Analistas advierten que detrás de esa operación están los intereses de EE.UU. por privatizar riquezas naturales de Brasil y la intención de desprestigiar al Partido de los Trabajadores (PT) de cara a las elecciones presidenciales de 2018.
El Ministerio Público de Sao Paulo pidió este jueves prisión preventiva para el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acusado por presunto lavado de dinero, informó Folha.
Los fiscales José Carlos Blat, Cássio Conserino y Fernando Henrique Araújo solicitaron prisión preventiva contra el expresidente Lula, junto con una denuncia que introdujeron este miércoles en relación al tríplex (vivienda de tres plantas) que se construyó en Guarijá (municipio de Sao Paulo) para la familia del expresidente.
La solicitud abarca también al expresidente de OAS (empresa que construyó el tríplex), Léo Pinheiro, y al extesorero del Partido de los Trabajadores (PT) Joao Vaccari Neto.
El caso será revisado por la jueza María Priscilla Ernandes Veiga Oliveira, de la 4ta Corte Penal de Sao Paulo. Todavía no ha dado fecha sobre la decisión.
Da Silva fue detenido el pasado 4 de marzo por una orden de conducción coercitiva del juez federal de Curitiba, Sergio Moro, quien investiga una trama de corrupción y lavado de dinero en la estatal Petrobras, vinculada a las averiguaciones anticorrupción Lava Jato.
¿Por qué detienen a Lula?
A inicios de marzo el exmandatario manifestó su intención de ser candidato a las elecciones presidenciales de 2018 si el Partido de los Trabajadores (PT) lo consideraba necesario. Días después presentó por escrito su defensa ante la fiscalía de Sao Paulo por las acusaciones en su contra y se puso a la disposición del órgano para suministrar la información necesaria.
Tras su detención el pasado 4 de marzo, los analistas coinciden en que esta acción forma parte del espectáculo al que está acostumbrado el juez que lleva el caso y busca desprestigiar la imagen del líder de Brasil, así como la del PT de cara a las elecciones presidenciales de 2018.
El politólogo Juan Manuel Karg manifestó que la detención fue una maniobra tiene que ver más con los medios de comunicación y con una parte de la justicia brasileña que con la causa Lava Jato, porque hace 15 días Da Silva presentó un pedido para postergar su declaración y preparar mejores elementos para su defensa y fue aceptado.
Luego ocurrió el allanamiento a su residencia y la detención, aún cuando él nunca se negó a declarar. En este sentido, Karg calificó la acción como muy grave porque se detuvo al expresidente del propio Gobierno que está en funciones lo que evidencia que hay una distancia entre el poder judicial y el Gobierno que, en otros casos, podría ser sana y natural.
Evitar candidatura en 2018
Juan Manuel Karg recordó que Lula es uno de los presidentes mejor valorados de la historia de Brasil. Su gestión logró sacar de la pobreza a 28 millones de ciudadanos. La detención es un montaje que tiene que ver con la intención de que Lula no pueda presentarse en las elecciones de 2018.
El analista manifestó que el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), antagónico del PT, quiere volver al poder para ejecutar una política económica distinta que incluye dejar de financiar los programas sociales.
Este ataque, además, va más allá de Brasil y es similar a los que se están dando en contra de la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández, de Evo Morales en Bolivia y de Nicolás Maduro en Venezuela, afirmó.
Por otra parte, tiene que ver con una noción de las fuerzas conservadoras de que Brasil es la primera economía de América del Sur y su política define mucho lo que sucede en otras latitudes del continente.
«Me parece que detrás de esta decisión también está la intención de dar un zarpazo final contra los gobierno posneoliberales tras la victoria de la derecha en Argentina, en la elección de medio término en Venezuela y en el referendo en Bolivia», aseveró Karg.
Asimismo, indicó que este año se votarán alcaldías en Brasil y hay un trasfondo de erosionar aún más al PT, que ha sido el partido más vapuleado en la última década por los medios de comunicación.
«Van a intentar sacar a Lula de competición y si no lo logran van a mentir sobre él, van a erosionar su figura para tratar de llegar en mejores términos a la elección presidencial», dijo.
Reiteró que su posible elección en 2018 abriría la posibilidad para un nuevo mandato de Cristina Fernández en Argentina y eso es lo que las fuerzas de oposición y la derecha internacional intenta evitar.
El show mediático antes que todo
El analista Beto Almeida subrayó que esta medida es parte la espectacularización de la noticia y que incluso los medios de comunicación privados sabían de la detención antes de que ocurriera.
Además, señaló que tras la medida también está el interés de diversos sectores del país y del mundo de privatizar las riquezas naturales de la nación.
Mencionó que no hay duda de que la Policía Federal tiene entrenamiento de la Oficina Federal de Investigación estadounidense (FBI, por su sigla en inglés) y que el Poder judicial actuó en conexión con los procuradores judiciales de Estados Unidos, por lo tanto, existe la posibilidad de que se esté montando un falso positivo en términos jurídicos.
Desde que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, la oposición brasileña pretende vincular a la presidenta Dilma Rousseff y a los miembros del PT en este caso para solicitar su destitución.
A juicio del periodista y sociólogo brasileño Laurindo Leal, la derecha de su país está jugando todas sus cartas para sacar del poder al Partido de los Trabajadores (PT), tras el anuncio que hizo el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva de volver a lanzarse como candidato en las próximas elecciones.
La oposición implementa acciones como el querer vincular a Rousseff y a Da Silva en el caso de corrupción de Petrobras, pero sus acciones no han salido como lo esperaban.
Así quedó demostrado luego de que la comisión parlamentaria brasileña, encargada de la investigación de corrupción en la petrolera estatal, eximiera a ambos líderes de toda responsabilidad en el caso al no encontrar pruebas en su contra.
Fuente: Telesur