viernes, noviembre 22, 2024
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Intendente Huenchumilla: Despido sin Renuncia ni Realismo

De una manera intempestiva, y sin que medie una explicación clara para la ciudadanía, el Gobierno relevó de su cargo al Intendente de la Novena Región, Francisco Huenchumilla, el mismo día en que este presentó una propuesta de solución para el inveterado conflicto con el pueblo mapuche, y en medio de la marcha de los camioneros de la región hacia La  Moneda. Durante el día afloraron justificadas aprensiones acerca de que la salida de Huenchumilla represente el regreso del enfoque policial y represivo a dicho conflicto. En su reemplazo, el Gobierno designó a Andrés Jouannet Valderrama, académico de la Universidad de La Frontera, ex gobernador de Cautín en el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet  y cercano asesor del Ministro del Interior, Jorge Burgos. Huenchumilla no se retiró sin formular ácidas críticas al Ministro del Interior.

 

Francisco Huenchumilla (DC), quien hasta la mañara de este martes era el intendente de la Región de La Araucanía, anunció hace dos semanas, el pasado miércoles 12 de agosto, que haría una «propuesta» en orden a «contener la violencia política» en la zona.

En sus primeras declaraciones tras hacerse pública su salida, el ex alcalde de Temuco relacionó directamente la decisión de La Moneda con la entrega de este documento, de 47 páginas, titulado «Propuesta al Gobierno respecto de la situación de la Región de La Araucanía».

Huenchumilla mismo ordenó la difusión del escrito tras afirmar que el ministro del Interior, Jorge Burgos, miembro de su mismo partido, ni siquiera quiso leerlo.

«Antes de conocerla tomó la decisión de echar al autor (…) Probablemente le tuvo miedo a la propuesta», afirmó el ex ministro vocero del Gobierno de Ricardo Lagos, quien consideró esto como un «grave error político».

«El mismo día que hago la propuesta me dicen: ‘Váyase'», insistió Francisco Huenchumilla, quien presagió que, a partir de ahora, la administración Bachelet va a seguir el camino del «garrote» ensayado por los pasados gobiernos de la Concertación.

El contexto

La señalada «Propuesta al Gobierno respecto de la situación de la Región de La Araucanía» comienza con un extenso «marco teórico» dentro del cual, argumenta Huenchumilla, debe comprenderse el actual conflicto, que -señala- se ha agravado desde el año 1997 a partir de las acciones de grupos mapuche que iniciaron una estrategia de «ruptura» con el Estado, basada en la «desconfianza» y la estrategia «policial y judicial» de las diversas administraciones.

«La actual estrategia de violencia política (…) solo se explica por la falta total de confianza en el Estado y sus Instituciones», advierte.

«La Región de la Araucanía vive en una situación de violencia desde hace unos 20 años a la fecha. Los antecedentes indican que la quema de 3 camiones en la comuna de Lumaco el año 1997, marcó el punto de inflexión. De ahí a la fecha se han sucedido, año tras año, numerosos y permanentes hechos de violencia como incendios, quemas de predios, cortes de caminos, enfrentamientos de grupos con la policía, muertes de mapuche y no mapuche», consigna.

«Esta es una propuesta que parte de la base que la estrategia judicial y policial, usada por los distintos gobiernos desde la década de los 90 a la fecha, está agotada. Por lo tanto, esta propuesta se basa en un enfoque político que pretende ir al fondo de las causas de por qué un sector del mundo mapuche optó por una vía no institucional. Esto no quiere decir que los delitos no deban perseguirse», explica Huenchumilla, quien admite que «alguna de las propuestas van a producir, probablemente, voces de alarma porque cambian ciertos paradigmas en Chile».

El ex intendente considera indispensable un «sinceramiento» respecto de los hechos históricos a los que se remonta el problema, con el arribo militar del Estado chileno al territorio mapuche, así como de su carácter multicultural antiguo y actual.

«El camino (…) para una solución al conflicto de la Araucanía, pasa por un acto de realismo del Estado de Chile. Aceptar que existen pueblos originarios anteriores a la formación del Estado y uno de los cuales y el más importante, es el Pueblo Mapuche (…) Aceptar esta realidad implica cambiar la estructura del Estado-Nación, a un Estado plurinacional que necesariamente debe verse reflejado en el pacto político que es la Constitución Política», afirma.

