La administración pasada Codelco realizó estudios a la ligera para el proyecto denominado Nuevo Nivel Mina (NNM) en las cercanías de El Teniente. Hasta hoy nadie responde. No solo eso. Tres años se atrasó la sola posibilidad de recuperar una sola libra de cobre. El gobierno de Piñera contó en 2013 con una auditoría que elevó el riesgo de moderado a alto y la omitió.
Durante la pasada administración de Sebastián Piñera Codelco dio comienzo al proyecto denominado Nuevo Nivel Mina (NNM) en las cercanías de El Teniente, en la VI región. El objetivo que se informó fue «ampliar la división sumando una nueva superficie de 2 millones de metros cuadrados». Conforme a los documentos oficiales emanados de la cuprera, la inversión proyectada era de 2.992 millones de dólares.
Oficio «secreto»
En septiembre pasado Cambio21 denunció que el proyecto tenía un fuerte retraso y que ello había generado que más de US$1.000 millones estuvieran prácticamente perdidos debido a malos estudios de la época. En la oportunidad el diputado Ricardo Rincón (DC) no solo ratificó la denuncia sino que además informó que había oficiado a la entidad estatal para que diera cuenta del retraso y la eventual millonaria pérdida.
Este medio tuvo acceso exclusivo al oficio de respuesta del presidente de Codelco, Nelson Pizarro, dirigida al secretario de la Cámara de Diputados (PE-179-15), en que da respuesta al oficio 10.651 y cuyas principales conclusiones damos a conocer.
Gravísimos antecedentes
La denuncia de Cambio21 y la investigación de Rincón daban cuenta de al menos dos hechos trascendentales. El primero, que el mega proyecto estaba gravemente retrasado producto de un error del gobierno de Sebastián Piñera en la calificación del riesgo estructural en su ejecución.
Lo segundo, que lo invertido a esa fecha (más de US$1.000 millones) resultaba prácticamente tirado a la basura, porque habría existido un equivocado análisis de riesgos en la ejecución del NNM. El «error» hacía irrecuperable lo invertido en mano de obra, inadecuados estudios, infraestructura inservible, maquinarias, costo financiero y alternativo, etcétera, sin contar la pérdida de vidas en la implementación errada de la obra.
Hoy, el oficio que entregamos en exclusiva da cuenta que lo denunciado no solo era efectivo, sino que además quedó chico comparado con la realidad. Ello se desprende de la respuesta del presidente de Codelco, en que reconoce mediante la nota VP-GP-267-2015 adjunta a la carta que solicita sea mantenida en «secreto», que «al momento de emitir esta respuesta el proyecto desarrolla una adecuación técnica (reformulación) y se estima preliminarmente que el inicio de producción, dado su menor avance y desarrollo más lento de obras por las causas explicadas, será en torno al año 2020 con un mayor costo de alrededor de MUS$2.000».
Escandaloso
Es decir, aunque asegura que el proyecto «no está detenido», reconoce de manera expresa que existen 3 años de retraso, pues originalmente cifraba en 2017 el inicio de la producción y en US$2.992 millones la inversión total, hoy aumentada en otros 2.000 millones de dólares más producto de malos estudios de la administración Piñera y la ejecución ineficiente del mega proyecto.
Más grave aún, lo que Codelco reconoce como «retraso», el diputado Rincón aclara que es total paralización.
El parlamentario señala que «afirmar que el proyecto estaba ‘retrasado pero no detenido’, es una falacia, pues los antecedentes dan cuenta de la total paralización de las obras. En realidad eso es de Ripley, porque uno puede tener diferencias, apreciaciones, opiniones técnicas sobre algo, pero en este caso los hechos no se pueden cuestionar. Este proyecto está absolutamente paralizado, no se mueve nada, eso es un hecho irredargüible. La del presidente de Codelco es una de las afirmaciones más al estilo Condorito, que he escuchado en mi vida, uno queda ¡plop!».
