Por María Elena Alvarez
Desde las oficinas del Servicio Nacional de la Mujer, ubicadas en el centro de Santiago, la primera ministra comunista desde el regreso a la democracia, Claudia Pascual, analiza el rol y participación de su partido en la Nueva Mayoría como parte del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. La secretaria de Estado destaca la lealtad que tiene el PC no sólo con La Moneda, sino que también con el programa que la Mandataria promueve, recordando que éste fue consensuado por los siete partidos que hoy integran el bloque oficialista. “Somos leales con los proyectos y las ideas que sustentamos”, asegura.
– A siete meses de la instalación de Bachelet en La Moneda, ¿cuál es su análisis del rol del Partido Comunista en su regreso a una coalición de gobierno?
«Creo que hemos cumplido, en parte, con los propios objetivos que nos planteamos como Partido Comunista, no sólo en habernos incorporado a esta alianza de partidos que sustentan un gobierno, sino que también a la propia ejecución del mismo gobierno a partir de estar en el Ejecutivo, entendiendo que estamos construyendo y estamos llevando a cabo un gobierno que tiene transformaciones profundas, que parte de un diagnóstico respecto de un país que tiene desigualdades, que es necesario avanzar, que no todas las desigualdades efectivamente se pueden resolver en cuatro años y que hicimos prioridades y que a partir de eso tenemos construido un programa donde parte de sus prioridades están indudablemente en la reforma educacional, la reforma tributaria como herramienta que permita no sólo generar mayores recursos, sino que también una distribución o tributación menos desigual, más justa, donde está también el llamado a generar una nueva Constitución, donde hay un compromiso transversal con la agenda de género, entre otras».
– Al inicio del gobierno se plantearon ciertas dudas respecto de la incorporación del PC a esta coalición de gobierno, sin embargo, hoy en el oficialismo comentan que terminaron siendo “el partido más ordenado”.
«Siempre somos ordenados y siempre somos leales con los gobiernos que sustentamos. Somos leales con los proyectos y las ideas que sustentamos. Efectivamente, puede haber diversidad dentro de los partidos en que estamos, pero cuando tomamos una decisión no la tomamos para titubear. En ese sentido, cuando nosotros tomamos la decisión de conversar con los demás partidos para poder asumir esta Nueva Mayoría, lo hicimos con el convencimiento de que había que generar una correlación de fuerzas mucho mayor, que pudiera sustentar un gobierno que pudiera llevar a cabo transformaciones importantes».
– Y hoy, ¿cómo evalúa la experiencia?
«Cuando nos incorporamos al gobierno asumimos todo lo que implica: los costos, lo favorable y las críticas, lo que venga. Nos parece que esa es una actitud de responsabilidad y en ese sentido digo que siempre hemos sido así, porque también fuimos los más leales con la Unidad Popular».
– Una de sus primeras tareas como ministra del Sernam ha sido tramitar el proyecto del Ministerio de la Mujer, el que debe ser votado en sala esta semana en la Cámara. ¿Está conforme con esta iniciativa?
«El proyecto ha sido fortalecido en el marco del debate parlamentario y no sólo por este debate, sino que también ha sido fortalecido a partir de haber escuchado a organizaciones sociales, feministas, trabajadores, funcionarios de los empleados públicos, de la CUT, representación de mujeres indígenas, etc. Creo que, efectivamente, tenemos un proyecto que ha sido robustecido».
– Una de las polémicas que hubo en el debate legislativo con sectores de la Alianza fue la protección de la maternidad. Originalmente, no venía contemplado en el proyecto, pero luego fue incorporado. ¿Por qué?
» Eso es una falacia y yo lo quiero aclarar tal cual como lo aclaré en todas las comisiones a lo menos cuatro o cinco veces. El proyecto, al hablar de hacerse cargo de todas las realidades de las mujeres, está dando cuenta que obviamente hay mujeres que son madres y que, por lo tanto, va a proteger sus distintas condiciones. Sin embargo, para mayor abundamiento, es que se está generando el compromiso, y lo tenemos absolutamente asumido, de una indicación que permita explicitar algo que ya estaba puesto en el proyecto. Me interesa ser muy clara en decir que no es que nunca estuvo. Nosotros estamos dando cuenta, efectivamente, que hay diversidades y distintos proyectos de vida y, por lo tanto, nos queremos hacer cargo no sólo de aquellas mujeres que optaron por ser madres, sino que de todas las mujeres y vivencias de las mujeres del país».