«Lo primero que tiene que hacer el país si quiere solucionar este conflicto es hacer un acto de sinceramiento respecto de lo que es y de la composición de sus habitantes. El acto de ficción que creo el Estado-Nación pensando que única y exclusivamente existían chilenos desconociendo a los pueblos originarios fue un acto propio del siglo 19 que hoy no resiste un análisis serio», señala.

Según el ex diputado, también se debe «aceptar la  interpelación que le hace el pueblo mapuche al Estado en orden a la devolución de las tierras que éste le arrebató en el siglo XIX, proceso conocido eufemísticamente como ‘Pacificación de la Araucanía'».

Aclara luego que el reconocimiento de la multiculturalidad «no tiene nada que ver con la unidad política del Estado, porque una cosa es la unidad política y otra cosa es la realidad sociológica».

En las empresas forestales «está el conflicto»

La propuesta también pone énfasis en la «cosmovisión» mapuche, cuya valoración de la tierra no corresponde a la mirada occidental capitalista productivista y, en dicho contexto, realza la responsabilidad que le cabe a las grandes empresas forestales en el mencionado conflicto, apuntando a que «el tema de las tierras pasa a ser (…) determinante en cualquier salida que se busque al problema de la violencia política».

«La visión occidental está fundada en el cristianismo donde el hombre (el ser humano) es el centro de la vida, el señor dominador de la naturaleza. Es una visión antropocéntrica. En el mundo mapuche no se concibe el ser humano sino en contacto y en relación con la naturaleza, sus árboles, ríos, lagos, flora, bosques, etc. Por ello la tierra es parte de la vida hábitat natural en que se desarrolla la familia y la comunidad, y no un bien de producción. Esto explica que para el mundo mapuche ha sido tan difícil aceptar la plantación de bosques artificiales y la acción de las empresas forestales (…) El tema de las tierras, en consecuencia, no es un problema agrícola para los mapuches; las tierras forman parte de su existencia y su cosmovisión», plantea el documento.

Huenchumilla explica que «los sectores de agricultores tradicionales de la Araucanía han sufrido el embate de esta estrategia de ruptura política», pero «en este conflicto ellos no tienen responsabilidad política», pues «el responsable es el Estado» y, «entonces, estos agricultores se encuentran en medio de un conflicto entre el Estado y los mapuche».

Situación diferente es la de la industria forestal, que «fue la que cambió la estructura rural en La Araucanía».

«Estas empresas deben entender que, en el largo plazo, esta actividad, tal como está hoy día y con el conflicto actual, no es viable en la Araucanía sino hay un cambio en el modelo de negocios y un retiro gradual de los territorios de las comunidades mapuche (…) Me atrevo afirmar que si resolvemos el problema causado por las grandes empresas forestales el conflicto se reduciría a un mínimo», plantea.

«Para no entrar en el terreno de las cifras, digamos solamente que una sola de las grandes empresas forestales tiene mas de 300 comunidades colindantes y está presente en mas de 1500 territorios mapuches», señala el ex intendente, que menciona además, «como dato de la causa, que, será pura coincidencia, en las comunas más pobres del país su territorio está lleno de predios forestales donde su gente, viviendo en extrema pobreza, ve pasar la riqueza perteneciente a un grupo de empresas de las más prósperas del país. Ahí está el ‘conflicto’, mas allá de lo que sucede con los predios de los particulares», asegura.

Sin perjuicio de lo anterior, Huenchumilla considera que «la actividad forestal (…) ya está en la cultura económica de la mayoría de las comunidades mapuche», las que podrían desarrollando dicha actividad productiva en caso de ser propietarias.

Propuestas constitucionales e institucionales

Francisco Huenchumilla dedica las últimas 20 páginas del documento a enumerar y explicar decenas de propuestas concretas basadas en los conceptos antes enunciados.

Dentro de éstas destacan la conformación de una «Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato» que elabore un informe, el llevar adelante «un proceso de diálogo con todas las fuerzas políticas del país» y también «todos los sectores, salvo con las grandes empresas forestales» encabezado por el ministro del Interior, y la realización de lo que denomina «Parlamento del sigo XXI».

En lo referente al ya consignado «sinceramiento» plantea un «cambio en la rstructura del Estado» con una reforma a la Constitución, que contenga:

«Reconocimiento de un Estado Plurinacional», «reconocimiento de los pueblos originarios como sujetos de derechos colectivos» y «del derecho a la autodeterminación».

