La necesidad de que se publiquen las 28 páginas censuradas del informe de la Comisión Indagatoria Conjunta del Congreso sobre las Actividades de Inteligencia Antes y Después de los Ataques Terroristas de Septiembre de 2001, sobre el financiamiento de esos ataques, fue el tema de una conferencia de prensa de muy alto nivel en el Capitolio el miércoles 7 de enero. El acto fue auspiciado por los congresistas Walter Jones (Republicano de Carolina del Norte) y Stephen Lynch (Demócrata de Maryland), quienes el día anterior volvieron a introducir en la nueva legislatura su resolución que exige al Presidente Obama que elimine la clasificación de secretas a dichas páginas del informe, las cuales fueron clasificadas originalmente por el entonces Presidente George W. Bush.
Dicha resolución está ya en el Congreso como la H Res 14 (se puede ver en inglés en Congress.gov).
El principal orador en la rueda de prensa fue el ex senador Bob Graham (Demócrata de Florida), quien fue copresidente de la Comisión Indagatoria y durante los últimos 12 años ha luchado por la publicación de dichas páginas censuradas.
Junto a Jones, Lynch y Graham en el podio estuvieron miembros de los familiares de las víctimas del 11-S: Terry Strada, copresidente de la organización Familias y Sobrevivientes del 11-S Unidos por la Justicia Contra el Terrorismo; Sylvia Carver, hermana de una víctima del 11-S en el Pentágono; y Abraham Scott, esposo de una víctima del 11-S en el Pentágono. Todos ellos hablaron de manera enérgica sobre la ya demorada necesidad de una divulgación plena, de la verdad y la justicia para los sobrevivientes y víctimas y para el pueblo estadounidense.
El hecho de que había ocurrido un ataque terrorista significativo en París ese mismo día, aparentemente por extremistas musulmanes, le agregó a la urgencia de las demandas de los participantes, como lo señalaron el representante Jones y el senador Graham.
Consecuencias devastadoras
En su intervención, el senador Graham señaló tres consecuencias devastadoras por la omisión de publicar las 28 páginas: 1) negación de la verdad; 2) negación de la justicia; y 3) un debilitamiento de la seguridad nacional de Estados Unidos. El senador Graham le exigió al Presidente Obama que se ponga a la altura del «criterio de Lincoln», conforme al cual el Presidente Lincoln siempre hizo público todo mensaje enviado al Departamento de Estado durante la Guerra Civil. Después de la guerra, el gobierno de Estados Unidos continúo con ese criterio, e hizo responsable públicamente al gobierno británico por ayudar e instigar a los confederados. A final de cuentas, se le tuvo que pagar por los daños a Estados Unidos por esa perfidia.
El senador Graham explicó: «De nuevo, un ejemplo de la Guerra Civil. Los británicos habían firmado un acuerdo de neutralidad con Estados Unidos de que no se involucrarían en la Guerra Civil. Después se descubrió que, de hecho, sus astilleros habían estado construyendo buques militares para la Confederación. Luego de que terminó la guerra, Estados Unidos no lo olvidó; no se alejó de los efectos negativos de la perfidia británica. Más bien, los persiguió, y finalmente, aseguró un reconocimiento de lo que los británicos habían hecho, y cierta compensación por las consecuencias de sus acciones. Que diferencia entre la manera en que se veía este país como defensor orgulloso de la justicia para sus ciudadanos, y lo que vivimos hoy en día».
Graham concluyó su intervención con las siguientes palabras: «Voy a demostrar hoy, que hay una amenaza a la seguridad nacional debido a la no publicación, y hoy vimos otro capítulo de eso, hoy, en París. Aquí están algunos hechos: Los saudíes saben lo que hicieron. No son personas inconscientes de las consecuencias de las acciones de su gobierno. Segundo, los saudíes saben que ¡nosotros sabemos lo que hicieron! Alguien en el gobierno federal ha leído esas 28 páginas, alguien en el gobierno federal ha leído todos los demás documentos que se han encubierto hasta ahora. Y saudíes saben eso.
«¿Qué pensarían ustedes que sería la posición de los saudíes, si ellos sabían lo que habían hecho, si sabían que Estados Unidos sabía lo que habían hecho, y también observan que Estados Unidos había tomado una posición ya sea de pasividad, o de verdadera hostilidad a permitir que esos hechos se conocieran? ¿Qué haría el gobierno saudí en esa circunstancia, que es precisamente en la que han estado, por más de una década?
