
Y si ello no sucede aún, no es por falta de ganas del Gobierno, sino porque no le acompaña la correlación de fuerzas, algo a lo que este deplorable proyecto de acuerdo pretende contribuir.
Vergüenza eterna para sus autores, los que lo votaron, e incluso los que se abstuvieron, permitiendo su aprobación
Entre ellos, los demócrata cristianos Jorge Sabag, Miguel Ángel Calisto y Joanna Pérez, y los francotiradores Pablo Lorenzini, René Saffirio, Pedro Velásquez y Fernando Meza.
En la abstención estuvieron los «socialistas» Jenny Álvarez, Gastón Saavedra, Marcelo Schilling Juan Luis Castro, Manuel Monsalve, Jaime Naranjo, Daniela Cicardini, Leonardo Soto, Luis Rocafull López, Marcos Ilabaca Cerda, e inconcebiblemente, Emilia Nuyado; los demócrata cristianos Gabriel Silber, Iván Flores y Daniel Verdessi; el liberal Alejandro Bernales; los radicales Cosme Mellado, Alexis Sepúlveda, Andrea Parra y Marcela Hernado; Tucapel Jiménez y Rodrigo González, del PPD, y los «independientes» de distintos pelajes, Carlos Abel Jarpa, el inefable Pepe Auth Stewart y Esteban Velásquez, y la descolgada de la UDI, Virginia Troncoso.