por Monique Sedgwick (*), Jeffrey MacCormack(**), Lance Grigg (***).
Desde enero del 2018, todos los viernes por la tarde, una clase de campus en Canadá se transforma. Las mesas se colocan con dos sillas, una frente a la otra; un tablero de ajedrez invita los jugadores a comenzar.
Un tablero interactivo de color blanco muestra un juego en progreso. Al lado, otro tablero se coloca con un “problema de ajedrez”.
A las 13:30, los jugadores empiezan a aparecer. La habitación se llena de ruidosas voces juveniles que hablan de cómo estuvo su semana y que piden jugo y galletas.
La escena es como cualquier reunión juvenil, con una diferencia: los acompañan trabajadores de hogares grupales y oficiales de libertad condicional.
Todos estos jóvenes están involucrados con el sistema de justicia penal y han asistido a lo que se conoce como el Programa de Ajedrez para la vida en la Universidad de Lethbridge en Alberta, como parte de su sentencia.
Las sentencias para los jóvenes que se involucran en delitos no violentos tradicionalmente han tenido una carga punitiva (por ejemplo, cumplir tiempo en un centro de detención juvenil). Sin embargo, las investigaciones sugieren que los modelos punitivos tienen muy poco impacto al momento de reducir las probabilidades de reincidir.
De hecho, las sentencias punitivas pueden dar resultados pobres a nivel social, bajos índices de empleo y un aumento en la deserción escolar.
Ajedrez para la vida
Algunas personas piensas que es necesario un enfoque para la rehabilitación en las sentencias. Por ejemplo, los jóvenes podrían ser sentenciados a programas que les brinden oportunidades de desarrollar habilidades para la vida y para establecer relaciones más positivas. Esto podría dar como resultado un aumento en los niveles de auto confianza y en la disminución en las probabilidades de reincidir.
Las iniciativas de sentencias alternativas se enfocan en prácticas de sentencia justas que apoyan la reinserción de los jóvenes a la comunidad.
Dentro de la Young Offenders Branch (Sección de Jóvenes Infractores) del gobierno de Alberta y la oficina del viceministro adjunto de la provincia, hay un movimiento hacia la condena alternativa para jóvenes involucrados en crímenes no violentos.
Como resultado, el Ministerio de Justicia de Alberta y las facultades de educación y ciencias de la salud de la Universidad de Lethbridge se han unido para ofrecer un programa único como una frase alternativa: Ajedrez para la Vida.
Ajedrez para la vida es un programa de instrucción de ajedrez de 25 horas dirigido por los antiguos jugadores de ajedrez Dr. Lance Grigg y los asistentes Riley Kostek y Josh Markle. Los jóvenes aprenden las estrategias de apertura, medio y final mientras juegan con los dirigentes del programa y con otros asistentes.
Si bien es posible que los jóvenes no se den cuenta, también desarrollan habilidades de razonamiento, resolución de problemas, atención, planificación, enfoque y toma de decisiones.
“Todo movimiento tiene una consecuencia”
Aunque todo esto suena muy bien, no existe mucha investigación sobre cómo la influencia del aprendizaje del ajedrez puede incentivar el autocontrol y la toma de buenas decisiones en la vida de los jóvenes.
Para abordar este vacío, nuestro equipo de investigación, dirigido por Monique Sedgwick y Jeffrey MacCormack, está llevando a cabo un estudio que explora cómo los jóvenes atrapados en el sistema de justicia penal y que participan en el programa Ajedrez para la vida se ven a sí mismos mientras aprenden a jugar ajedrez.
Hasta ahora hemos observado que a los jóvenes, en su mayoría, les gusta asistir a las sesiones de entrenamiento. Dicen que realmente les gusta lo silenciosa que es la sala y que durante las dos horas que están en el aula, las cosas suceden a un ritmo más pausado y todo debido al ajedrez.
Aquí tienen la oportunidad de dejar en la puerta las distracciones, los desafíos y el dolos que sufren en el día.
También notamos que los jóvenes se han vuelto más reflexivos. Hacen buenas preguntas sobre los momentos del juego: preguntas que demuestran que están desarrollando habilidades de planificación y resolución de problemas.
Ahora saben por qué son importantes los cuatro cuadros medios del tablero; todos necesitamos un centro fuerte. Antes de mover un jugador, les escuchamos planear sus movimientos al reflexionar en las consecuencias de mover una pieza de una manera particular.
Tal vez el comentario más revelador que un joven haya compartido y que refleja la influencia positiva del programa, es que él desea haber “aprendido a jugar ajedrez mucho antes”.
En la vida, como en el ajedrez, cada movimiento tiene una consecuencia.
A pesar de que el estudio se encuentra en etapas preliminares de recolección de datos, las observaciones iniciales sugieren que el programa Ajedrez para la Vida es una buena sentencia alternativa para ayudar a estos jóvenes a rehacer sus vidas.
(*) Profesora Asociada de Enfermería, Universidad de Lethbridge; (**) Profesor Asistente de Psicología Educativa, Universidad de Lethbridge; (***) Profesor Asociado de Educación, Universidad de Lethbridge.
Fuente: The Conversation