El país está experimentando profundos anhelos de cambio. Existe actualmente una sociedad más empoderada y exigente, que reclama sus derechos, que opina y cuestiona lo establecido, dejando de creer en un sistema de mercado globalizado, en el que la educación, el arte y la cultura no están establecidas como un pilar fundamental de desarrollo humano, sino como un bien de consumo.
El sistema político y económico están en constante cuestionamiento, dado que no responden a las necesidades fundamentales de una sociedad saludable, sino que por el contrario, buscan satisfacer necesidades corporativas e individuales, descuidando el bienestar social y monopolizando el arte y la cultura. Chile se presenta en la actualidad, como un país caracterizado por los eslogans, las apariencias y la estandarización.
En este escenario de profundo malestar ciudadano, una posible solución a los graves problemas estructurales de nuestra sociedad, es atender firmemente a una de las áreas más importantes, pero al mismo tiempo más abandonadas: LA EDUCACIÓN.
Las políticas educativas, durante los últimos años, han puesto el acento en la inversión y gestión del sistema educativo. La discusión se ha cuantificado profundamente en un área sumamente heterogénea, sensible y cambiante con los años. Se habla de cifras más, de cifras menos, pero no se habla de cuál será el nuevo paradigma educativo o a qué nos referimos cuando hablamos de calidad. Entonces cabe preguntar ¿Sobre qué sistema educativo se construirá una sociedad más integral y solidaria?
Ya no educamos a las nuevas generaciones en el amor por el bien común, por la generosidad, por el sentido de lo colectivo. Por el contrario, educamos en el amor al dinero, a la competencia, a lo útil e individual. Todo se ha transformado en una gran exacerbación del yo.
Necesitamos una educación que promueva el desarrollo integral del ser humano, que valore el aprendizaje en sus múltiples dimensiones: emocional, social, cognitiva y espiritual. En donde las matemáticas coexistan con la poesía, generando nuevos espacios de conocimiento y comprensión de la realidad. Las letras, los números y las fórmulas deben tener la misma importancia que los colores, los sonidos y el movimiento en la formación de un niño.
El arte en la educación permite este principio de integralidad, difuminando elementos propios del sistema tradicional: mecanización del conocimiento, cosificación de las relaciones humanas y falta de pensamiento crítico y creativo. El exceso de realidad ha mermado nuestra capacidad de asombro, de sentir, de pensar. El arte de algún modo, recupera nuestra humanidad.
La cultura artística, la cual definimos como el conjunto de conocimientos adquiridos personal o socialmente por medio del arte y sus múltiples lenguajes, en sus niveles instructivo, expresivo y reflexivo, es el camino que posibilitaría la transformación del contexto educativo nacional, proyectando una sociedad más sensible, reflexiva y creativa. Lamentablemente, la mayor parte de la población escolar (y no escolar) solo tienen acceso a una cultura superficial, carente de identidad y fuertemente marcada por el exitismo, la masificación, la inmediatez y los estereotipos.
Haciendo frente a esta realidad, nuestro movimiento se ha propuesto debatir y aportar al desarrollo sistemático en las áreas de educación, arte y cultura como elementos fundamentales para el desarrollo humano, poniendo en tensión a un sistema de mercado obtuso, que tiene a la sociedad sumida en una gran atrofia emocional, intelectual y espiritual. ¿Seguiremos siendo meros espectadores?
PRINCIPIOS FUNDACIONALES
Nos hemos reunido variadas organizaciones e instituciones del ámbito artístico, educativo y cultural, con el objetivo de constituir un movimiento de recuperación en Chile de la educación artística y el arte en la educación, como parte de un nuevo paradigma educativo. Somos ciertamente un movimiento amplio y pluralista, en el que confluyen los trabajadores de la cultura, entre ellos profesores, artistas, creadores e intelectuales; también gestores, líderes sociales, padres y madres, apoderados, estudiantes y jóvenes en general, que defendemos con profunda convicción:
ACCESO EQUITATIVO DE NIÑOS Y JÓVENES A LA CULTURA ARTÍSTICA
+ Que todos los estudiantes del sistema educativo tienen derecho a la expresión y formación artística de calidad, desarrollando la creatividad y la reflexión como pilares fundamentales del conocimiento.
IMPORTANCIA DEL ARTE EN EL SISTEMA EDUCATIVO, FORMACIÓN GENERAL Y ESPECIALIZADA
+ Que el sistema educativo debe propiciar instancias curriculares de formación y expresión artística a los niños y jóvenes del país, procurando brindar a los profesores de artes, de condiciones materiales y administrativas óptimas para que las asignaturas artísticas se desarrollen adecuadamente, tanto en la formación general como en la formación especializada.
+ Que el estado debe proyectar la formación artística especializada como un trayecto progresivo y gradual, que va desde la formación inicial hasta la formación superior, atendiendo a los jóvenes talentos nacionales de forma inclusiva y equitativa. El arte es una disciplina del conocimiento.
+ Que se debe Incorporar a la oferta curricular escolar, múltiples lenguajes artísticos que enriquezcan la formación de los niños y jóvenes, tales como artes escénicas, cultura popular, literatura, cine.
INCLUSIÓN DE LA CREATIVIDAD, COMO INDICADOR DE CALIDAD EDUCATIVA
+ Que el sistema educativo debe reconocer la importancia de la creatividad en el desarrollo integral del niño, ya que posibilita el pensamiento divergente, la sensibilidad y la innovación, como elementos fundamentales para proyectar una sociedad con opinión e identidad.
ARTICULACIÓN ENTRE LOS DIFERENTES AGENTES DE FORMACIÓN (INSTITUCIONES), EXPRESIÓN (ARTISTAS) Y DIFUSIÓN ARTÍSTICA (MUSEOS, GALERIAS, SALAS)
+ Que una política de educación artística seria debe buscar mecanismos de articulación y colaboración activa entre la educación artística, los artistas profesionales y los espacios de difusión y creación. El arte debe ser un espacio cohesionado y vinculante.
+ Que el sistema debe asegurar la continuidad de los estudios artísticos superiores y proveer expectativas de desarrollo laboral es de máxima relevancia para legitimar el arte, los artistas y la educación artística.
+ Que los artistas nacionales deben tener una mayor participación en el proceso educativo, debido a su experiencia y conocimiento profundo de la disciplina artística, además de aportar nuevos enfoques al desarrollo educativo y cultural.
Estamos convencidos que éste es un problema del Estado Chileno; que el Gobierno de turno, los partidos políticos, el Parlamento y las autoridades tienen que asumir su responsabilidad y buscar soluciones estructurales que se expresen futuramente en Leyes, Decretos y Normativas que promuevan el desarrollo sistemático del arte como parte de un nuevo sistema educativo; integral y preocupado del contenido más que de la forma, del para qué más que del cuanto.
No observaremos, cómo se realizan los cambios, que en definitiva no cambian nada y que solo perpetúan el problema. Seremos protagonistas desde lo que somos, lo que creemos , pensamos y sabemos hacer. No habrá una mejor educación sin arte en la escuela y el liceo; sin la promoción de miles de talentos que existen entre nuestros niños y jóvenes. Tampoco habrá una sociedad auténticamente democrática e inclusiva, si no existe equidad en el acceso de calidad a la cultura artística.
No queremos transitar la realidad, sino habitarla.
MISEA,
Diciembre 2015