En la presentación del Informe Regional que analizó el trabajo decente y la igualdad de género, los diversos expositores destacaron la necesidad de que el Estado retome su rol para asumir las políticas públicas propuestas en informes como este.
El Informe Regional: “Trabajo Decente e Igualdad de Género: Políticas para mejorar el acceso y la calidad del empleo de las Mujeres en América Latina y el Caribe” fue elaborado de manera conjunta por CEPAL; FAO; OT; PNUD y ONU Mujeres.
El seminario de presentación fue inaugurado por Guillermo Miranda, Director Regional Adjunto de la OIT, y Moni Pizani, Directora Regional de ONU Mujeres.
En su intervención, Miranda destacó que “actualmente 40% de los habitantes de la región son gobernados por mujeres y el próximo 11 de marzo, cuando asuma Michelle Bachelet en Chile, eso subirá a cerca del 50% de la región”.
“Esta femenización de las presidencias es un logro de democrático, pero también significa el inicio de un cambio cultural, que nos obliga a todos a que el tema de género se incorpore de manera transversal en el mundo del trabajo” concretó el Director Regional de la OIT.
En tanto, Moni Pizani afirmó que “a través del informe presentado se da cuenta del peso que tiene la desigualdad de género, en la desigualdad generalizada de América Latina”.
“En la investigación se ha visibilizado la necesidad del desarrollo de políticas públicas que enfrenten la situación de la desigualdad de género en el mundo del trabajo” explicó Pizani.
Agregó que “aún ha mujeres que no reciben educación, muchas son aún analfabetas, la becha salarial aún existe también, es decir, son muchos los ámbitos en los que se expresa esta desigualdad”.
La Directora Regional De ONU Mujeres realizó un especial saludo a la Presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, ya que a su juicio “es un refuerzo a los logros en la conquista de espacios de poder”
El Informe
Solange Sánchez do Prado, Consultora de la OIT, fue la encargada de entregar los detalles del informe, quien destacó en primer lugar que “la brecha estructural entre hombres y mujeres requiere de políticas de gobierno, sin ellas no se logrará terminar con esta desigualdad”.
“Dentro de estas políticas públicas, deben estar aquellas que enfrenten la autonomía económica de la mujer, el trabajo decente y la protección social, y que incorporen una visión amplia del trabajo productivo y del trabajo no productivo” concretó.
A modo de diagnostico, explico que “el empleo de la mujer está lejos del pleno empleo, la brecha de ingresos sigue existiendo, y la corresponsabilidad en el cuidado familiar es una deuda pendiente”.
“Además, las mujeres siguen siendo las principales afectadas por la pobreza, pero no sólo la pobreza de ingresos, sino también la pobreza de tiempo para poder realizar su vida” concretó la especialista de la OIT.
Para resolver esta situación se proponen “políticas públicas, que contemplen la generación de empleo, pero además la promoción de la permanencia y la capacitación de las trabajadoras”.
Se plantea además la idea de “Servicios Públicos de Empleo, tal como propone el Convenio de la OIT de 1948, que inserte la perspectiva de género de manera transversal, que capacite en género a trabajadores y trabajadoras y se preocupe de terminar con desigualdades”.
Especialistas
En el panel de especialistas expusieron Andrea Betancor, Directora de Estudios de Comunidad Mujer, y Bárbara Figueroa, Presidenta de la CUT.
En primer lugar, Betancor destacó que “hace un tiempo está tomando mucha fuerza los temas laborales y de la mujer, porque mucho tiempo se habló solo de laboral y poco de mujer”.
“De hecho, si analizamos muchas propuestas programáticas, está ausente la mujer, desde la propuesta de RES Pública, pasando por la Universidad Adolfo Ibáñez hasta la Fundación SOL el tema de la mujer en el trabajo está ausente” concretó la economista.
A juicio de Betancor “así como en el mundo laboral, sin mujeres en el mundo sindical no podremos lograr la potencialidad que el sindicalismo requiere”.
En tanto, la Presidenta de la CUT valoró en primer lugar el que “se propongan políticas públicas, es decir, que resalten el rol que el Estado debe tener en la resolución de la desigualdad en general, y la desigualdad de género en particular”.
“Además es importante que se mencione el rol del diálogo social, ya que creemos que en este nuevo ciclo político la participación de los actores sociales en la elaboración de políticas públicas será fundamental” expresó Figueroa.
Asimismo, la presidenta de la multisindical afirmó que “tener Presidenta en la CUT no precisamente significa que asumamos estos debates, de hecho, muchas veces tener ‘presidentas’ se torna un hito y no se enfrentan los temas de fondo”.
“Los problemas de los trabajadores, hombres y mujeres, son los mismos, pero además a la mujer se le agregan sus particulares desigualdades, eso los compañeros no es que no lo vean, solo que no consideran que es de su incumbencia” concretó Figueroa.
En este sentido, agregó que “aún al mundo sindical le falta mucho, pero este desafío requiere que estemos dispuestos a los cambios y nosotros ahora estamos evaluando nuevas secretarias y que el tema de género sea transversal a todo nuestro trabajo”.