miércoles, diciembre 25, 2024
InicioMundoInternacionalEl Imperialismo Actual y el Caso de Colombia

El Imperialismo Actual y el Caso de Colombia

por Alberto Pinzón Sánchez.

Todo el mundo vio una escena universal irrepetible, en el Congreso de los EEUU, el pasado 4 de febrero, con motivo del discurso sobre el estado de la nación del presidente Trump.

Durante la lectura del discurso, la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, movía la cabeza de un lado a otro, musitando la americanísima palabra “bullshit». Al finalizar y parodiando al héroe colombiano Londoyos, todo el mundo pudo ver que hacía trizas la copia impresa del discurso.

Pero también vio cómo su actitud negacionista tuvo un único momento positivo de concordancia con el presidente: cuando Trump presentó con honores ante el Congreso estadounidense, reunido en Pleno, al autoproclamado y fantasmal presidente venezolano Juan Guaidó, anunciando en un tono sosegado que iba a “aplastar y quebrar” al gobierno bolivariano representado por el presidente “en funciones” Nicolas Maduro.

La señora Pelosi se levantó a aplaudir frenéticamente y ovacionar junto todos los parlamentarios del partido demócrata; lo que dio al tal “aplastamiento” de Venezuela un carácter bipartidista unánime.

Algo semejante a lo acontecido en su tiempo con el famoso Plan Colombia a finales de los 90 del siglo pasado; dándole a la contradicción principal, según nos lo enseñó el maestro Althusser, la característica de ser una “sobredeterminación”.

Así pues, para hacer un análisis (aunque sea simple) de esta característica de la dialéctica materialista, hay que comenzar por el comienzo:

1. La totalidad contradictoria del imperialismo globalizado. Esto implica como lo enseñaron los clásicos “ir de lo abstracto a lo concreto pensado”, aislando de esta totalidad compleja, contradictoria y en continuo movimiento o proceso, “el nudo de contradicciones” que la dinamizan: la lucha de clases (motor de la historia donde nos movemos todos los hombres-realmente-existentes o de carne y hueso) para ir priorizando dichas contradicciones.

2. Esto es que, aunque fue descrita por Lenin en 1917, la contradicción principal que dinamiza el mundo actual y que sigue estando vigente, es entre el “imperialismo fase superior del capitalismo” y los pueblos por saquear, o aplastar para luego saquear. Los casos más recientes de Irak, Libia, Siria, Yemen, o Somalia, que prefiguran la ruta venezolana parecen no dejar dudas

3. Sin embargo, el imperialismo descrito por Lenin y discutido por con los comunistas, especialmente los alemanes (Luxemburgo, Liebknecht, etc) se ha movido demasiado y un tanto aceleradamente, lo que ha dificultado a los marxistas revolucionarios captarlo completamente en su totalidad vertiginosa; a lo cual se le debe agregar la encarnizada lucha ideológica y política (en teoría y en la práctica real) desatada en su contra por los imperialistas de todos los pelambres que ha contribuido a su enturbiamiento, hasta lograr que tan valiosa categoría
político-económica de análisis haya sido en muchos casos abandonado en la praxis trasformadora.

4. Varios aspectos medulares (esenciales) de la concepción de los clásicos han ido siendo desvirtuadas hasta prácticamente hacerlas desaparecer del horizonte teórico-practico:

a) el concepto de crisis, que se ha analizado dando más importancia al aspecto económico, dejando de lado el análisis de las diversas formas “supra-estructurales ”que cubren el movimiento (proceso) de la economía realmente existente; siendo el caso más lamentable los análisis del Estado moderno (con mayúsculas) o supra-estuctura jurídica relacional que cubre la propiedad privada capitalista, o, en el mejor de los casos deformando con fines reformistas los valiosos aportes (entre otros el de la formula clásica “Estado= Hegemonía + Coerción” ) hechos por el gran comunista y antifascista italiano Gramsci. Visión economicista-evolucionista que ha llevado al craso error de considerar la crisis como algo terminal que genera, casi de manera automática, la caída del capitalismo; tesis totalmente desmentida por la concepción de Marx quien siempre sostuvo que el capitalismo es en sí mismo una crisis constante y permanente, y también desmentida por la propia práctica imperialista que ha ido superando con éxito cada una de las distintas crisis que se le han presentado, diagnosticadas cada una de ellas como terminales por los reformistas y cooptados.

