sábado, noviembre 23, 2024
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Venezuela: 6D, la Oposición y sus Mitos

El 6D, otro proceso democrático que involucra a la nación entera, otra batalla que resuelve por vía pacífica la contraposición de intereses y de visiones. Pero para sectores dentro de la oposición, como de costumbre, una matriz de opinión se vuelve realidad: no hubo un proceso democrático, con árbitro y formas legales conocidas por todos.

Más bien fue la imposición por un sector de las FANB que hizo respetar un resultado, que de lo contrario, hubiese sido desconocido por el chavismo (¿con guarimbas como la oposición?) o trampeado, vale decir, que pudiesen violentarse todos los mecanismos de auditoria que los mismos partidos políticos de la oposición tuvieron acceso, tanto ahora como en cada proceso electoral anterior, donde más bien se han ampliado los procedimientos de verificación. ¿Acaso será que recuerdan cómo los votos del PCV eran distribuidos entre adecos y copeyanos en la IV?

Tal matriz soportada en la típica chismorrea de las redes sociales y de opinadores a sueldo, recuerda que los sectores de poder de la derecha venezolana e internacional (dirigentes políticos, empresarios, banqueros y personajes conservadores de influencia económica y política en el mundo), no descansaran para manipular la conciencia de millones de ciudadanos, hacerlos víctima de creer realidades alternas, simplistas e imaginarias, y no entrar a la comprensión de realidades concretas y complejas.

¿Un “Cambio” es un proyecto alternativo?

Habría que reconocer que han existido sectores sociales que desde la votación en el 1998 nunca aprobaron el proyecto bolivariano ni el liderazgo del comandante Chávez, a pesar de que hablen ahora como si alguna vez hubiesen confiado en su propuesta. Un discurso hipócrita que llega al punto de enaltecer la figura de Chávez y así anular el papel del Presidente Maduro.

Son militantes electorales del antichavismo, no importa qué, se prestarán a repetirse cualquier mentira y exagerar cualquier verdad a los fines de desconocer un proceso de cambios políticos y  sociales.

Pero hay otros sectores del pueblo, que ante sus esperanzas puestas en la revolución, y beneficiados de una gestión del gobierno que otorga bienes y servicios jamás comparables con ningún otro período anterior, expresaron su inconformidad con votos castigos o la abstención por debilidades estructurales (incrementadas por una guerra económica cierta pero mal enfrentada) que mantienen a un país más dependiente de lo que se compra y vende que de lo que produce. Una debilidad que ninguna de las cuatro repúblicas anteriores pudo resolver, tampoco cuando éramos capitanía general, en donde más bien España decidió inyectar en nuestra genética social una economía exportadora de materia prima e importadora de lo que consumimos.

Entonces, al haber descontento con lo que la revolución bolivariana ha ofrecido, ¿qué ofrece una tarjeta electoral que no muestra programa político, pero sí tiene una cantidad de partidos, algunos conocidos como responsables del pacto de punto fijo, cuya gestión hizo que la mayoría del pueblo venezolano le diera la oportunidad a Chávez desde 1998 por los siguientes 15 años? Claro, la voluntad de ese pueblo se reafirma cuando identificaron nuevamente los viejos y ahora nuevos partidos como ejecutores del golpe de estado y el sabotaje petrolero de 2002, ideado desde Washington.

Por lo tanto, en la oferta de cambio, ¿hubo algún programa o proyecto que oriente a sus votantes sobre lo que piensan hacer y cómo piensan hacerlo?

6D, la oposición y sus mitos parte II: “Recuperar al país”

Esa frase ha sido posicionada para atacar al proyecto bolivariano por la clase que históricamente arrebata a la nación del control de sus riquezas. ¿Cómo así? Hace poco más de 515 años, imperios y después oligarquías locales han mantenido un saqueo con disfrazas de civilización, modernidad o democracia

¿Hemos sido una nación rica? Bastante, pero ¿cuántos y por cuánto tiempo hemos gozado de ella? Algunos revindican los años de estabilidad social y crecimiento sin libertad política durante Pérez Jiménez; otros recuerdan los años de la llamada “Venezuela Saudi” donde la libertad política era para los que formaban parte del pacto de punto fijo o creían en él. Épocas que tuvieron un principio y un fin. Los 80 no solo trajeron el “viernes negro”, sino también 4 horrendas masacres tristemente célebres (comenzando con la de Cantaura y cerrando con la del caracazo).

Los 90 trajeron el desmontaje del escaso y reducido sistema de bienestar que quedaba, las privatizaciones no demostraron “calidad de vida”. Entonces ¿qué significa recuperar a Venezuela?

Hablemos de petróleo: Desde que las transnacionales llegaron a principios del siglo XX, aquí no hubo progreso para el pueblo pobre, ni se respetaron los derechos al obrero, no se pagaron los impuestos ni las regalías que merecía la nación, corrompieron a gobiernos para sacar el crudo a placer y no importó a los grandes empresarios extranjeros el daño ambiental ni la pérdida del gas en nuestros campos. Y cuando se dio la nacionalización chucuta, PDVSA reafirmó en gerentes venezolanos una empresa que miraba hacia fuera, compró refinerías que no servían a nuestro desarrollo, entregó campos petroleros en condiciones leoninas y al final de siglo PDVSA invirtió en una plataforma tecnológica manejada por una contratista del Departamento de Estado de EEUU, cuyo cuerpo directivo tenía antiguos miembros de la CIA.