No se trataba de cualquier proyecto, el «Nuevo Nivel Mina permitiría mantener la capacidad de El Teniente en las actuales 137.000 toneladas por día (tpd), que equivalen a una producción en régimen en torno a 434.000 toneladas de cobre fino al año. Y dejaba abierta la opción, hacia el año 2020, de tomar la decisión de iniciar las obras necesarias para poder llegar a producir 180.000 tpd», señalaban desde el gobierno de Piñera.
Paralizados
Sin embargo, la realidad es distinta. Afirma el diputado DC:
«Respecto de algo que ahora es evidente, la opinión no puede ser sino que obvia y clara. No se puede aceptar que en hechos que resultan indiscutibles y por todos conocidos, como es la total paralización del Nuevo Nivel Mina El Teniente, se sostenga que es una interrupción temporal y de breve plazo. O simplemente no conocer la realidad de lo que está sucediendo en El Teniente en especial y en Codelco en general, o (Nelson Pizarro) está haciéndose asesorar y firmando documentos que no ha elaborado. Aquí hay gente que lo está engañando y faltando a la verdad».
Para el parlamentario, también resultan de extrema gravedad los sobrecostos que reconoce Codelco en que casi se duplica la inversión inicial.
«Respecto de los montos involucrados, que es también un tema evidente, desde luego se agrava el problema, pues si originalmente se estimaba en cerca de mil millones de dólares lo que se había gastado sin a la fecha obtener ni una libra de cobre para su exportación, ahora resulta que son US$2.000 millones, entonces el problema es aún más grave».
«En la medida en que un proyecto de sustentabilidad estructural como este, que permitiría el funcionamiento de la mina por prácticamente todo este siglo, tenga a la fecha un derroche de US$2.000 millones es mucho más de lo que se pensaba. El tema es tremendamente delicado y se deben intervenir absolutamente las áreas respectivas que están a cargo de los proyectos estructurales», asegura.
Explicando lo inexplicable
En el oficio «secreto» de la minera dirigido ala Cámara de Diputados, «la fecha de inicio de producción programada en el proyecto originalmente era julio del año 2017, con una duración del proyecto de 84 meses», se lee en el adjunto firmado por el vicepresidente de proyectos de la minera. Las razones del «retraso» serían, según el oficio, la ocurrencia de «accidentes fatales de octubre y noviembre de 2014, pues algunas obras fueron detenidas por la autoridad competente (Sernageomin) por un tiempo definido para cada una de las obras mineras relacionadas con los accidentes», señala Codelco.
Más adelante el «reservado» señala como otras causales «una condición sísmica muy específica», indica sin individualizarla.
También aduce que, «no obstante, el proyecto ha tenido detenciones parciales en algunas de sus obras (túneles y adits de ventilación) debido a eventos geomecánicos. Estos eventos han sido informados al Servicio Nacional de Geología de Minas (Sernageomin) reanudándose las labores en función de los protocolos y acuerdos de trabajo con esta institución», informa. El punto es que el documento reseña las 5 oportunidades en que se ha «detenido» y entre todas no suman más de 5 meses. Entonces, ¿qué justifica el atraso de 3 años en el inicio del recupero que el mismo documento reconoce?
El «detalle»
Lo que no se reconoce de manera directa en el oficio -solo consigna el hecho-, es que la millonaria inversión incurrió en el botadero de divisas como consecuencia de no contar con estudios certeros. Es más, los «informes previos» daban cuenta de un regular «nivel de riesgo» y en base a ellos se gastaron MUS$ 1.286.983 a valor dólar Codelco septiembre de 2015.
El propio oficio secreto de Codelco reconoce que «el proyecto ha modificado la variante de explotación para que recoja los aprendizajes de la División El Teniente. Por lo anterior, desde el año 2011 a la fech, el proyecto ha desarrollado ingenierías para ajustar el Plan de Ejecución y el diseño minero de las futuras operaciones subterráneas. Los nuevos métodos de desarrollo de túneles, aparte de requerir más tiempo para su construcción, son más caros por el incremento en los sistemas de fortificación, los que permitirán aumentar la seguridad de las personas e instalaciones. La estimación definitiva de estos impactos se verá reflejada en la reformulación en curso», la que implica un sobrecosto de 2.000 millones de dólares.
