Hoy el grupo Luksic está en el candelero mediático por dos casos que han acaparado la atención pública: el «caso» Caval, por el hecho de que Andrónico Luksic haya recibido en persona al hijo y la nuera de la próxima Presidenta, al día siguiente de su victoria en segunda vuelta; y la orden judicial de la demolición del tranque de relaves El Mauro, que pone en peligro la operación de la Mina Los Pelambres, de Antofagasta Minerals, el brazo minero del citado grupo económico, el mayor del país. A principios de 2001, en una operación de escasa transparencia, y mediante un millonario crédito del BancoEstado, se hizo del control del Banco de Chile, al comprar el paquete accionario en poder del Banco Penta, en poco más de U$S 500 millones, con lo que quedó como principal accionista del principal banco privado del país. El siguiente reportaje describe los detalles.
El negocio de BancoEstado y las AFP con el Grupo Luksic
por Héctor Cárcamo
El banco ha aportado más de US$ 600 millones en créditos al grupo y las AFP confían sobre US$ 5.000 millones en acciones y deuda a Banco de Chile, CCU y filiales. La otra cara de la moneda es que el holding da empleo a 40 mil personas y en 2013 aportó US$ 1.000 millones en impuestos.
Andrónico Luksic Craig lidera el mayor grupo económico de Chile. Controla el principal banco del país, Banco de Chile, y la mayor minera privada de capitales chilenos, Antofagasta Minerals. A lo anterior se suman CCU, Enex (ex Shell), SAAM y su participación en la naviera Sudamericana de Vapores.
La intervención de Luksic en el caso Caval lo puso como nunca antes en el centro de los cuestionamientos, por la deferencia con que habría tratado al hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, y la mujer de este, Natalia Compagnon, al aceptar reunirse con ellos para discutir un crédito. Ese crédito, por $ 6.500 millones, fue efectivamente otorgado. Al Banco Chile se le critica por haber concedido un préstamo de ese tamaño a pesar de que Caval era una empresa sin flujos ni ingresos permanentes y con un patrimonio de Pyme.
La presunción soterrada en el caso es que Luksic podría obtener beneficios desde el Estado a cambio de la deferencia. Lo cierto es que el grupo pareciera no requerir de tales privilegios, ya que es un conglomerado global con negocios esparcidos alrededor del mundo, aunque su base sigue siendo Chile.
Según cifras públicas a las cuales tuvo acceso este medio, el grupo ha sido financiado con más de US$ 600 millones en los últimos 15 años y obtuvo la confianza de las AFP que invirtieron casi US$ 5.000 millones de los ahorros de los trabajadores chilenos en acciones y, principalmente, deuda de empresas del grupo.
Ninguna de las inversiones del banco estatal ni las inversiones de las AFP implican actos ilegales, al contrario, de acuerdo a fuentes del mercado, las inversiones han sido un buen negocio. Pero las cifras simplemente reflejan el poder del grupo, su relevancia en el ámbito empresarial y la confianza que existe en el mercado respecto de Andrónico Luksic y su familia.
El polémico rol de BancoEstado
El 20 de diciembre del año 2000, BancoEstado otorgó créditos por UF 4,6 millones al Grupo Luksic. El destino de dichos fondos fue la compra de acciones al Grupo Penta –ligado a Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín– para tomar definitivamente el control del Banco de Chile.
El 27 de marzo de 2001, Quiñenco, a través de LQ Inversiones, adquirió un paquete de acciones adicional a los que venía comprando desde 1999. En esta última operación alcanzó sobre el 52% del banco, pagando $ 304.128 millones de la época (unos US$ 515,7 millones) a partir del acuerdo firmado el 14 de diciembre de 2000 entre Penta y Luksic.
El grupo financió parte de la compra con créditos de dos bancos: Estado y Santiago. Dicho crédito se aprobó sólo 13 días después que el grupo firmara el acuerdo con Penta y totalizó UF 4,6 millones, unos $ 73.520 millones o US$ 125 millones de la época (más de $ 114.000 millones actuales, casi US$ 200 millones).
Este crédito fue cuestionado públicamente debido a que el presidente del BancoEstado en ese momento era Jaime Estévez, militante socialista que, en enero de 2005, dejó la entidad fiscal para asumir como ministro de Obras Públicas hasta marzo de 2006. En mayo de 2007 ingresa al directorio del Banco de Chile, junto a Hernán Büchi y Pablo Granifo, en reemplazo de Segismundo Schulin-Zeuthen, Fernando Cañas y el actual ministro de Energía, Máximo Pacheco.