b) los conceptos de enajenación y alienación, que el “estructuralismo antidialéctico” consideró eran jugarretas del joven hegeliano Marx, lanzándolas al limbo oscuro del olvido; pero que hoy se nos presentan con toda su fuerza como dos conceptos esenciales y muy actuales de la teoría marxista, totalmente diferentes en cualquier idioma que se considere y que hay que tomarlos por separado.

Enajenación, es el proceso histórico de separación del hombre de los medios de producción y de su producto; su extrañamiento, explicado magistralmente en los textos de las “Formen”, hoy completamente concluido para toda la humanidad (quizás los únicos hombres actuales completamente dueños de sus medios de trabajo o del producto de su propio trabajo terminado son los pocos indígenas y nativos que viven en la selvas oscuras totalmente aislados de la llamada civilización humana actual)

Alienación, es el proceso mediante el cual el hombre es convertido en mercancía fuerza de trabajo y su aceptación por parte de él como lo explicó Marx en los manuscritos de 1844; su embrutecimiento y animalización; esto último, como un proceso ininterrumpido y sin fin, que hoy vemos por ejemplo en el metro de cualquier ciudad super desarrollada donde cada ser humano solo mira a sus pulgares y a su teléfono inteligente mientras viaja embotado y sin perspectivas a su puesto especializado de trabajo.

c) los conceptos de plusvalía absoluta y plusvalía relativa, que por la inercia teórica han sido invisibilizados de los análisis críticos, o en el mejor de los casos fusionados, confundidos en uno solo, vago genérico de “plusvalía en general”, pero que desde siempre han constituido dos conceptos dialecticos diferentes, densos y contradictorios, esenciales en toda la teoría marxista, y fundamentales para entender la diferencia entre lo que se llama países desarrollados y países subdesarrollados y sobre todo, para entender qué hay detrás de las llamadas revoluciones científico-tecnológicas, la última y en la que nos encontramos, “la revolución de los robots o robótica”.

La plusvalía absoluta es la explotación directa que el capitalista “negrero” saca al obrero descamisado. La plusvalía relativa es, la que el capitalista “ultra-desarrollado” saca al obrero en cierta medida más calificado y también desarrollado a través de la llamada tecnología altamente desarrollada y en continuo perfeccionamiento de las Fuerzas Productivas, incluida la fuerza de trabajo humana desarrollada o altamente calificada, que llaman.

Así pues, tenemos que en el imperialismo globalizado, los pocos capitalistas u oligarquía financiera para Lenin (en ningún caso elite) de unos pocos países altamente desarrollados tecnológicamente, llamados “centro”, obtienen altas tasas de plusvalía relativa; saquean, despojan y explotan a las amplias masas trabajadoras de otros países ubicados en la “periferia”, donde predomina la plusvalía absoluta, donde la ciencia y tecnología son relativamente escasas y la mayoría vive solo del sudor de su trabajo.

Esto último constituye el aspecto principal de la contradicción principal en la “coyuntura actual” o nudo de contradicciones actual, arriba mencionado (N° 1 y 2). Y conviene siempre tenerlo siempre en mente.

5. Pero como lo decimos arriba N° 3; el imperialismo desde su formulación por Lenin en 1917 ha sufrido vertiginosos cambios en sus fuerzas productivas y adecuaciones en las relaciones de producción que le corresponden dialécticamente, anunciadas por Marx y Engels en el Manifiesto Comunista de 1857.

No es el momento de explicar todo ese cruel e inhumano proceso de cambios, guerras mundiales y locales, invasiones, pillaje, depredaciones, saqueos y despojos de la historia universal contemporánea, que se supone es bien conocido.

