por Jorge Lavandero I.
El presidente Eduardo Frei Montalba promovió la chilenización del cobre, sucedida por nacionalización visionaria del Presidente Salvador Allende, en 1971.
La primera arremetida contra nuestra principal riqueza, en plena dictadura, corrió por cuenta del representante de la oligarquía financiera, el ministro de triste memoria, Fernando Léniz.
Afortunadamente fue rechazada con mucha fuerza por el presidente de la Junta, el almirante José Toribio Merino, quién señaló:
”Los militares no privatizaremos lo que el pueblo aprobó por unanimidad, si otros gobiernos lo hacen, ellos deberán darle cuenta al pueblo de Chile”.
La segunda oportunidad, fue en 1982, al introducir de contrabando, “la concesión plena”, ideada por José Piñera, algo jurídicamente ininteligible, pero que significó que el Presidente de Patria y libertad, el abogado constitucionalista y asesor de Pinochet, abandonase públicamente la junta de gobierno, señalando que esa disposición era inconstitucional, en relación con el artículo 19 N°24 de la Constitución, declaración que impediría que las empresas multinacionales de cobre, se atreviesen a invertir en Chile en ese momento.
La tercera oportunidad fue a partir de la llegada de la concertación, con el tristemente célebre Presidente Patricio Aylwin, quien había llegado a un acuerdo, junto a Valdés y Lagos con el departamento del Estado, entre otras cosas, permitir que la disposición inconstitucional de la “Concesión plena” el modelo neoliberal y la nueva constitución para defender el acuerdo y que la ley de la Concesión plena, rigiera de plenitud.
De esta manera, las empresas multinacionales comenzaron a apoderarse del 72% , en forma gratuita, de nuestra principal riqueza y dejarle al país hasta el día de hoy, no más de un 28% de nuestro cobre e ignorando el evento nominado como el día de la dignidad nacional, cuando se nacionalizó totalmente el cobre y comienza a producirse el verdadero saqueo al bolsillo de todos los chilenos, sin que además paguen los debidos impuestos, ni el royalty por extraer este recurso no renovable.
Es a tal punto el saqueo, que Codelco, habiéndole dejado menos del 1/3 de nuestro cobre, le ha estado entregado al país, más de dos veces, que lo que le entregan, quienes explotan los 2/3 de nuestro cobre, así de claro y simple, a pesar de las tremendas irregularidades y robos de los nuevos ejecutivos de Codelco, venidos últimamente, de las mismas multinacionales del cobre, pero con robos y todo, le aportan al estado más del doble de lo que le aportan las multinacionales del cobre al país.
Ustedes podrán darse cuenta, de cómo saquearán las empresas extranjeras a nuestro país, que a pesar de los gigantescos robos en Codelco, esta empresa estatal le entrega, más del doble que los que están explotando los 2/3 de nuestro cobre.
El cuarto ataque que está recibiendo nuestra principal riqueza proviene de la declaración de la UDI, partido que se demuestra, a la derecha de la dictadura, en especial incluso, en contra de la firme declaración del Almirante José Toribio Merino y de la propia declaración del abogado constitucionalista Pablo Rodríguez, presidente de “Patria y Libertad”.
Partido que ha declarado en el canal 13, de Propiedad del Sr. Luksic, ya propietario de “Los Pelambres” y del Banco de Chile, privatizado con los dineros de todos los chilenos desde el Banco del Estado, a través de su presidente el socialista Jaime Estevez, donde este partido ha declarado, que hay que privatizar Codelco y el canal de TVN, para bajo la encubierta de disponer fondos para la epidemia del coronavirus, pero finalmente intentado matar la gallina de los huevos de oro para Chile.
Yo no me atrevo a plantear que cargo se le podría imputar a quienes utilizan un verdadero terrorismo económico, para desvalijar a todos los chilenos, de una manera tan irresponsable y artera y contra la voluntad manifestada en forma unánime por el pueblo de Chile.
Creo que Ud. y otros que estén leyendo estas líneas, son los que debieran calificar esta increíble actuación de ese partido denominado UDI.
Ciudadano: usted tiene la palabra.