– La Alianza le reprochó un sesgo contra la maternidad.
«Yo les puedo reprochar de vuelta a todos los parlamentarios de la Alianza que ellos tienen un sesgo con respecto a hablar de la diversidad de las mujeres, de creer que eso es igual a no estar a favor de la protección de la maternidad o de las mujeres que tienen como proyecto de vida sustentar la maternidad. Yo no tengo ningún sesgo, todo lo contrario, he intentado ser madre».
– En este gobierno, ¿el aborto terapéutico será abordado como un tema de salud pública o un derecho reproductivo y sexual?
«Lo que ha dicho la Presidenta el 21 de mayo, y hemos sustentado todo este tiempo, es que, efectivamente, lo que ella hace es un llamado al país a generar un debate público con altura de miras, sin caricaturas, que nos permita abordar y revisar nuestra legislación para permitir despenalizar la interrupción del embarazo frente a tres causales bien específicas. Y en ese marco, lo que nosotros hemos sustentado, y que es parte del programa de gobierno, es que sea esa la propuesta. Tenemos casos muy dramáticos en los últimos tiempos. Yo no sé si a alguien le parece no dramático en este país tener una menor de 11 años violada y embarazada. Si a alguien no le parece dramático en este país tener a una joven de 16 años que recurrió a un mercado ilegal vía internet para comprar una pastilla que la deja en riesgo vital en un hospital… No queremos imponer nada, queremos asumir ese debate. Y en ese entendido asumimos que es un problema tanto de salud pública como un problema también de derechos y autonomía de las mujeres, es un mix».
– Se lo pregunto porque desde sectores de la DC, por ejemplo, han mostrado reparos a plantear este tema como una política de derechos reproductivos.
«El llamado que ha hecho la Presidenta es de aquí a fines del semestre, y éste termina el 31 de diciembre, es a debatir respecto de este tema. Puedo responder con mucha certeza que aquí hay un compromiso con un programa de gobierno. Somos siete partidos que sustentamos este programa y este es sustentado por acuerdo y, por lo tanto, lo que está puesto es el llamado tal cual lo hizo la Presidenta, con esa transparencia, el 21 de mayo. El debate tendrá que luego plantear efectivamente quiénes sustentan cuál o tal posición. En estricto rigor, insisto, creo que aquí hay que tener ambas perspectivas sobre la mesa y no descalificar ni la una ni la otra».
– ¿Cree que se debe discutir sólo la despenalización del aborto o derechamente la legalización?
«Tengo una plena convicción de que hay que avanzar en lo que está estipulado en el programa. Esa es mi convicción absoluta. En términos, personales, políticos y como ministra.
Su partido, sin embargo, plantea una postura distinta, que busca el aborto seguro y gratuito. Quiero ser muy clara. Los partidos de la Nueva Mayoría, incluido en el que yo milito, que es el Partido Comunista, fuimos parte de los equipos que elaboramos el programa de gobierno. Indudablemente, cada uno de los partidos llegó con alguna propuesta y esas fueron conversadas y analizadas hasta llegar a un acuerdo. Nosotros lo que tenemos como acuerdo en este tema es lo estipulado en el programa y eso es lo que sustentamos».
-En la discusión del fin al binominal no se ha encontrado una fórmula para compatibilizar la ley de cuotas y las primarias. Se ha planteado incluso eliminar estas últimas.
«No es la idea que estamos sustentando, al menos como Ejecutivo. Lo que hay que resguardar es que si es que se hacen primarias, igual los partidos lleguen con una lista de representación de “60-40”. La primaria es una ley que está recientemente aprobada, que también permite y garantiza otros espacios de participación y, por lo tanto, creo que hay que hacer un esfuerzo mucho más profundo de buscar fórmulas que permitan hacerlas convivir más que eliminarla. Y en esos caminos y en esa búsqueda estamos conversando».
Fuente: La Tercera