Quien quiera profundizar en este tema específico puede remitirse a estos dos extensos libros ya clásicos :

Historia del Siglo XX, de Eric Hobsbawm

Por el bien del Imperio. Una historia del mundo desde 1945, de Josep Fontana

Por tal razón voy sin concesiones a la coyuntura actual donde quiero señalar dos trascendentales eventos realizados por la oligarquía financiera global (imperialista) en el proceso de adecuaciones, recomposiciones, ajustes, rediseños, remodelaciones, ect (o como se desee denominar el proceso de globalización neoliberal) que están en ejecución en el actual proceso de superación de la prolongada crisis global capitalista, la que bien puede ser caracterizada como “crisis civilizatoria”: el foro de Davos 2020, y el llamado Brexit, para luego ir sobre Colombia. Veamos:

A) “El foro económico de Davos”, Suiza, institución creada por esta oligarquía global del Imperialismo en comento desde la década de los 70 del siglo pasado, para diagnosticar, discutir, debatir entre ellos, con el objetivo supremo de construir consensos para la ejecución de dichas adecuaciones FP/ RP actuales.

En su última reunión que se acaba de realizar (enero 2020) citado con el señuelo de “mundo coherente y sostenible”, se mostró la realidad contradictoria y catastrófica global que se pretendió encubrir con tan atractivo título.

Veamos:

Desaceleración de la economía global o crisis, para lo cual se acuñó definitivamente el termino de “ralentización económica” y se acordó la importante decisión de profundizar y acelerar aún más la revolución científico-tecnológica en la que estamos.
Deudas internacionales impagables.
Guerras armadas e intervenciones militares para someter países y sus recursos.
Guerras económicas y sanciones financieras devastadoras entre países competidores.
Migraciones masivas y tráfico ilegal de la mercancía fuerza de trabajo desnuda y los muros para detenerla en Méjico y en el Mediterráneo, con su “collateral damage” de xenofobia, racismo, odio, chovinismo, ect, tan útiles a la propaganda neonazi en su restauración a nivel global.
Crisis demográfica irreversible con mega urbanizaciones y acumulaciones urbanísticas miserables, catastróficas y ruinosas con sus múltiples secuelas de deterioro ambiental, pandemias y pestes generalizadas (corona virus, ébola, Sida, epidemias del tercer mundo, ect)
Catástrofes naturales y cambio climático.
Hambrunas, sequías e incendios apocalípticos.
Aumento de la desertización.
Crisis social intolerable, aumento de la miseria, los sin techo, y los desempleados, rebusque de la vida mediante el llamado trabajo precario o subempleo, y, aumento de la “desigualdad” entre los hombres y entre las naciones: hombres y países ricos 15%; hombres y países pobres 85% (datos de Davos Fórum).

Y lo más importante, salida a flote de la contradicción inter imperialista entre “unilateralismo (presentado con el piadoso nombre de proteccionismo de la era Trump) enfrentado al multilateralismo de libre mercado” del resto de países; lo que obviamente motivó un total desencuentro y la falta de “consenso”.

Donde sí lo hubo, fue en el asunto apremiante y peligroso del “cambio climático” (síntoma de una enfermedad de fondo llamada imperialismo global) que fue aceptado por todos como otro campo gigantesco y de enormes potencialidades para los negocios mega multimillonarios, las grandes inversiones y las inmensas inversiones “ecológicas que ya empezaron a promocionarse por la multimedia global; plataforma que sirvió de tribuna de lanzamiento de la candidatura presidencial de Joe Biden, próximo sucesor del presidente de los EEUU, si ganan las elecciones los demócratas en ese país. (ver https://es.weforum.org/agenda/2017/01/defender-el-orden-internacional-liberal-el-mensaje-principal-del-discurso-final-de-joe-biden-en-davos/ )

B) El “Brexit”, como se ha dado en llamar el tortuoso y complejo proceso (económico, político, ideológico, jurídico, diplomático, ect) de la salida de Gran Bretaña o reino unido, de la Unión Europea después de 47 años de unión.