El crédito de BancoEstado se firma con distintas sociedades ligadas al Grupo Luksic, entre ellas, Agrícola El Peñón, Inversiones Ranquil, Inmobiliaria e Inversiones Hidroindustriales, Inversiones El Bosque y VTR S.A.
El acuerdo considera que el pago del crédito sea en mayo de 2005. Sin embargo, la entidad, presidida en ese momento por Estévez, firma en abril de 2002 la extensión del vencimiento del préstamo en un año, hasta mayo de 2006.
BancoEstado y CCU
Y aunque en 2011 hubo parlamentarios que criticaron el financiamiento ocurrido una década antes, no sería el último.
De acuerdo a la información que entrega a la SEC (regulador del mercado de valores de Estados Unidos) el Grupo Quiñenco, el holding a través del cual el Grupo Luksic maneja casi todas sus empresas, el mayor conglomerado económico del país obtuvo nuevo financiamiento del banco estatal.
El 3 de abril de 2006, Quiñenco informa a la SEC que Inversiones y Renta –la sociedad que forman en partes iguales Quiñenco y Heineken y que controla más de 60% de la cervecera CCU– adquirió el 21 de marzo de 2006 la cifra de 6,2 millones de acciones de CCU por un monto total de $ 17.380 millones. Aunque no hay ningún objetivo de negocios más que elevar la participación en la propiedad, la sociedad que lidera Luksic realiza la adquisición de los papeles íntegramente con un crédito sindicado de tres bancos: BancoEstado, BCI y BBVA por UF 1 millón, unos $ 18.000 millones de la época.
BancoEstado, presidido hasta marzo de 2006 por Javier Etcheberry, lidera el financiamiento con UF 400 mil (poco más de $ 7 mil millones), es decir, el 40% del crédito.Este se firma el 30 de noviembre de 2005 y se pacta a 8 años, a una tasa de 0,45%, más la referencia TAB a 180 días.
Así, Luksic recibe financiamiento de BancoEstado dos meses antes que venciera el crédito original que obtuvo a fines de 2000 y que le permitió tomar el control del Banco de Chile.
También con Piñera
Pero no sería la única vez que el banco de todos los chilenos acompaña a Luksic cuando necesita dinero para comprar acciones. Y tampoco será sólo en gobiernos de la Concertación.
La administración del ex Presidente Sebastián Piñera también contribuye con créditos al principal grupo económico de país.
En 2010, cuando asume Piñera, designa como presidente de BancoEstado a Segismundo Schulin-Zeuthen, el mismo que estuvo casi dos décadas como alto ejecutivo del Banco de Chile. El ejecutivo pasó a ser gerente general y luego, por un lustro, presidente del banco ligado a Luksic, aunque a poco andar de que Andrónico tomara el control del banco, Segismundo dejó la presidencia y, finalmente, como ya se señaló, abandonó en 2007 el directorio.
Dos años después de que Schulin-Zeuthen asumiera como presidente de BancoEstado, la entidad fiscal otorga dos millonarios créditos al grupo, hasta ahora desconocidos, destinados a financiar la participación del conglomerado en aumentos de capital de dos de sus empresas: Banco de Chile –competidor de BancoEstado– y CCU.
Según los documentos entregados a la SEC por Quiñenco hace tres meses –el 1 de diciembre de 2014–, su relacionada y controladora de CCU, Inversiones y Rentas, obtuvo el 25 de julio de 2013 otro substancial crédito de BancoEstado.
La información retorna al año 2013, específicamente el 18 de junio de ese año, cuando una junta extraordinaria de accionistas de CCU acuerda aumentar el capital en $ 340.000 millones. La operación se concreta el 8 de octubre de 2013, donde Inversiones Irsa Limitada aporta $ 72.366 millones (unos US$ 145 millones).
Dichos recursos son aportados nuevamente con créditos y, una vez más, con protagonismo clave de BancoEstado. Un total de UF 3,16 millones recibe Irsa de la entidad fiscal y con un aporte similar de BCI.
Como parte del acuerdo firmado el 25 de julio de 2013 (poco más de un mes después que la junta aprobara realizar el aumento de capital), BancoEstado –presidido por Schulin-Zeuthen– firma el acuerdo con Irsa –representada por Francisco Pérez Mackenna, quien por años y hasta 2007 compartió en el directorio de Banco de Chile con Segismundo– para garantizarle financiamiento por hasta UF 2 millones (unos $ 45.800 millones).