En el ámbito de la institucionalidad, incluye la «creación del Ministerio de Asuntos Indígenas o Ministerio de Pueblos Originarios», «Transformación de la Conadi en una Corfo Mapuche o en una Agencia para el desarrollo de los Pueblos Indígenas», la creación del «Consejo de Pueblos Indígenas o el Parlamento de Pueblos Originarios» y la «plena aplicación» del Convenio 169 de la OIT «y del Derecho Internacional Indígena».

Huenchumilla propone también «escaños reservados» a representantes indígenas en el Congreso: «Proponemos que sean diez diputados, siete para el pueblo mapuche, uno para el pueblo rapa nui y dos para el resto de los pueblos originarios. Y en el Senado que existan tres representantes».

La propuesta incluye la creación de «nuevas comunas en la Región de la Araucanía que permitan tener al Estado más cerca de la gente».

«Deberían crearse nuevas comunas en Licanray, Labranza, Icalma, Pailahueque, Puerto Domínguez, Capitán Pastene, Cajón, Queule, Barros Arana, Pillanlelbún y tantas otras localidades que harían más eficiente su administración y la participación de los vecinos. Igual cosa sucede con la comuna de Temuco que debería dividirse en 3 ó 4 comunas, como Pedro de Valdivia, Pueblo Nuevo, Santa Rosa, Amanecer, Fundo El Carmen por nombrar algunos macro sectores», señala.

El ex ministro pide también «oficializar el Mapuzugun en la región de la Araucanía» y «hacer una edición especial con el informe de la ‘Comisión Presidencial de Verdad Histórica y Nuevo Trato’ para ser distribuida en el sector público y en dirigentes sociales y gremiales», junto con «declarar material didáctico oficial al informe, (…) de tal manera, que sea el material que se enseña en la educación en la asignatura de Historia de Chile».

«Retiro de las empresas forestales del territorio»

Respecto al aspecto territorial, el ex intendente propone «establecer un Registro Público de Tierras (…) bajo la responsabilidad de la Conadi», «finiquitar el proceso de compra de tierras pendientes según los compromisos adoptados por los distintos gobiernos con determinadas comunidades (Viera-gallo, Andrade, etc.) en un plazo máximo de septiembre del año 2017, es decir 2 años».

En medio de este procesa señala que «toda compra de tierras debe respetar la unidad de las comunidades y propender a la mantención y conservación, en la medida de la realidad del siglo 21, de los lof y territorios indígenas».

También propone «constituir una Comisión Gubernamental compuesta por el Ministro del Interior, el ministro sectorial respectivo, el Ministro de Agricultura, el Director Nacional de la
Conaf, el Director Nacional de la Conadi y los Intendentes de la Región del Bío Bio y la Araucanía, cuyo objetivo será entablar un proceso de negociación con las grandes
empresas forestales (…) para el objetivo final que es el traspaso de los predios de las grandes empresas forestales a las comunidades mapuche colindantes».

El ex alcalde habla abiertamente de un «sistema de retiro gradual y sostenido de las empresas forestales del territorio donde están asentadas las comunidades mapuche» y propone avanzar hacia la transformación de la Araucanía «en un territorio verde».

En medio de este proceso «la prioridad general serán los predios de las grandes empresas forestales colindantes con las comunidades indígenas, la segunda prioridad serán los grandes predios que fueron parte del territorio ancestral mapuche» y quedarán «excluidos de este proceso los predios de los pequeños y medianos agricultores y campesinos».

«Deberá propenderse a tener conjuntos de territorios para que allí las comunidades puedan ejercer el principio de la autodeterminación en sus asuntos internos», considera.

Reparación a las víctimas y Ley de Amnistía

Francisco Huenchumilla afirma además que «debe quedar establecido el marco de la realidad y legal de reparación a las víctimas, mapuche y no mapuche, sucedido con motivo de este conflicto», e «igualmente debe quedar operativo el marco legal de un seguro para que el Estado responda frente a eventos futuros de riesgos posibles».

Para este fin propone la «creación de una comisión especial presidencial formada por personalidades mapuche y no mapuche de prestigio, ecuanimidad y de aceptación indubitable, cuya finalidad sea determinar y establecer las personas que han sido víctimas de la violencia en la Araucanía durante los últimos veinte años».

Luego, «dictar una ley de reparación para las víctimas que indubitablemente establezca la Comisión» y «establecer por ley un seguro para cubrir los riesgos a que pueden verse sometidas las personas con ocasión de la violencia la que conlleva el conflicto. El seguro debe tomarlo el Estado para cubrir su responsabilidad frente a las personas».