Tampoco está dentro posibilidades de este escrito hacer un detallado análisis de la innumerables implicaciones y aspectos de este abigarrado asunto, por ejemplo, la irónica bagatela de que el idioma ingles de connotaciones globales ya no es un idioma oficial en Europa, mientras que los idiomas locales de los países Bálticos si lo son.

En este caso, me interesa destacar que esta ruptura fue auspiciada y apoyada desde todo los puntos de vista por el actual gobierno de los EEUU, dentro del plan general del imperialismo estadounidense de recomponer definitivamente el otrora omnipotente “Imperialismo Anglosajón” que incluiría a los países desarrollados y angloparlantes de EEUU+ Canadá, Gran Bretaña, Australia + Nueva Zelanda, como ya se empieza a ver en las negociaciones para acuerdos de libre comercio post Brexit EU-Reino Unido.

Con esto, tenemos que el panorama de análisis de nuestro interés implica una total reconfiguración del mapamundi actual. Un nuevo reparto territorial del mundo:

Un primer nivel situado en el vértice de la pirámide arriba descrita, donde estaría ubicado EEUU y su oligarquía imperialista dominante y hegemónica global (por ahora, y mientras termina de recomponerse el “imperialismo anglosajón en proceso)

Un segundo nivel donde estarían los sub imperialismos (o imperialismos subsidiarios creados por los EEUU después de la II guerra mundial con su plan Marshall): los países tecnológicamente desarrollados de Europa occidental (Europa oriental y mediterránea no cuentan sino como mercados) Japón y Corea del Sur.

Un tercer nivel (que me traerá rayos y centellas) donde estarían los países capitalistas desarrollados llamados emergentes como China y Rusia (no hay que de equivocarse con nostalgias engañosas).

China y Rusia son países capitalistas desarrollados tecnológicamente donde se da una alta tasa de plusvalía relativa, que tiene una oligarquía industrial y bancaria y financiera que explota inmisericordemente trabajo asalariado, que si bien no tienen una actitud política imperialista hacia los países de la periferia, sino de aproximación, respeto por los pueblos y apego a la legalidad internacional; están luchando por sus intereses para ocupar su lugar dentro de la división (imperialista) internacional del trabajo, bajo la consigna de construir un mundo multipolar o “multilateralismo” y, en este momento de la lucha de clases internacional pueden ser valiosos aliados bajo aquella rudimentaria táctica de que “ el enemigo de mi enemigo, es mi amigo” (como lo pueden ser los Iraníes actuales siempre y cuando no se olvide que los ayatolas han decapitado con tajos de cimitarra y por ser ateos, a 17 mil comunistas erradicándolos totalmente). Los otros miembros de lo que en años pasados se calificara como BRICS: es decir Brasil, India y Sudáfrica, no despegaron sus economías, ni sus supra estructuras, debido a la crisis sistémica global y hoy no alcanzan a ser catalogadas como países altamente desarrollados o países ricos o países con altas tasas de plusvalía relativa.

Un cuarto y último nivel, la base de la pirámide internacional descrita, donde estarían los países llamados de la “periferia”. Países pobres, dependientes, antes categorizados como países subdesarrollados, o en el más piadoso de los casos como “países en vía de desarrollo”; sin tecnologías o con tecnologías ya obsoletas, donde la tasas de plusvalía obtenida es la absoluta, casi desnuda, y donde se ubica la mayoría de la población mundial desposeída, descamisada y explotada. Países ubicados en Asia, África, Oceanía y en Nuestramérica, y que por sus riquezas naturales y población fueron ubicados desde los albores del capitalismo y de la acumulación originaria del capital como “colonias “proveedoras de recursos naturales y materias primas incluida la fFuerza de rabajo”.

5 Nuestramérica. Hoy en día lo que se conoce como “nuestramérica” es un campo de lucha internacional también complejo y muy contradictorio, con avances y retrocesos como toda lucha de clases, donde se enfrentan dos visiones del mundo seculares contrapuestas: el Bolivarismo y el Monroísmo.