Finalmente, Irsa recibe el UF 1,63 millón (cerca de $ 37.365 millones) indicado, con plazo de vencimiento para el 31 de mayo de 2013, diez años después. El primer pago de intereses es el 31 de mayo de 2014 y el primer pago de capital el 31 de mayo de 2016.
BCI, que presta UF 1,53 millón, también acuerda la misma fecha de vencimiento, aunque había firmado el 6 de agosto de 2013. Y con una diferencia llamativa: el banco que preside y controla Luis Enrique Yarur, cobra una tasa anual de UF más 4,12%, superior a la de UF más 3,95% que cobra la entidad presidida por el ex presidente de Banco de Chile.
Contribuyendo al crecimiento del Chile
Antes de financiar el aporte de capital de la familia Luksic a CCU, el banco de todos los chilenos también participa financiando recursos del grupo para la expansión de Banco de Chile, hoy en el centro de la polémica por el caso Caval.
El 13 de septiembre de 2012, el directorio del Banco de Chile acuerda citar a junta de accionistas para el 3 de octubre de ese año, para aumentar el capital del banco en $ 250.000 millones. El fundamento de la operación es sostener el crecimiento de la entidad, objetivo que se reafirma en la junta ordinaria del banco del 21 de marzo del año siguiente.
Ese día el presidente de Banco de Chile, Pablo Granifo, destacó los buenos números del banco: la utilidad en 2012 superaba los $ 466.000 millones (casi US$ 1.000 millones) y ostentaba una de las mayores rentabilidades del sector (24% en 2013).
Para el crecimiento del banco, contribuye con fuerza su competencia, BancoEstado. El 20 de diciembre de 2012 la entidad fiscal firma el acuerdo con LQ Inversiones Financieras –la sociedad que Luksic controla en partes iguales con el estadounidense Citigroup y que tiene el 51,2% del banco–, por medio del cual le presta $ 98.900 millones (unos US$ 200 millones).
Según el informe financiero del Banco de Chile al cierre de 2013, durante ese año el aumento de capital consideró aportes de $ 134 mil millones. Dos tercios de eso, provinieron de recursos entregados por el fisco chileno a través de BancoEstado. Otros $ 84 mil millones aportados al crecimiento del banco provinieron de la capitalización de utilidades del mismo.
El crédito otorgado por BancoEstado parece de emergencia. Se trata de un préstamo puente a una tasa anual de 6,05%, pero que vence el 18 de enero de 2013, es decir, un mes después, con recursos provenientes del reparto de dividendos del banco de Luksic.
Diez días después que LQIF paga el crédito a la entidad bancaria fiscal, la misma sociedad vende 98 millones de acciones del banco a Quiñenco a $ 64 por papel, por un total de poco más de $ 6.300 millones.
El crédito también se firmó mientras era presidente de BancoEstado Segismundo Schulin-Zeuthen, quien hoy es candidato principal a presidir la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif) a partir de abril próximo.
De concretarse el anuncio, el ex presidente del Banco de Chile reemplazará a Jorge Awad, también director del banco perteneciente a Luksic.
Curiosamente, Segismundo deberá responder las consultas que la derecha política le pedirá a la Abif respecto de la actuación de Andrónico Luksic en el Caso Caval y por el otorgamiento del crédito a la nuera de Bachelet. Schulin-Zeuthen, entonces, será quien tendrá que evaluar la actuación de su ex jefe en el banco que dirigió por más de 10 años.
Ni Banco de Chile ni Quiñenco estuvieron disponibles para comentar la información. BancoEstado, en tanto, sólo se limitó a señalar que por ley le resulta vedado referirse a clientes específicos. Los antecedentes revelados reflejan sólo parcialmente la exposición del banco estatal al Grupo Luksic, ya que existen cuantiosos créditos interbancarios donde se cruzan créditos de un banco a otro. Sin embargo, es información que la entidad fiscal no revela por ley.
Adicionalmente, aún está pendiente el saldo de la deuda subordinada heredada de la crisis financiera de 1983, cuando la banca quebró y el Banco de Chile –en ese momento en propiedad de otro grupo– fue rescatado por el Estado.
Según LarrainVial, la deuda debiera ser cancelada completamente en 2018. Para 2015 se prevé que el banco pague más de US$ 200 millones. Esa deuda con el Estado, según fuentes de la industria, se traduce en que el banco se financie a tasas más bajas, pues implícitamente cuenta con el respaldo del Gobierno de Chile que, al tener una participación en el negocio, no permitiría que el banco cayera en problemas.
