Laurence Maxwell, el estudiante chileno que pasó nueve días detenido en México, relató el momento de su detención y la brutalidad con la que fue tratado por los policías durante una protesta por los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala. Aseguró que sion la presión de los medios de comunicación y las redes sociales, todavía estaría preso en una cárcel de alta seguridad. Cree que su detención, y de otras diez personas en el Zócalo de México, es un mensaje desde el poder contra las manifestaciones y protestas por los estudiantes desaparecidos.
Tras quedar en libertad, Maxwell explicó que el 20 de noviembre, «me di un par de vueltas por el Zócalo a ver qué estaba pasando. En ese momento, la policía decidió hacer una embestida para sacar a la gente del Zócalo, estuvieron golpeando a la gente que se encontraron hasta que llegaron donde yo estaba y me tomaron detenido».
«En ese mismo momento me empiezan a golpear, sin preguntar nada, sin darme posibilidades de explicar que estaba haciendo ni nada. Me empiezan a golpear, muy brutalmente, en la cara, en la espalda, en los riñones, me tapan la visión también con la propia capucha de mi sudadera», detalló.
«Me trasladan durante unos dos minutos caminando y golpeándome por todo el Zócalo hasta donde estaba la Policía Federal», añadió.
Maxwell indicó que las detenciones fueron una manera de demostrar la fuerza de la Policía y de realizar un llamado de atención a los manifestantes.
«Estas detenciones fueron para dar una lección, un mensaje, como para decir nosotros tenemos el control de la situación. No se va a salir de madre, no se va a salir de control y también para los que asistan a las marchas, lo piensen dos veces», explicó.
Por su parte, su abogada en México, Carla Salas, sostuvo que «también existe la posibilidad de que se pueda enfrentar la denuncia por tortura en contra de los elementos que violentaron física y psicológicamente a las 11 personas».
«En una segunda etapa, si es que en el Estado mexicano no resultan idóneos ni adecuados en los mecanismos existentes en la legislación mexicana, pues tendrían la posibilidad de presentar una precisión individual ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos», recalcó.
La Justicia mexicana levantó los cargos en su contra y consideró favorablemente las pruebas presentadas por el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia a su favor y también de los otros 10 detenidos, acusados de intentar linchar a un policía mientras se manifestaban contra la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
La salida de Maxwell desde la cárcel de Perote, ubicada a una hora de Chalapa, capital de Veracruz, no estuvo exenta de problemas, pues el también músico no fue dejado en libertad junto al resto de los detenidos y tuvo que realizar una serie de trámites en el Departamento de Extranjería de Veracruz, desde donde salió pasadas las 22:00 horas horas locales.
A su salida abrazó a su padre, Alberto, a su hermano, Dennis, y se dio tiempo para agradecer el apoyo que recibió en las distintas instancias.
«Estoy muy emocionado por todo el apoyo que he recibido, desde Chile especialmente», dijo, agradeciendo a su familia, al consulado y al embajador.
«He estado en régimen de aislamiento ya casi diez días, es poco de lo que me he enterado. Sin embargo, por las pocas visitas que he tenido sé que ha habido un apoyo increíble a través de las redes (sociales), marchas, bloqueos, y doy gracias por eso, porque sin eso yo creo que todavía estaría encerrado», enfatizó el chileno.
«Las acusaciones que se nos hicieron son absolutamente infundadas, quiero decirlo desde ya, no tenían ninguna forma de probar lo que nos estaban inculpando, y por eso el caso se cayó y en una semana ya estamos afuera», concluyó.
A su vez, el padre de Laurence, Alberto Maxwell, afirmó que su hijo estará un tiempo en Chile antes de volver a México a defender su tesis del doctorado en Literatura que cursa en la UNAM.
«Un gran triunfo de los derechos humanos”
El diputado del PC, Daniel Núñez, manifestó su alegría por la decisión del Juzgado 17° del Distrito de Xalapa, Veracruz, de otorgar la libertad al chileno Laurence Maxwell Ilabaca, quien permaneció detenido por nueve días en un penal de máxima seguridad.
“Estamos muy contentos por Laurence, su familia, amigos y por todo el movimiento que se generó en distintos países para obtener su Libertad. Siempre tuvimos la plena convicción sobre su inocencia y que los cargos eran desmedidos, especialmente el de tentativa de homicidio. Es un gran triunfo del movimiento universal por los derechos humanos”, subrayó desde Veracruz.
El juez Juan Carlos Ramírez dictaminó que las pruebas aportadas por la Procuraduría General de la República no fueron suficientes para someterlo a proceso y lo dejó libre de todos los cargos.
El parlamentario agradeció las oportunas gestiones y constante apoyo del gobierno chileno a la familia de Maxwell.
“Quiero destacar a la Presidenta Bachelet, al Canciller, el embajador y el cónsul por su constante respaldo a la familia, ya que ese apoyo fue muy importante para que la familia perseverara en la búsqueda de justicia y libertad”, destacó.
Si bien el diputado del PC valoró la decisión de la justicia mexicana de liberar también a los otros 10 personas detenidas en el Zócalo del DF, lamenta que aún no se sepa del paradero de los 43 normalistas de Iguala.