El Bolivarismo como una concepción anticolonialista, libertadora, y antimperialista, y el Monroísmo, destilado económico e ideo-político del imperialismo estadounidense contenido en la famosa frase de que “América es para los americanos”.

El Antimperialismo y la lucha de resistencia nuestroamericanos que tiene ya una larga tradición difícil de ocultar o desconocer, enfrenta en la actualidad una encarnizada lucha dirigida por el gobierno de los EEUU para recuperar, restaurar y poner bajo su control algunos países que con diversos grados de autonomía se han desviado “un tantito así” de las ordenes neocoloniales impartidas en el centro financiero imperial de Wall Street neoyorkino. Es una lucha con unos resultados muy difíciles de prever, es decir, cuyo resultado es abierto.

Lo único que se puede decir con certeza es que la tendencia a la resistencia antiimperialista seguirá desarrollándose y ampliándose en toda nuestramérica. En esto no debe haber duda. No es una ley social pues en las ciencias sociales no hay leyes sino tendencias. Pero todo dependerá de la voluntad y de la praxis.

No es tampoco objeto del análisis los diversos desarrollos políticos que se están dando en los distintos países latinoamericanos y caribeños, en esa lucha de clases continental (las luchas en Chile, Bolivia, Ecuador, Argentina, Uruguay, Perú, Brasil, Colombia, Panamá y Centroamérica, ect, e incluso, quien lo creyera en la colonia estadounidense de Puerto Rico) Ya que mi objetivo es fijar la mirada en la estrategia incluso del largo plazo y llevarla hasta la Colombia actual.

6. En la Colombia actual del 2020, se pueden identificar cuatro grandes tendencias adelantadas por el gobierno de los EEUU, lo que indudablemente generarán, cada día, más resistencias de todo tipo y que pasaremos a explicar:

Primera tendencia:

Es fundamental iniciar cualquier análisis clasista de Colombia, partiendo de la caracterización hecha por las ciencias sociales especialmente por la investigadora social Vilma Liliana Franco en su valiosa obra “orden contrainsurgente y dominación” Bogotá. 2009, de que en Colombia domina y hegemoniza toda la sociedad un Bloque de Poder Contrainsurgente (BPCi), el cual según se demuestra en la tesis https://www.rebelion.org/docs/262225.pdf se gestó a partir de del Pacto de Sitges, España firmado en 1957, entre dos autodesignados representantes del pueblo colombiano; el liberal Alberto Lleras Camargo y el conservador Laureano Gómez (quienes en solitario fusionaron el anticomunismo tecnocrático de la guerra fría de los EEUU representado por el ex secretario general de la OEA Lleras Camargo, con el tradicional anticomunismo nacional clerical del partido conservador representado por Laureano Gómez); pactaron el diseño de un Estado mediante un plebiscito (Estado Plebiscitario) cuya principal supra estructura jurídica y constitucional fue gobernar bajo la ley marcial o estado de sitio del famoso artículo 121 de la constitución nacional, que no solo recompuso las “instituciones” y el Estado, seriamente resquebrajados durante la guerra bipartidista o violencia liberal conservadora, la dictadura militar anticomunista de Rojas Pinilla y la Junta Militar que lo sucedió (asistidas ambas por el gobierno de los EEUU) sino que reconstruyó completamente las Fuerzas Militares entregando toda su conformación al ejército de los EEUU con su doctrina contrainsurgente y paramilitar de la guerra fría que se libraba en ese momento; a la par que reconstruía el Bloque de Poder de las clases dominantes, las que asumieron desde ese entonces, la contrainsurgencia como su bandera estratégica totalmente hegemonizada por la concepción contrainsurgente estadounidense, la que sirvió de la base para montar en 1963-64 la agresión a las regiones campesinas de Marquetalia, Riochiquito y Guayabero, estigmatizadas previamente como “republicas comunistas”, y que generó como es bien sabido la reacción de resistencia a la agresión, el surgimiento de las FARC-EP.