Un último dato: Quiñenco (incluyendo filiales) y CCU (para diversas filiales y relacionadas) mantienen en la actualidad créditos adicionales por un total de $ 68.000 millones, repartidos en forma casi equivalente. En el caso del holding, los créditos aportados por BancoEstado representan un 13% del total de este tipo de financiamiento, porcentaje similar a la participación del banco en el país.
Sin embargo, en el caso de CCU, las deudas con la entidad estatal representan el 67% de los créditos que mantiene con el sector bancario en Chile. Esto, sin incluir la exposición en bonos, en cuyo caso no es posible conocer a los acreedores, puesto que no es información pública.
Los trabajadores también aportan al grupo
Pero no sólo el Estado aporta con financiamiento al grupo a través de BancoEstado. Los casi 9 millones de afiliados al sistema de pensiones local tienen invertidos más de US$ 5.000 millones en bonos y depósitos.
En este caso, es posible conocer gran parte de la inversión en acciones y deuda del Grupo Luksic y sus empresas.
Según lo informado por la Superintendencia de Pensiones, a enero de 2015 un total de $ 3,54 billones, esto es, más de US$ 5.700 millones de recursos propiedad de los trabajadores chilenos estaban invertidos en bonos de Banco de Chile, Quiñenco y las filiales del grupo, además de la valorización de las acciones representativas del 3% del banco que las AFP mantienen en su poder, en representación de sus afiliados.
Sin duda, el banco que lidera Luksic capta gran parte de los recursos aportados por los fondos de pensiones. Al menos US$ 4.700 millones de la apuesta total que hacen las AFP en empresas controladas por el Grupo Luksic, corresponden a distintas vías de financiamiento que tiene el Banco de Chile. De ella, además, casi el 80% está concentrado en bonos y depósitos a plazo.
Curiosamente, Banco de Chile, siendo de un tamaño similar al Santander en colocaciones, capta por larga distancia más recursos a través de bonos (casi el doble), aunque es menor su relevancia en los depósitos.
Según explica un alto ejecutivo de una AFP, la mayor inversión de las gestoras en bonos del Chile respecto del Santander tiene que ver con que el Banco de Chile tiene un perfil menos internacional que el banco de capitales españoles, el cual acude con mayor asiduidad al exterior para captar recursos.
En acciones, las AFP tienen hoy el 3,07% del banco, porcentaje que, si bien parece bajo, significa US$ 327 millones al cierre de enero pasado. En todo caso, a mediados de 2010 las administradoras tenían menos de la mitad de dichas acciones, participación que ha ido creciendo en los últimos cuatro años.
Si bien la acción no ha sido un gran negocio para los afiliados, la fuente de las AFP explica que, al incluir el reparto de dividendos, el retorno de la inversión por acción sube. Y aún más, considerando que el IPSA ha tenido un retorno mediocre desde mediados de 2010, la inversión en la acción del Chile aparece como de las pocas que tienen números positivos en dicho lapso.
En el caso de Quiñenco, donde superan levemente el 2% de la propiedad, han ido reduciendo su participación a casi la mitad desde hace dos años.
Según explican en el mercado, es natural que las AFP inviertan en general en las empresas de los grandes grupos, por su estabilidad financiera en el tiempo, que permite, a su vez, mantener cierta estabilidad en las inversiones.
Lo que aportan en retorno
Beneficencia
Entre la minera Antofagasta Minerals, Banco Chile, CCU y el resto de sus empresas, emplean a un total de 39 mil trabajadores en forma directa en Chile, de acuerdo a cifras al cierre de 2013.
A eso se suman los alrededor de 15 contratistas que trabajan vinculados a las operaciones y proyectos de la minera.
El aporte al fisco tampoco es menor. De acuerdo a sus memorias anuales, en 2013 la minera pagó 840 millones de dólares en impuestos, y Quiñenco, el holding que agrupa al resto de las empresas, pagó 80 mil millones de pesos.
Además, el Grupo Luksic, a través de sus empresas y a nivel personal, ha sido uno de los principales aportantes y donantes a la Teletón.
A nivel personal, el aporte de la familia fue de 1.500 millones de pesos en 2012. Pero el año pasado anunciaron un compromiso a tres años para la construcción de un nuevo instituto Teletón en Antofagasta, con un aporte de $ 2.500 millones para el primer año.
La familia también hace considerables aportes a través de las fundaciones como Andrónico Luksic Abaroa, Instituto Pascual Baburizza, Fundación Oportunidad, Fundación Amparo y Justicia, y la Fundación Ena Craig.
Fuente: El Mostrador