«Pues bien, uno, ellos han seguido, quizás han acelerado su apoyo a una de las formas más extremas del Islam, el wahhabismo, por todo el mundo, en particular en el Medio Oriente. Y segundo, ellos han apoyado su fervor religioso, con apoyo financiero y otras formas, de las instituciones que iban a llevar a caso esas formas extremas del Islam. Entre esas instituciones se encuentran mezquitas, madrasas, y fuerzas armadas. Al-Qaeda fue una criatura de Arabia Saudita; los grupos regionales como al-Shabaab han sido en gran medida criaturas de Arabia Saudita; y ahora, el ISIS ¡es la última criatura!
«Si, yo espero y confío que Estados Unidos aplastará al ISIS, pero si pensamos que esa es la definición de victoria, ¡somos demasiado ingenuos! ISIS es una consecuencia, no es la causa. Es consecuencia de la propagación del extremismo, principalmente por Arabia Saudita, y si se le aplasta, habrá otra institución establecida, financiada y apoyada, para llevar a cabo la misma causa.
«Así que, las consecuencias de nuestra pasividad hacia Arabia Saudita, han sido que hemos tolerado esa sucesión de instituciones violentas, extremistas, extremadamente dañinas para la región del Medio Oriente, y una amenaza para el mundo, como lo vimos esta mañana en París.
«Termino diciendo que, este es un asunto muy importante. Puede parecer manido, pero es tan actual como los encabezados de los diarios que leeremos hoy. Es una cuestión que va al meollo del contrato de Estados Unidos con su pueblo, que el pueblo le de al gobierno la credibilidad y el apoyo para gobernar; el gobierno le de al pueblo la información con la cual puedan hacer buenos juicios, con relación a la idoneidad de las acciones del gobierno. Es tan fundamental como la justicia para nuestro pueblo, que ha sufrido tanto, debido a esta malvada unión de extremismo y de un Estado nacional muy poderoso. Y es la seguridad del pueblo de Estados Unidos de América.
«Así que, de nuevo agradezco a los congresistas por su liderazgo. Espero que pronto se les unan por una ola creciente de otros miembros del Congreso que reconozcan la importancia de este asunto. Y entonces, finalmente, que el Presidente de Estados Unidos declare que va a adoptar un criterio como el de Lincoln, de dar toda la información, y confiar en la inteligencia y el juicio y el patriotismo del pueblo estadounidense para decidir cuál debe ser el procedimiento apropiado».
El Senado debe actuar
Todos los oradores exigieron que el Presidente actúe ya, pero el representante Jones apuntó en especial al Senado, e insistió en que los senadores tenían que actuar de inmediato para introducir una resolución similar que acompañe a la que ellos han introducido en la Cámara de Representantes, para exigir la desclasificación. Sus palabras, así como las de Graham y de Strada, resonarán fuerte en el Capitolio los próximos días. Jones dijo lo siguiente:
«Esta resolución que hemos planteado para exhortar al Presidente a que haga lo correcto para el pueblo estadounidense y las familias del 11-S. El hecho de que el senador Graham este aquí, es absolutamente, absolutamente lo que necesitamos para hacer que el Senado se nos una con una resolución similar, en el Senado, y realizar una conferencia de prensa, y pongamos la presión sobre el Presidente.
«Yo no sé por qué, después de que leí estas 28 páginas, por qué hay alguien que esté reacio a publicar las 28 páginas. Steven Lynch y yo -–y tengo una copia de esta carta si la quieren ver antes de salir de aquí— le escribimos al Presidente en abril, pidiéndole que desclasifique la información. Él le ha dicho a las familias en dos ocasiones distintas, yo voy a desclasificar las 28 páginas. ¡Eso ha salido en la prensa!
«Le escribimos una carta en abril, pidiéndole que por favor desclasifique la información. Hasta la fecha, no hemos recibido ninguna respuesta. Hemos llamado a la Casa Blanca muchas veces. Esto es lo que nos han respondido: ‘Estamos preparando una respuesta. Tenemos que dejar que varias agencias vean la respuesta’.
«Ya es hora de que el Senado se una a la Cámara de Representantes y se una a los deseos del pueblo estadounidense, y a los deseos de las familias del 11-S».
Asistieron varios periodistas representantes de diversos medios informativos, con reporteros y camarógrafos de CNN, Fox News, US News and World Report, Newsweek, Daily Beast, the New York Times, ABC, NBC, Huffington Post, National Review, y varios blogs y portales electrónicos relacionados con el 11-S, como 28pages.org y hr428.org.
Fuente: Larouche/PAC