¿Quién se benefició del petróleo en el siglo XX? ¿Nuestra Venezuela? ¿Qué podría recuperar la oposición en política petrolera para los venezolanos?

La esperanza sin conciencia

Ante la batalla por conquistar corazones y mentes del pueblo para que se sumen por construir una nueva sociedad o defender lo que queda de la vieja, en este momento ganó la esperanza sin conciencia de la historia, un proyecto ajeno al país, un grupo de dirigentes tanto o más criminales como los que acusan (con o sin razón) dentro del gobierno.

Los votantes esperaban un cambio, por su odio a lo que el chavismo entienden que representa o por su descontento con la situación económica actual en la que no perciben soluciones de parte del gobierno. En general, era un salto “desesperado” al vacío.

¿Qué participación le dan sus dirigentes para el “cambio”? ¿Qué hay de la conducta ética que exige tanto el pueblo chavista y no chavista, pero que en la práctica se deja seducir por lo antiético que es el capitalismo y sus valores? ¿Se resolverán estos dilemas montándose cacerías de brujas desde la Asamblea Nacional y liberando a los políticos presos? ¿Se recuerda a la derecha en el poder el 12-04-2002? ¿Dónde está el referente moral dentro de la oposición? ¿Cuáles serán las formas de organización que el(la) opositor(a) de a pie debe asumir para tener un Venezuela “libre”?

Estamos en una nueva etapa en el país, veamos qué significa el “cambio” y la  promesa de última cola que supuestamente haría el pueblo venezolano con el voto del 6D y la instalación de la nueva Asamblea Nacional.

6D, la oposición y sus mitos parte III: Un fantasma recorre la AN, Parlamento Comunal

“La historia la escriben los pueblos”; una de las últimas frases que expresaba el presidente Allende en 1973 antes de morir en La Moneda, bombardeada por instrucciones de un militar que antes juraba su apego a la democracia. La proclama de los golpistas era liberar a la Patria del yugo marxista.

“Haremos chillar a  la economía chilena”, ordenaba el Presidente Nixon, antes que permitir el éxito de aquella revolución. Así la población sufrió sabotajes, acaparamiento de alimentos, campañas de desinformación, y otras estrategias más. Consumado el golpe, los Chicago Boys viajaron a Chile para aplicar el mejor ensayo de economía de libre mercado, solo posible en dictadura.

Ese militar, Pinochet, tal vez atemorizado en lo profético de la frase de Allende, decidió desde el mismo día del golpe de Estado, perseguir, concentrar, torturar y asesinar a miles de chilenos que, sin haber tenido chance de enfrentar a los golpistas, se habían atrevido a defender un sueño, un fantasma: el socialismo.

Ahora este fantasma que recorre a Latinoamérica desde hace más de 10 años, enfrenta su mayor amenaza. Macri en Argentina inicia su agenda neoliberal sin tapujos ¿Qué hará el pueblo argentino al respecto? Sigamos las noticias.

En Venezuela, diputados de la MUD y grupos de presión a quienes responden (cámaras empresariales) declaran sus demandas como si además del Poder Legislativo, el Estado completo les perteneciera nuevamente. ¿No clamaban por equilibrio de poderes? ¿Cómo ofrecer y dar por cierto lo que depende de otros poderes concretar?

Sus declaraciones prefiguran una especie de agenda neoliberal: reducir el gasto social y la propiedad social de empresas y la tierra, eliminar regulaciones de la ganancia y la estabilidad laboral.

¿Hay consenso en la derecha sobre estos asuntos? ¿En su campaña, qué reforma o eliminación de leyes y políticas ofrecieron? ¿Qué respuesta darán al trabajador que votó por el cambio o la revolución sobre las demandas empresariales contra la LOTTT? ¿Le importa?

Una agenda de la MUD dispuesta a seguir las políticas de Macri y/o asfixiar la gestión de gobierno está condicionada por un marco constitucional, sobre todo por la voluntad de un pueblo, depositario de la soberanía.

El fantasma del parlamento comunal

“Estado comunal: Forma de organización político-social fundada en el Estado democrático y social de derecho y de justicia establecido en la Constitución de la República, en la cual el poder es ejercido directamente por el pueblo, a través de los autogobiernos comunales”

El ejercicio de gobierno en la República reside en el poder ejecutivo, no en la Asamblea (AN). Por lo que el solapamiento y transferencia de competencias coloca al poder constituyente (las comunas) frente al constituido (Ejecutivo).

Una lectura apropiada de leyes de fácil acceso, colocaría en la basura la supuesta anulación de la AN por los parlamentos comunales. Pero la AN puede ser frenada por un pueblo, según lo que pretenda alcanzar, y cómo lo hará.

El descrédito contra los parlamentos comunales pareciera reflejar el temor de la bancada de la MUD, que no solo buscaría asfixiar al ejecutivo, sino que tendría que abrir otro frente de confrontación directo con un pueblo que a mayor organización sería capaz de defender el ejercicio soberano de sus gobiernos comunales como posibilidad más real de socialismo. Interesante ver una disputa por la renta y el poder que involucre más al pueblo en su papel protagónico. ¿Acaso la jugada de la MUD será querer anular leyes del poder popular y/o reformar la constitución? ¿Y después? ¿Quién escribirá la historia?

Fuente: Resumen Latinoamericano
http://www.resumenlatinoamericano.org/2015/12/29/venezuela-6d-la-oposicion-y-sus-mitos-parte-i-un-cambio/

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