«Este proceso deberá realizarse de manera tal que sienten las bases del Acuerdo que debe firmarse en el Parlamento (‘del Siglo XXI’) a celebrarse en septiembre del año 2017», que «concluirá con una Ley de Amnistía».

«Este Parlamento deberá celebrarse con los liderazgos mapuche de todos los territorios respectivos y de las autoridades políticas pertinentes del Estado (…) A este Parlamento se invitará a los candidatos presidenciales inscritos para las elecciones de ese año, igualmente se invitará a los candidatos a cargo de elección popular de los respectivos territorios».

«El objetivo de este Parlamento será iniciar una nueva relación entre el Estado, la sociedad y los pueblos originarios y específicamente el pueblo, en base a la justicia, el respeto mutuo y la paz en base a los lineamientos aquí señalados y los aportes de los sectores», explica.

«Firmado los acuerdos de este Parlamento se procederá a la dictación de una ley de amnistía, salvo para los delitos de sangre», finaliza el extenso documento.

Descargue la propuesta del ahora ex Intendente

Huenchumilla: «El Gobierno está equivocado»

Al comentar su salida, Francisco Huenchumilla acusó que el Gobierno le “dio una chiva” (mentira) para poder pedir la renuncia y criticó duramente al ministro del Interior, Jorge Burgos, a quien acusó de tener miedo a su propuesta para la paz en La Araucanía y de estar equivocado respecto a cómo abordar el conflicto mapuche.

No obstante, más tarde Burgos dijo que nunca recibió la propuesta de Huenchumilla y que los intendentes no se mandan solos.Sobre la conversación con el ministro Burgos, Huenchumilla dijo a Radio Bío Bío que le sugirió hablar con los mapuches y con los camioneros que van rumbo a Santiago:

“Se lo he dicho toda la semana y no lo hace. Probablemente al ministro Burgos eso no le gusta y le gustaría un intendente que le dijera ¡yes men! a todo, y yo no soy así”.

Sobre la situación que decantó en su destitución, Huenchumilla expresó que “a mí me llamó el ministro Burgos diciéndome que el Gobierno me pedía la renuncia (…) la explicación que dio es que el Gobierno quería tener una persona de aquí hasta el final del mandato, una sola persona… o sea, me dio una chiva en el fondo.

A mí el ministro debió haberme dicho la razón: no estamos de acuerdo con tu planteamiento, con las cosas como tú ves en la región de La Araucanía. Pero no, fue una salida así formal…” sentenció.

Huenchumilla profundizó su crítica al Gobierno diciendo que va en un camino «equivocado»:

«El gobierno simplemente no quiere escuchar.Tampoco a sus intendentes. El Gobierno comete errores políticos», agregó.Criticó que el ministro del Interior haya ido «un par de veces» solamente a la región y que pese a eso le moleste que le digan que lo que él plantea «no es la solución».

“Yo no logro entender por qué estando comunidades mapuche al interior de la Conadi, habiéndose comprometido el ministro Barraza de venir acá, y a los diez minutos me dice que el Ministerio del Interior le da orden que no venga a La Araucanía. Eso no lo logro entender.

Cuando yo le digo al ministro del Interior que tiene que recibir a los camioneros, que ese es un problema, que es necesario un seguro para reparar a las víctimas de eso. Seguramente al Gobierno no le gusta esto. Seguramente le gusta un intendente subordinado que se quede callado y que tenga temor a las autoridades y que no sea capaz de dar una opinión. Entonces en ese sentido yo creo que soy una piedra en el zapato”.

Senador Navarro: Ojalá salida de Huenchumilla no signifique el regreso de la represión como política institucional»

Como un “decisión precipitada y errónea” calificó el líder del MAS la destitución del intendente Francisco Huenchumilla el mismo día que entregaría su Propuesta para la Paz para la Araucanía en el Trawun Seminario “Chile Plurinacional”, y en medio de la marcha de la Confederación Nacional de Transportes y de la toma de la Conadi.

Para el senador del MAS “no habrá mejor intendente que Francisco Huenchumilla en la Araucanía. Es un hombre que conoce la realidad histórica del pueblo mapuche. Ha sido diputado, alcalde, intendente, ministro y sabe cómo funciona el Estado”.

