La publicación de otra serie de correos electrónicos entre Pablo Longueira y el ex gerente de SQM Patricio Contesse genera todavía más preguntas y conjeturas sobre el verdadero rol del «coronel» UDI al servicio de la empresa minera, parte interesada en determinados trámites legislativos como la reforma tributaria y un proyecto de royalty minero impulsado en 2010.
La fluida correspondencia entre el ejecutivo y el ex parlamentario da cuenta de una fluida coordinación entre ambos, aparentemente para cautelar los intereses de la empresa minera cuya cabeza más visible era Julio Ponce Lerou, ex yerno de Pinochet.
En este contexto es que desde la Fundación Ciudadano Inteligente, quienes participan como querellantes en el caso SQM, piden que Longueira aclare a qué respondía esta relación con Contesse.
«Esto revela que Longueira estaba jugando un rol por intereses corporativos y particulares de quienes lo habían financiado muchas veces durante campañas. En los trámites legislativos también estuvo muy vinculado con su sector político», asegura Rodrigo Echecopar, subdirector de la ONG a La Segunda.
En una línea similar se expresó el senador RN José García Ruminot, de la Comisión de Hacienda, donde se tramitó la reforma tributaria «Al momento de la reforma tributaria, Pablo Longueira no cumplía ningún rol público. Él había dejado de ser parlamentario y ministro, pero dada su calidad, me parece que sería bueno que él aclarara la función que cumplió durante la reforma tributaria», afirmó.
Durante la discusión del proyecto, el negociador con el resto de las partes, comisionado por la UDI Juan Antonio Coloma admitió que Longueira tuvo un rol activo en las conversaciones. «dentro de esta reforma le pedí ayuda a mucha gente, tal como se lo pedí a muchos economistas y tributaristas», decía Coloma en 2014. «Una de ellas fue Pablo Longueira, me interesaba una opinión específica que él pudiera explorar», aseguró.
Longueira intentó institucionalizar esta habilidad para generar puentes, establecer contactos y hacer lobby entre partes en conflicto. Según recuerda el vespertino en julio de 2014, una semana antes de la fecha asignada a uno de los mails con Contesse, el ex ministro y senador UDI confirmaba que ponían fin a una consultora de este estilo que habían formado con Andrés Chadwick, Luis Hermosilla y alianza con Imaginacción (de Enrique Correa, a la sazón asesor de SQM). La sociedad había sido formada poco después de que terminara el gobierno de Sebastián Piñera.
«Hemos decidido poner término a este proyecto privado común para, por una parte, evitar cualquier interpretación equivocada sobre sus objetivos y, por otra, poder actuar con libertad en la vida pública, desde distintas opciones o lugares», decían en la carta donde oficializaban la decisión.