En Chile, un nuevo caso de colusión empresarial remece los bolsillos: las tres principales cadenas supermercadistas se pusieron de acuerdo durante tres años para subir el precio de pollo.
La Fiscalía Nacional Económica ha comprobado que, entre 2008 y 2011, las tres cadenas de supermercados, que controlan el 92 por ciento del mercado, subieron concertadamente el precio de los pollos, un alimento de consumo masivo.
Lo que se proclama como libre mercado es en realidad el negocio secuestrado de unos pocos. No hay sanciones para los culpables, ni tampoco compensaciones para los consumidores.
La ciudadanía estupefacta no logra pasar a la acción ante este nuevo caso de abuso empresarial. El sistema neoliberal se ha impregnado culturalmente en los chilenos.