En la mañana de este sábado, los trabajadores en huelga de Correos de Chile se reunieron asamblea en la sede de la Central Unitaria de Trabajadores para definir los pasos a seguir y luego visitaron a los trabajadores que protestan desde anoche en la ribera del río Mapocho, a la altura del Puente Pío Nono. Juan Riquelme, secretario general del Sindicato de Correos de Chile, dijo que la asamblea obedeció al hecho que este viernes la empresa no presentara una oferta a la que se había comprometido, lo que consideró una “grave falta de respeto”.
Riquelme señaló que la protesta en Pío Nono corresponde a la radicalización de las movilizaciones iniciadas ayer, donde también hay otros trabajadores en huelga de hambre.
El dirigente sindical de Correos criticó además la “tranquilidad” que ha mostrado el Gobierno frente al conflicto:
“Este gran movimiento de los trabajadores de Correos hoy entera once días en huelga legal y más de 27 en movimiento. Han sido muy tibios y sin respeto hacia el mundo sindical y laboral. Por lo tanto, creemos que ya es un problema que tiene que solucionar el Gobierno, que ha sido muy indolente y nos da poca bola”.
Juan Riquelme adelantó que el lunes se reunirían con el directorio de la empresa, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, y los sindicatos, para buscar una salida al conflicto.
El petitorio de los trabajadores incluye el aumento real de los sueldos de 50 mil pesos parejo para todos, la vigencia del contrato colectivo por dos años y un bono de tres millones y medio de pesos líquido.
A su turno, el presidente de la federación de trabajadores de Correo, Guillermo Flores, señaló:
«Los trabajadores vamos a seguir en huelga, lo digo con toda la emoción que tengo, pero también con toda la racionalidad de entender que este país tiene que cambiar. Aquí el Gobierno tiene que meterse en este conflicto porque esta empresa es del Estado, es una empresa histórica que tiene más de 260 años y que merecemos respeto los trabajadores y trabajadoras. El mundo del trabajo está cansando, pero hoy día nos reinventamos nuevamente con mucha más fuerza».
Flores enfatizó que «empieza, ya no lo podemos evitar más, una huelga de hambre, es decir aquí va a haber una escalada de movilización en el país».
Durante este viernes, un grupo de trabajadores desarrollaron una protesta en la ribera del río Mapocho, debajo del puente Pío Nono, lugar en el que señalaron se quedarían hasta obtener respuestas.
«La gente que está en el Mapocho no sabemos (…), lo más probable es que pernocte ahí, yo creo que se van a quedar ahí los compañeros y quizás lo vamos a acompañar otros más. Aquí vamos a estar en un movimiento que no va a parar», añadió Flores, quién indicó:
«Vamos a intentar con todas nuestras fuerzas que haya unidad, de que haya comprensión entre todos y que en vez de dividirnos estemos más juntos que nunca, que nos hagamos cariños los trabajadores porque lo vamos a necesitar».
Abel Cornejo, dirigente de la Federación y del Sindicato Nacional de Carteros, pidió disculpa a los usuarios del servicio, pero señaló: «hay gente muy postergada en esta empresa lamentablemente».
Agregó: «entregamos un buen servicio. Correos de Chile que tiene 266 años de vida, es más antigua que la República de Chile y eso hay que destacarlo porque Correos de Chile es de todos los ciudadanos del país».
El dirigente pidió «las disculpas correspondientes al público en general porque sabemos que hay muchos cheques y cartas que están esperando en el Correo Central o en la planta y no se pueden salir a repartir porque estamos en huelga».
Sin acuerdo finalizó la reunión entre los trabajadores de Correos de Chile y la empresa, realizada la tarde del viernes y que buscaba llegar a un acuerdo para terminar con la huelga, que este sábado cumple 11 días. Luego del fracaso el viernes de las negociaciones con la empresa, los trabajadores de Correos Chile radicalizaron sus movilizaciones en demanda un reajuste salarial de $50.000 y un bono por término de conflicto.
Tras la cita, los funcionarios anunciaron que radicalizarán las movilizaciones. En efecto, 3 empleados comenzaron la noche del viernes una huelga de hambre mientras una treintena de trabajadores instalaron un campamento en la ribera del río Mapocho, en Santiago.
Los huelguistas se encuentran en el lado norte a un costado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, mientras son acompañados y vitoreados desde la calle Santa María por otros funcionarios de la empresa.
Los trabajadores han reiterado su demanda de un reajuste de $50.000 y un bono por término de conflicto, además de solicitar la intervención del Gobierno por considerar que el genente general Pablo Montané «perdió la credibilidad y ya no es un interlocutor válido», según aseguró Guillermo Flores, presidente de la Federación de Trabajadores de Correos de Chile.
Los sindicatos que se plegaron a la huelga fueron el N° 1, el sindicato de carteros, el sindicato nacional de trabajadores de Correos y el sindicato de operadores postales.