Manny Pacquiao se proclamó de nuevo campeón del peso welter, versión Organización Mundial de Boxeo (OMB) al vencer por decisión unánime al estadounidense Timothy Bradley en pelea pactada a 12 asaltos, disputada en el MGM Grand Garden Arena.
En la pelea estelar en la función del «MGM Grand» en Las Vegas (Nevada), Manny Pacquiao, luciendo como en sus mejores momentos, se apuntó calificaciones de 116-110, 116-110 y 116-110 sobre Bradley, en una tercera pelea entre ambos.
Manny Pacquiao se proclamó de nuevo campeón del peso welter, versión Organización Mundial de Boxeo (OMB) al vencer por decisión unánime (116-110, 116-110 y 116-110) al estadounidense Timothy Bradley en pelea pactada a 12 asaltos y disputada en el MGM Grand Garden Arena.
Pacquiao selló con broche de oro su carrera profesional de 21 años en los cuadriláteros. El boxeador filipino, que había prometido una actuación explosiva, cumplió su palabra y destapó algunas fuertes combinaciones que abrumaron por completo a Bradley y le mandaron dos veces a la lona.
Una ronda de apertura cautelosa dio la sensación de estar ante una batalla táctica, con Bradley manteniendo su distancia mientras toreaba al agresivo Pacquiao, quien tiró 33 golpes por 19 de Bradley en ese asalto. Los siguientes rounds siguieron un patrón similar, con Pacquiao buscando el combate y acechando sin descanso a Bradley, desembarcando los golpes más significativos del tramo.
En el séptimo asalto, Pacquiao estiró su ventaja aún más, al anotarse una caída con un gancho de derecha al mentón, que envió a Bradley a la lona. Bradley respondió con valentía en el octavo round, sin embargo, Pacquiao replicó con un gancho de izquierda y mantuvo las riendas del combate.
La respuesta de Pacquiao en el noveno asalto fue enfática, atrayendo a Bradley a una esquina e imprimiéndole un gancho de izquierda que hizo tambalearse al estadounidense. Otro gancho de izquierda envió a Bradley por segunda vez a la lona, consolidando el inminente triunfo de Pacquiao, que terminó más fuerte y tan agresivo que como empezó.
Pacquiao selló con broche de oro su carrera profesional de 21 años en los cuadriláteros. El boxeador filipino, que había prometido una actuación explosiva, cumplió su palabra y destapó algunas fuertes combinaciones que abrumaron por completo a Bradley y le mandaron dos veces a la lona.
Los siguientes rounds siguieron un patrón similar, con Pacquiao buscando el combate y acechando sin descanso a Bradley, desembarcando los golpes más significativos del tramo.
Pacquiao, con la velocidad y poder de puños, que lo han caracterizado a lo largo de su carrera, mandó a la lona a Bradley en dos ocasiones, en los episodios siete y nueve.
El excampeón estadounidense no lució mucho repertorio de castigo ante Pacquiao, que en el noveno asalto ya superaba por mucho a su rival, y cada vez que el filipino veía peligro, sin problemas lo evitaba con fuertes y rápidas combinaciones.
Cuando Bradley trató de hacer una pelea de frente y de presión, recibió el castigo que lo mandó a la lona en el noveno episodio, por lo que decidió mantenerse alejado, tratando de descifrar el boxeo de Pacquiao, pero nunca pudo.
Esta vez, a diferencia de lo que sucedió en la primera, cuando todo el mundo vio ganador a Pacquiao, menos los jueces, los elegidos por la Comisión Atlética de Nevada, Steve Weisfeld de Nueva Jersey, y Dave Moretti y Burt Clements de Nevada, hicieron un trabajo impecable: Reflejaron en sus cartulinas lo que realmente sucedió sobre el cuadrilátero.
Al concluir la pelea quedó la incógnita de si fue la última que protagonizó como boxeador profesional.
Pacquiao se llevó una bolsa de 20 millones de dólares por este triunfo, mientras Bradley recibió aproximadamente la mitad. Pacquiao, de 37 años y ex campeón en ocho divisiones, insistió en que esta pelea -66ª de su carrera- será su última antes de concentrarse en su carrera política en Filipinas, donde competirá por un escaño en el Senado el próximo mes.
El propio Pacquiao, que recibió una bolsa garantizada de siete millones, dijo que le había prometido a su familia que éste sería su último combate, pero todavía tendrían que hablar.
«Mi propuesta es que debo acabar con mi carrera como boxeador y dedicarme por completo a las personas a las que pueda ayudar en mi país», declaró Pacquiao, que dejó su marca en 58-6-2 con 38 triunfos conseguidos por la vía del nocáut.