por Raúl Zurita.
El horror continúa: el asesinato de Camilo Catrillanca perpetúa todos los crímenes, los repite con mayor ferocidad en el pueblo mapuche.
¡Asesinos! ¡asesinos! ¡asesinos!
Presidente ¿cuántos les faltan por matar todavía?
Con este asesinato la democracia se transforma en una mascarada sangrienta, en un disfraz lleno de sangre, el estado de derecho es solo una cáreta que oculta y perpetúa a los criminales.
No hay democracia, no hay derecho, no hay justicia, solo hay crímen y horror. frente al asesinato de un hombre esas palabras son obscenas, podridos escupitajos.
Solo hay crimen y horror.
las bandas armadas del comando “jungla”, por este crimen dejaron de ser agentes del Estado para ser asesinos al servicio del Estado, y mil veces más asesinos que los asesinos que se cebaron con sangre en la dictadura.
¿A qué país quieren llevarnos los criminales, los sanguinarios? ¿este es el progreso? ¿que las bandas armadas ataquen a las comunidades y asesinen a mansalva a los comuneros?
¿Es este el diálogo con la araucanía ministro Moreno? ¿es este su nuevo país presidente Piñera?
¿Solo sangre y más sangre? ¿solo sangre y más sangre? ¿solo sangre y más sangre?
Chile, levántate, no dejes que maten a tu gente.
Y ahora que se declare duelo nacional, que todos los edificios públicos pongan su bandera a media asta. que el Congreso Nacional ponga su bandera a media asta y que los parlamentarios sesionen con crespones negros en sus brazos.
Que el rostro de camilo este en todas las estaciones de metro, en la vallas publicitarias, en las salas de embarque de los aeropuertos.
Que su rostro de 24 años cubra el horizonte.