Moisés Sánchez Cerezo, periodista de Veracruz, es el primer profesional de la prensa que desaparece en Mexico el año que comienza. El hecho ratifica la calificación de país peligroso para el ejercicio del periodismo que le ha dado la organización Reporteros Sin Fronteras y sigue poniendo a la nación azteca entre las naciones mas violentas del mundo.
Los familiares de Sánchez Cerezo han descrito que un grupo de hombres armados vestidos de civil entró por la fuerza a su casa en Medellín de Bravo, un municipio de 2.500 habitantes en Veracruz, al oriente de México, la noche del viernes. Le quitaron su cámara, su ordenador, su teléfono móvil y se lo llevaron. Es fotógrafo, reportero y director de La Unión, un pequeño periódico gratuito que se distribuye en su comunidad. El impreso es más una labor de activismo que un sustento, así que para mantener a su familia también es conductor de taxi y tiene una pequeña tienda de alimentos. También participa en las guardias vecinales para la protección de su comunidad y ha denunciado la espiral de violencia que sufren sus habitantes. Días antes de su desaparición, un hombre se acercó a su casa y le dijo que “le iban a dar un susto”, cuenta uno de sus hijos. Tres días después, desapareció.
La Procuraduría (Fiscalía) veracruzana anunció este sábado que trabaja por su localización a través de un comunicado. La desaparición de Moisés Sánchez trae a la memoria el asesinato de Gregorio Jiménez, ocurrido en febrero de 2014, que evidenció los riesgos que corren quienes se dedican a informar en Veracruz, un crimen que además permanece impune. Diez periodistas han muerto en el estado durante el Gobierno del priista Javier Duarte, que asumió el cargo de Gobernador en diciembre de 2010.
México es uno de los países más peligrosos para ejercer periodismo, según Reporteros Sin Fronteras. Desde 2010, al menos 31 periodistas han sido asesinados
Moisés Sánchez Cerezo, periodista de Veracruz, es el primer profesional de la prensa que desaparece en Mexico el año que comienza. El hecho ratifica la calificación de país peligroso para el ejercicio del periodismo que le ha dado la organización Reporteros Sin Fronteras y sigue poniendo a la nación azteca entre las naciones mas violentas del mundo.
Los familiares de Sánchez Cerezo han descrito que un grupo de hombres armados vestidos de civil entró por la fuerza a su casa en Medellín de Bravo, un municipio de 2.500 habitantes en Veracruz, al oriente de México, la noche del viernes. Le quitaron su cámara, su ordenador, su teléfono móvil y se lo llevaron. Es fotógrafo, reportero y director de La Unión, un pequeño periódico gratuito que se distribuye en su comunidad. El impreso es más una labor de activismo que un sustento, así que para mantener a su familia también es conductor de taxi y tiene una pequeña tienda de alimentos. También participa en las guardias vecinales para la protección de su comunidad y ha denunciado la espiral de violencia que sufren sus habitantes. Días antes de su desaparición, un hombre se acercó a su casa y le dijo que “le iban a dar un susto”, cuenta uno de sus hijos. Tres días después, desapareció.
La Procuraduría (Fiscalía) veracruzana anunció este sábado que trabaja por su localización a través de un comunicado. La desaparición de Moisés Sánchez trae a la memoria el asesinato de Gregorio Jiménez, ocurrido en febrero de 2014, que evidenció los riesgos que corren quienes se dedican a informar en Veracruz, un crimen que además permanece impune. Diez periodistas han muerto en el estado durante el Gobierno del priista Javier Duarte, que asumió el cargo de Gobernador en diciembre de 2010.
México es uno de los países más peligrosos para ejercer periodismo, según Reporteros Sin Fronteras. Desde 2010, al menos 31 periodistas han sido asesinados