Así pues el “asunto de la paz en Colombia” va mucho más allá de la mutilación hecha por los medios de comunicación adscritos al Poder y que forman parte de citado Bloque de Poder Contrainsurgente dominante, que han generalizado en la conciencia social del país la falsa idea de que la paz de colombia es el Acuerdo de paz firmado en el teatro Colón 2016, entre el premio nobel de Paz J.M. Santos y el heroico comandante guerrillero Timochenko; cuando es un asunto que va muchísimo más allá y se enraíza directamente con toda la historia colombiana y en la estructura del Estado colombiano actualmente vigente (organizado lo repito, en 1957 por el pacto bipartidista y bipersonal de Sitges, España)

Sin este reconocimiento es difícil avanzar en cualquier praxis política de carácter estratégico democrático por una paz verdadera y de resistencia a la contrainsurgencia imperialista.

Ahora bien, tampoco quiero detenerme en narrar las vicisitudes y las dificultades, de todo tipo, que ha tenido en su implantación el dicho Acuerdo de la Habana desde su firma en 2016 hasta hoy enero 2020. Quien desee ampliar en un análisis in extenso y relativamente reciente del citado Acuerdo de paz, puede consultar el libro El Acuerdo de Paz en Colombia.
Lo esencial, es tener clara la situación actual de dicho pacto, y desde este punto de vista:

a) El Acuerdo, como lo dijo correctamente la ministra de gobierno de Duque Nancy Patricia Gutiérrez el 28 de enero 2020, (así le haya costado perder su puesto) es un acuerdo “fallido” no solo por la razón que ella da de que es un acuerdo totalmente desfinanciado “ no hay plata para eso”, sino por una razón más profunda y esencial que está en la base del Poder dominante: el problema histórico-estructural de la tenencia de la tierra, donde todas las clases constitutivas del citado Bloque de Poder Contrainsurgente como ganaderos, terratenientes, agricultores, campesinos ricos, agro-industriales, financistas, multinacionales de plantación, narcos y paramilitares e incluso militares y funcionaros del Estado a nivel regional y local, ect, tienen intereses “estratégicos en ella por considerarla la alcancía del capital”, o por extraer rentas de la tierra y no están dispuestos a ceder o entregar un centímetro de tierra a nadie.

Mucho menos los seis millones de hectáreas despojadas por todos ellos en los años del conflicto armado, y que ya constituyen un botín de guerra.

b) El otro aspecto negativo a considerar, pero que la ministra Gutiérrez tendenciosamente voltea para quitarse la responsabilidad a su jefe Duque y al Estado contrainsurgente que representa y dirige: el papel nefasto que ha jugado y sigue jugando la descomposición político-ideológica y de dirección errática y codiciosa; politiquera, electorera y sectaria del partido de la Rosa surgido del Acuerdo de la Habana, que ha impedido a las bases del partido y a quienes desde afuera apoyan su implementación, actuar mancomunadamente o unitariamente en explicar los verdaderos alcances “políticos” del mismo.

Aspecto este agravado por la persecución inmisericorde del paramilitarismo recompuesto en su guerra sucia diluida y diaria (gota a gota, sistemática y aparentemente al azar) contra las bases de los reinsertados que a la fecha lleva más de 170 ex guerrilleros “neutralizados” es decir fusilados en estado de indefensión y que está provocando una verdadera deserción masiva, de antiguas bases guerrilleras.

Segunda tendencia:

Convertir a Colombia literalmente en la punta de lanza de su guerra híbrida contra el pueblo y gobierno bolivariano de Venezuela, y en tomar control total de la extensa y complicada frontera colombo venezolana, hoy convertida prácticamente en un frente de guerra y en el escenario geoestratégico principal de su restauración Imperialista en el continente y en la rica y codiciada región andino-amazónica.