A juicio del senador Navarro “la salida de Huenchumilla no puede significar el regreso de una política de represión institucionalizada por parte de Carabineros hacia las comunidades mapuche” -agregando que- “no es posible que el conflicto sea visibilizado en la agenda pública sólo cuando ocurren hechos como la quema de camiones”.

Del mismo modo desmintió que la salida de Huenchumilla haya sido tratado anoche en la reunión de presidentes de partido “quiero desmentir categóricamente que se haya tratado anoche en reunión de presidentes de la Nueva Mayoría, la petición de renuncia a Francisco Huenchumilla. No fue tema, ni el MAS tenía conocimiento”.

Para Navarro “Huenchumilla hizo lo que pudo con las deficientes instrumentos jurídicos e institucionales que hoy existen. La Conadi es una institución agotada, toda vez que no posee la jerarquía institucional para imponer la política indígena del gobierno frente a los otros ministerios, como minería, agricultura o energía”.

Respecto al nuevo intendente Andrés Joaunnet, quien hasta el día de ayer se desempeñaba como asesor del ministro Burgos en Interior, el parlamentario sostuvo que “espero que entienda que el conflicto Mapuche no es un problema policial sino que es político. Las comunidades reclaman por la devolución de tierras ancestrales, de modo que ellos tengan un territorio organizado, donde puedan ejercer el derecho a establecer sus prioridades en materia de desarrollo y contar con los recursos naturales necesarios para asegurar su existencia como pueblo».

Asimismo señaló que “Andrés Joaunnet debe tener claro que el problema de fondo es el avance de la industria forestal en tierras reivindicadas por las comunidades mapuche y el impacto que esto acarrea sobre el hábitat de las comunidades que allí habitan. Ese es un problema que no se soluciona con más policías reprimiendo».

El parlamentario por la región del Biobío dijo “la paz social sólo se logrará con una política de Estado, que en primer lugar reconozca al pueblo mapuche y en segundo lugar instaure un programa de devolución de las tierras usurpadas”.

Para Navarro “una nueva relación con el pueblo mapuche sólo se establecerá cuando las forestales retrocedan y se restituyen las tierras a sus legítimos dueños”.

Finalmente Navarro dijo que “espero que el gobierno entienda que las empresas forestales no pueden ser sólo parte del problema, sino también parte de la solución. No podemos tener a centenares de carabineros cuidando los predios y los camiones eternamente”.

Izquierda Ciudadana deplora abrupta salida de Intendente Huenchumilla

El vicepresidente de la Izquierda Ciudadana (IC) Diego Ancalao, junto con lamentar la abrupta salida del intendente de La Araucanía, Francisco Huenchumilla, aseguró que la responsabilidad sobre el pueblo mapuche es del Estado y “no de un mapuche que ha trabajado para el Estado».

Indicó que “cuando la estructura del poder de un estado es injusta, los que pagan el precio son los postergados. El problema no es un engranaje de esta fábrica de injusticias y discriminación, sino los que administran y defienden la estructura».

«De tal manera -agregó- los problemas estructurales necesitan soluciones estructurales»

A su juicio, la remoción de Huenchumilla en nada contribuye a la solución de los problemas que desde hace mucho se viven y se sienten en La Araucanía.

“Es lamentable que el centralismo impida que las dificultades se visibilicen y peor aún que se trasladen a una persona, cuando se le da tremenda cobertura mediática a una movilización de camioneros que viajan a Santiago protestando contra un seudo terrorismo, alimentado y montado por la derecha y los grandes empresarios y latifundistas», aseveró.

Ancalao aseguró que el llamado conflicto indígena no es nuevo y su falta de soluciones no es responsabilidad de Francisco Huenchumilla, sino que “es un problema de Estado”.

Sostuvo que el escenario para quien encabece el Ejecutivo en la zona no es ni será fácil. “Mientras no se reconozca que Chile es un país plurinacional no habrá avances, sea cuál sea el apellido del intendente.  Y responsabilizar a una autoridad en especial es un camino fácil que como siempre, no llegará a buen puerto”, enfatizó.

“No me cabe duda que Huenchumilla trabajó y seguirá trabajando por la región y por la justicia en una región donde la desigualdad, la discriminación y el abuso han marcado la pauta. Y el pueblo Mapuche debe y va a seguir adelante con la lucha que lleva en la sangre de hace más de 500 años. Nos revelamos a aceptar injusticias de rodillas”, concluyó.

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