In Memoriam Patricio Manns: Espinillos

Tuve la fortuna de ser amiga del Pato y la Alejandra. Nos conocimos en una lectura de poesía, y como éramos vecinos, desde entonces nos juntábamos siempre.

Me dejaron la tarea de hablar de su amor cuando ellos no estuvieran, y eso es lo que voy a hacer.

Este texto se lo escribí al Pato cuando murió Alejandra, alrededor de un año antes que él.

Espinillos

«Hace frío sin tí, pero se vive» Roque Dalton

Entonces habitaremos esta casa,
tiene arañas en los rincones
y cadáveres de moscas en las cornisas,
el polvo que se acumula en las esquinas
nos revela que eso somos,
y esos seremos.
El otoño llegará de súbito
nunca ninguna sílaba se voló con el viento,
las palabras se las llevan los traidores,
porqué no tienen.
La primavera ha sido imperturbablemente
la estación de los amantes,
donde crecen las flores que se irán a dejar
a la tumba abierta,
que es el lado de la cama vacía.
En invierno, la nostalgia será sentarse
a mirar el temporal por la ventana
mientras se nos llueve la casa,
se nos va a llover la casa,
se nos apagará el fuego,
y trancaremos, sin éxito, la puerta,
para que no entre el frío,
que se anuncia con un silbido
entre el imbricado de la fachada,
amar fue tratar de quitarnoslo mutuamente,
sin haberlo logrado nunca.
Entonces por fin sabrás,
porqué soy como los espinillos,
agreste en toda mi extensión,
resisto como la carne de los perros,
parezco más bien la peste,
pero para tí, tengo florcitas amarillas,
cómo esos veranos remotos, luminosos y añejos,
que te sientas a recordar,
mirando el temporal por la ventana,
de esta casa que habitamos,
y se llueve.