Después de “hacer dedo” durante cerca de una hora , donde no le paró ninguno de los casi 30 autos que pasaron, Gerhald Acosta fue recogido en su auto nada menos que por José Mujica, Presidente de la República y la Primera Dama Lucía Topolansky ,un soleado día de la primera semana de enero, cuando necesitaba llegar a su trabajo en el Departamento de Colonia.
«Estaba haciendo dedo y pasaron unos 25 o 30 coches y ninguno me paró, cosa que entiendo por cómo está la situación ahora.
Después de una hora una camioneta con chapa oficial y un coche que venía detrás pararon. Un hombre bajó y preguntó a dónde iba. Le conté lo que me pasó y le dije que iba para Juan Lacaze. Me dijo que me podían llevar hasta Anchorena y que me subiera en la camioneta que estaba adelante. Cuando subí dije: ‘A esta mujer yo la conozco’. Era Lucía, con su mascota, la perra Manuela, y Pepe venía sentado adelante. No podía creer que el Presidente me estaba llevando», contó Acosta al diario El Observador de Montevideo, luego de que trascendiera su publicación en la red social.
Acosta jamás imaginó tal autostop, y quedó gratamente sorprendido con la simpatía y el trato dispensado por Pepe y Lucía, pese a ser un viaje sumamente corto. «Al bajar les agradecí muchísimo porque no cualquiera ayuda a alguien en la ruta y menos un Presidente».
El afortunado ya es bastante conocido en Uruguay, y comienza a ser viral en las redes sociales., luego que publicó en su cuenta la anécdota .Gerhald Acosta es un trabajador de la empresa Montes del Plata, la planta de procesamiento de pasta de celulosa más grande del país, ubicada en el departamento de Colonia, al sur de Uruguay.
El hombre hizo dedo en la ruta pues se había quedado varado, y quien le auxilió fue José Mujica y su esposa quienes se trasladaban en comitiva oficial.
El día 5 de enero el calor asolaba todo el territorio uruguayo, y a las 10 de la mañana la temperatura trepaba por encima de los 30 grados. Fue en ese momento que el único que se apiadó del obrero, fue Mujica. «Al final perdí un día en la fábrica pero valió la pena por la experiencia», indicó Acosta, quien se quedó con ganas de tomarse una fotografía con el matrimonio más famoso del país.
«El lunes, haciendo dedo de Conchillas, no saben quién me levantó en la carretera que venían de Carmelo con su perra Manuela. Los únicos que pararon, unos capos», publicó Acosta en la red social, adjunto a dos fotografías que tomó con su teléfono móvil de Mujica y Topolansky.