El gobierno de Piñera sabía
Lo grave es que el gobierno de Piñera contó con una investigación realizada en 2013, según da cuenta el propio informe de Codelco:
«Se realizó una auditoría al proyecto por parte de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), cuyo Informe Final ‘Auditoría a la Ejecución del Proyecto Nuevo Nivel Mina en la División El Teniente de Codelco-Chile’ fue remitido en diciembre del año 2013». En él se eleva el nivel de riesgo a «un potencial de riesgo alto»…
Sin embargo, el gobierno de la época no hizo caso y las consecuencias son las pérdidas millonarias que hoy experimenta el Nuevo Nivel Mina.
«Esa es una de las cosas que son derechamente golpeadoras» del informe, indica el diputado Rincón. «No hay que ser experto ni minero para darse cuenta que ante una constatación de esa naturaleza se deben hacer los cambios estructurales, pero por eso estamos como estamos y por eso no existe siquiera una fecha posible o tentativa de generación de libras de cobre o de producción de cobre fino o lo que sea por parte del NNM dados, precisamente, todos estos desaguisados», denuncia.
La cifra escandaliza, porque el país se debate en tener que dar menos educación gratis para más jóvenes, menos salud o vivienda de calidad y digna, dada la realidad económica mundial y local que afecta en la actualidad; por otra parte, se dilapidan cifras estratosféricas sin control alguno y sin que aparezcan responsables y consecuencias.
El botadero de dinero en este proyecto equivale a 200 «Milicogate» y un par de miles de fraudes tributarios por boletas truchas.
Una enorme pérdida
Rincón recalca que no es una cifra insignificante, pues «lamentablemente si comprometieran US$10 millones, sería inocuo en el futuro de la empresa, pero cuando hablamos de dos mil millones de dólares, en estas condiciones se torna casi peligrosa la forma en que Codelco está manejando sus proyectos estructurales. Porque si no hay control en este es posible pensar qué pasa con los otros que están en ejecución; uno tendría al menos un indicio que hay que ponerle ‘ojo’ a todos los proyectos estructurales», espeta.
Una de las conclusiones a las que arriba la auditoria de 2013 de Cochilco es que «se observó que el proyecto presenta un ‘potencial de riesgo alto’ de incumplimiento de la promesa de valor establecida en su etapa de presentación y evaluación, consecuencia de atrasos en el avance físico, originados principalmente por el bajo rendimiento de los contratos celebrados con terceros encargados de desarrollar las principales obras relacionadas con su ruta crítica».
No solo eso, la misma auditoría consigna la dura verdad: «La Administración del Proyecto y la Gerencia de Evaluación de Inversiones (GEI) han mantenido informado en forma permanente y adecuada a la Administración y al Directorio de la Empresa respecto del estado real del avance del proyecto y sus desviaciones, tanto en plazos como en los montos involucrados». Más allá de resaltar una promesa vana -«sin embargo, hay algunas oportunidades de mejora»-, lo cierto es que el país ignoraba, hasta ahora, este despilfarro.
El Nuevo Nivel Mina contemplaba una dotación de 5.000 trabajadores propios. A enero de 2015 estos alcanzaban a 4.600 y a agosto del mismo año habían disminuido a solo 3.331. Hoy esa cifra es bastante menor dado el serio retraso del proyecto global. «En síntesis -señala el anexo del oficio secreto firmado por Gerhard Von Borries Harms, vicepresidente de proyectos de Codelco-, el proyecto no ha sido detenido, pero debido a las dificultades técnicas mineras tendrá un ritmo de avance más lento a lo programado originalmente en las obras de acceso a la mina subterránea».
Fuente: Cambio 21