La extensa y complicada frontera colombo-venezolana de 2.219 kilómetros desde el mar Caribe hasta las selvas amazónicas, se ha constituido prácticamente en una línea o frente de guerra que ha convertido en retaguardia al Estado de Colombia que cuenta para ello con las siet bases militares que tiene en el país el US Army y con la cobertura supra estructural de ser miembro del pacto militar noratlántico (OTAN).

Tercera tendencia:

Tal y como lo acaba de anunciar oficialmente (17.01.2020) “la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de los EEUU” (organismo bipartidista del Congreso estadounidense) invertirá la astronómica suma de 5 mil millones de dólares US en Colombia para combatir el narcotráfico, los cuales irán a reforzar la “War on Drugs”, lo que sin lugar a dudas significará más conflicto armado en el país, y especialmente en las zonas cocaleras situadas en dicha zona fronteriza. (ver Colombia anunció una ayuda de EEUU por USD 5.000 millones para combatir el narcotráfico https://theworldnews.net/ar-news/colombia-anuncio-una-ayuda-de-eeuu-por-usd-5-000-millones-para-combatir-el-narcotrafico )

Cuarta tendencia:

Como con la firma del Acuerdo de paz y la subsiguiente liquidación de las Farc-EP generó un clima distendido que permitió en muchas regiones iniciar procesos de reconstrucción del tejido social destruido por el anterior Terror del Estado, junto con creación de nuevos liderazgos sociales; la contrainsurgencia (de la cual forma parte esencial y fundamental el gobierno de los EEUU) ha puesto en marcha una nueva versión de la guerra sucia diluida para el control social más específica, sistemática y deletérea (gota a gota, aparentemente al azar, y con total indiferencia Estatal e impunidad) con el fin de mantener los efectos terroríficos anteriores, para que las personas de base con algún liderazgo social presas del miedo abandonen su trabajo comunitario; guerra sucia que ya lleva desde la fecha de la firma del Acuerdo de la Habana en 2.016 hasta hoy, más de 800 líderes sociales y activistas sociales fusilados, a los que se le debe agregar los más de 170 ex guerrilleros de las Farc-EP reinsertados, mencionados antes, que han sido “neutralizados” en sus casas desarmados y en total indefensión.

Existe a su vez el contrario dialectico: lo que se ha dado en llamar “la Resistencia Social” al fascismo Ver revista CEPA27 sept dic 2018 y la más reciente Movilización Social que desde noviembre del año pasado ha eclosionado en calles y carreteras de todo el país y cuyos objetivos unitarios y de confluencia parecen dar un matiz esperanzador al proceso de desestructuración estratégica del mentado Bloque de Poder Contrainsurgente y a la superación popular y democrática (táctica) de la erosión palpable de la hegemonía de la contrainsurgencia fascista y narco paramilitar, que hace esfuerzos y se enroca todos los días para sobreaguar

El episodio de la ex senadora Merlano, capturada en Venezuela este 28 de enero pasado, que los intoxicadores de opinión adscritos al régimen colombiano, ante tamaña evidencia intentan negar que es un chivo expiatorio. Un pequeño ventilador fallando. Una simple unidad, es decir un diente díscolo de una de las 10 gigantescas ruedas dentadas que conforman la maquina blindada del Bloque de Poder Contrainsurgente descrito en 2009 por Vilma Liliana Franco, y que algunos reformistas intentan evaporar o banalizar “personalizándolo” en Uribe Vélez, dando la idea de que quitándonos a AUV de encima, volverán las elecciones democráticas y libres ejemplares para el mundo y que todo volverá a ser la arcadia feliz de la Atenas Suramericana, solo genera una sonrisa comprensiva.

Finalizamos diciendo simplemente que la terrible ventisca restauradora anunciada por el presidente Trump en el congreso de los EEUU al referirse al gobierno Bolivariano de Venezuela y ovacionada por la Sra. Pelosi con su “bancada”, constituye una “sobredeterminación althusseriana” de la contradicción principal habida entre el imperialismo global actual, en Nuestramérica.

Fuente: Abp Euskal Herria

RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisment -

Most Popular