La madrugada de este viernes, los cerca de 40 ex trabajadores de la mina de carbón Santa Ana de Curanilahue que estaban a 320 metros bajo tierra y a 600 metros del ingreso de la mina, depusieron la protesta que mantuvieron durante cuatro días.
Los representantes de los trabajadores, junto con autoridades de Gobierno, acordaron «un nuevo compromiso de retomar» la búsqueda de soluciones para «las falencias en el cumplimiento de protocolos», explicó Chandía.
Los mineros alegaban incumplimientos de los acuerdos firmados en agosto de 2015 con el Gobierno y el no pago de 10 de las 19 pensiones de gracia pendientes.
«De cierta forma hay un grado de satisfacción porque ya que se cumpla algo que no se estaba haciendo es un progreso, ahora hay una incertidumbre porque así como se incumplió, quién nos asegura que no se vuelva a incumplir», manifestó Luis Chandía, presidente del sindicato.
Mientras que «en el punto más importante que era la continuidad laboral de la mina ellos pusieron a disposición un equipo técnico para asesorías y trabajar en conjunto con nosotros para ver la posibilidad de volver a echar a andar esta mina de carbón», añadió.
