El pasado martes 14 de marzo se realizaron en diversas localidades de Chile nuevas manifestaciones contra la industria forestal, sindicada como responsable directa en la devastación en el centro sur de Chile, cuyos impactos se relacionan directamente con la propagación de incendios, plagas descontroladas, crisis hídrica, degradación de suelos, redes de corrupción y saqueo de fondos fiscales para los intereses de los grupos más ricos de Chile.
En este contexto, algunos de los planteamientos exigen que el Estado no financie más a las empresas forestales, que derogue la ley n° 20.326 que cubre las pérdidas de forestación frente a un siniestro climático como los incendios y que liquide definitivamente el decreto de ley 701.
“Exigimos que no se reforeste con pinos y eucaliptos y que se restauren los territorios dañados con bosque nativos”, es parte de los planteamientos que se dan a conocer en desde diversas organizaciones sociales en Concepción que marcharon masivamente.
En Temuco se realizó un mitin en plena Plaza de Armas, con la intervención de representaciones de varios territorios ancestrales provenientes de Temuco, Padre Las Casas, Maquehue, Rukamanke, Nueva Imperial, entre otros, oportunidad donde se dio lectura a una declaración pública que exige el fin del modelo forestal, dada a conocer desde la Red por la defensa de los territorios.
Otras de las localidades donde se realizaron actos públicos a partir de las 18 horas fueron:
Valparaíso en Plaza Victoria; Santiago, Plaza Italia; Rancagua, Plaza los Héroes; Talca, Plaza Cien Fuegos; Constitución, Municipalidad; Chillán, Paseo las Palmas; Arauco, Plaza Central; Curanilahue, Plaza de Armas; Los Angeles, Plaza de Armas; Temuco, Plaza de Armas; Valdivia, Plaza de la República; Osorno, Plaza de Armas; Puerto Montt, Plaza de Armas; Coyhaique, Plaza de Armas; y, Punta Arenas, Plaza de Armas Muñoz Gamero. En Concepción, partió en Tribunales de Justicia con una masiva marcha.
Fuente: Mapuexpress
Manifestación en Temuko ¡No + Plantaciones Forestales!
Para el 14 de marzo se autoconvocó a nivel nacional manifestaciones en contra del modelo forestal, siendo responsable y quienes lo sostienen de los devastadores incendios vividos durante el pasado periodo estival del presente 2017.
Además de la severa escasez hídrica que azota a las comunidades mapuche y sectores rurales que colindan con extensas plantaciones de monocultivo tanto de pino como eucalipto. Sumado a la erosión y desertificación que produce el monocultivo al absorber cada centímetro cubico de agua y destruir por completo el equilibrio que provee el bosque nativo, en cuanto a humedad, agua y diversidad.
Verano a verano los incendios devoran plantaciones forestales afectando dramaticamente a las comunidades aledañas. Conocida es la resina que produce el pino y el eucaliptus resultando ser esta altamente inflamable, sumado a la falta de agua y el calor, los predios se convierten en voraces incendios imposibles de apagar. Dato anexo es el no cumplimiento de los metros exigidos para corta fuegos entre etapas de cultivo.
Estas movilizaciones se enmarcan también en el repudio a la campaña desinformadora que tanto innumerables personas en las redes sociales y medios oficiales replican cada vez que hay incendios, criminalizando al pueblo mapuche como responsable de cada incendio que se produce, desviando la atención para proteger a los empresarios y familias tras las empresas forestales que operan en el territorio.
Ante esto último el llamado es a empatizar con las personas que hoy no tienen agua en sus casas y deben esperar que la municipalidad se las haga llegar a sus casas. Solidarizar con las luchas que se levantan en diferentes territorios en contra de hidroeléctricas y grandes proyectos extractivistas devastadores de las tierras y los ecosistemas. A movilizarse en defensa de la vida y los territorios, contra el modelo forestal y por la derogación del decreto de fomento forestal 701 instaurado por el corrupto Julio Ponce Lerou.
Fuente: Radio Kurruf
Marcha Nacional contra el negocio forestal y el empobrecimiento que impone
Este martes se llevó a cabo la marcha nacional contra del negocio forestal y su huella de incendios, escasez hídrica, pérdida de biodiversidad, erosión y contaminación que ha dejado en toda la zona centro sur del país. La acción se replicó en diversas ciudades, donde sus partícipes denunciaron los desastrosos efectos de la expansión de monocultivos de pinos y eucaliptos, y de la operación de distintas plantas de producción de pulpa de celulosa emplazadas en el territorio nacional.
En Concepción, la marcha convocó a vecinos provenientes de diferentes ciudades y barrios, muchos de los cuales arriesgaron perder sus viviendas en el Gran Incendio Forestal que azotó la provincia. También se pudo ver a jóvenes agrupados en la iniciativa Sólo el Pueblo Ayuda al Pueblo, quienes durante la catástrofe conformaron brigadas de ayuda para la realización de cortafuegos y asistencia de salud.
La pérdida sostenida de fuentes de subsistencia, provocada por la persistencia y desarrollo del negocio forestal en zona centro sur del país se agravó luego de los recientes incendios expandidos en paisajes absolutamente propicios para su ignición, afectados por la sequedad, la uniformidad y la densidad de plantaciones de árboles altamente combustibles.
En este contexto, Florida sufrió la que del 80% de su superficie rural y así, como otras localidades, padeció la calcinación de numerosas viviendas de modestas familias que no sólo perdieron sus casas, sino que los espacios y recursos usados para su subsistencia.
El recrudecimiento de la pobreza en el campo y la ciudad, expresado en áreas como la economía de subsistencia, la alimentación o la pérdida de espacios de reconocimiento y educación ambiental, imponen de manera urgente la necesidad de implementar una política pública destinada a revertir el daño provocado por los incendios y el que se ha acumulado por las sucesivas rotaciones de plantaciones industriales de árboles.
Para ello el territorio debe ser entendido y tratado como un espacio con un ecosistema degradado y frágil, y debido a esto mismo, las prácticas desarrolladas en él deben ser coherentes con criterios de reparación y sustentabilidad. Esto implica que la industria forestal se debe retirar, pues sus métodos convierten en inhabitables los espacios donde, hasta ahora, mal viven las comunidades.
Fuente: Resumen