Rolando Jiménez, histórico líder del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual, MOVILH, reivindicó su participación en la lucha armada contra la dictadura de Augusto Pinochet, afirmando «la derecha no tiene calidad moral» para cuestionarlo por ello. Recordó que fue bárbaramente torturado, y luego relegado por orden del entonces Ministro del Interior, Sergio Onofre Jarpa, uno de los fundadores de Renovación Nacional.
Ante los cuestionamientos surgidos desde la Alianza luego de que revelara su rol de dirigente comunista en La Pincoya, su actuación en el ataque contra un colaborador de la CNI, el uso de armas contra carabineros y el reclutamiento de frentistas que luego atentaron contra Pinochet, Jiménez aseveró que todo ello está «legitimado» por «el contexto de brutal represión, de asesinatos, tortura, detenidos desaparecidos, de ejecuciones extrajudiciales» que vivía el país bajo «una oprobiosa dictadura que, además, hambreaba al pueblo».
«Hay que recordar que llegamos a tener 40 por ciento de cesantía en ese periodo. Por lo tanto, en ese contexto se justifica y es legítimo que un pueblo se alce en armas contra una dictadura como la que encabezaba Augusto Pinochet», señaló.
«Yo mismo fui torturado y mi decreto de relegación arbitraria durante 90 días, en dos oportunidades, fue firmado por un connotado hombre de Renovación Nacional, Sergio Onofre Jarpa. Yo denuncié la tortura de la que fui objeto en ese momento y eso le pasó a miles de chilenos. Por lo tanto, la derecha no tiene calidad moral, no tiene autoridad ética para cuestionar a alguien que se alzó contra una dictadura sangrienta», afirmó el activista en radio Cooperativa.
«La UDI y Renovación Nacional son de una hipocresía y un oportunismo salvajes. Además están utilizando este tema respecto de mi participación en la dictadura como una cortina de humo para la crisis en la que están metidos por el caso Penta», consideró.
Rolando Jiménez ratificó además, como lo ha señalado en los últimos días, tras conocerse los detalles de ese periodo de su vida, que habría estado dispuesto a participar en un atentado para matar a Augusto Pinochet.
«Por cierto, si yo hubiese sido honrado por la organización a la que pertenecía para participar en el tiranicidio, no habría dudado un minuto en hacerlo», señaló.
«Nadie cuestionaría, por ejemplo, si alguien hubiese complotado –que, además, lo intentaron- contra Hitler. Si el atentado a Hitler hubiese sido exitoso, probablemente se habrían salvado millones de vidas y esa persona o ese grupo de personas serían considerados héroes por la humanidad. Bueno, el contexto chileno daba para eso. Era una feroz represión, brutal, y hubo miles de chilenos, entre ellos yo, que aportamos un granito de arena en la lucha contra la dictadura y por la recuperación democrática», argumentó.
Vuelta a la democracia sólo por el voto «es una falacia»
El ex candidato a diputado por el Partido Progresista defendió además en Cooperativa el valor que tuvo la vía armada en el objetivo de avanzar hacia la salida de Pinochet del poder, señalando que la tesis que atribuye esto sólo a las urnas «es una falacia».
«La recuperación de la democracia se debió a una serie de factores, entre otros las movilizaciones. Yo fui testigo de todo el proceso dictatorial, lo viví en La Pincoya, en la zona norte de Santiago, y las movilizaciones, las tomas de terreno, la organización de los estudiantes, de los trabajadores, de los pobladores en contra de la dictadura, más el propio itinerario con que el régimen se casó, permitieron recuperar la democracia parcialmente. Hay que recordar que ésta fue una transición negociada con el dictador sentado en la comandancia en Jefe del Ejército primero y después en el Senado, como senador vitalicio», indicó.
«En ese contexto, no sólo el lápiz y el voto botaron a la dictadura, también fue la movilización social permanente y ascendente, y también aquéllos que arriesgaron la vida con las armas en la mano en contra del régimen militar», dijo.
Rolando Jiménez fue también consultado por los eventuales requerimientos judiciales que pudieran derivar de sus recientes confesiones. Entre ellos está el del abogado Raúl Meza en representación de la denominada «Agrupación de Víctimas del Terrorismo», quien anunció que pedirá al juez Mario Carroza que lo cite a declarar por su «presunta participación» en atentados cometidos en contra de civiles y uniformados entre 1970 y 1990.
«Yo no tengo ningún problema en acudir a la citación de un tribunal de la República. Gracias a que luchamos contra la dictadura hay Estado de Derecho, hay un Poder Judicial independiente, que no lo era en la época de la dictadura. Por lo tanto, yo no tengo ningún problema en explicar lo que yo estaba haciendo el año 80 en Chile respecto a la dictadura», afirmó.
El líder del Movilh agregó que, del mismo modo, «también tienen que explicar la UDI y Renovación Nacional cómo sus fundadores participaron en el gobierno militar: fueron ministros, fueron subsecretarios, fueron jefes de servicio, intendentes, alcaldes designados. Ellos tienen que explicarle al país por qué no hicieron nada por detener la violencia, el asesinato, la tortura y las desapariciones».