Con su habitual oportunismo, Piñera intentó sacar ventaja de la tragedia ambiental de Quintero. Mejor no lo hubiera hecho, porque se llevó una funa de padre y señor mío, de los enfurecidos habitantes de la zona de sacrificio, al punto que tuvo que poner pies en polvorosa.
Serios incidentes se registraron en las afueras del hospital de Quintero, luego que el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acudiera al centro asistencial para presenciar el accionar de los equipos de salud tras la emergencia medioambiental registrada en esta comuna y en Quintero.
El programa de Sebastián Piñera incluía un viaje a Concepción, pero a última hora decidió incluir una visita sorpresa a la denominada “zona de sacrificio”, sin duda para simular la imagen de que está involucrado en la crisis ambiental y ofrecer un “nuevo trato” para las castigadas comunas, que incluiría el anuncio de un plan de descontaminación de Puchuncaví y Quintero.
Pero sufrió un duro revés. Fue por lana y salió trasquilado.
En las imágenes se puede ver la acción de los enardecidos manifestantes, que esperaron con pancartas al mandatario en la salida del hospital Adriana Cousiño, donde fueron atendidas 11 personas por cefaleas, mareos, náuseas, pérdida de fuerza muscular e incluso afecciones neurológicas.
Cuando el Mandatario se encontraba en el hospital de la ciudad, acompañado de la ministra de Medio Ambiente Carolina Schmidt y de Salud, Emilio Santelices, se registraron violentas manifestaciones de habitantes que reclaman por la inacción del Estado.
Incluso, algunos patearon la van que trasladaba al gobernante, quien, juzgó, aparentemente, que a veces la prudencia no es cobardía, y que soldado que huye, sirve para otra batalla; de modo que se retiró raudamente del lugar, sin hacer declaraciones, envuelto en la gritadera de los manifestantes.
¿Adivinen qué les dirá @ceciperez1 a los habitantes de Quintero y Puchuncaví? pic.twitter.com/giQjVpyIbT
— Manuel Lobos G. (@mlobosg) 28 de agosto de 2018
Piñera tenía previsto viajar a Concepción, pero a última hora modificó este itinerario e incluyó esta visita a la denominada “Zona de Sacrificio”, en una clara señal de involucrarse de lleno en la crisis y tomar el control de la agenda.
De hecho, recién esta mañana se comunicó en La Moneda que el Mandatario tenía previsto trasladarse a Quintero, mientras en Palacio recibía a los alcaldes de la ciudad, Mauricio Carrasco, y la edil de Puchuncaví, Eliana Olmos, ambos independientes, reforzando así su protagonismo en el tema.
Sin embargo, la apuesta de Piñera, a la luz del recibimiento que recibió de la comunidad quinterana, fue claramente fallida.
Tras su accidentada actividad en el hospital, el Mandatario tenía previsto un recorrido por algunos de los sectores afectados y ofrecer un punto de prensa en un colegio de Puchuncaví.
Demás está decir que la improvisada agenda quedó fuera de cacho.
“Un nuevo trato”
En la cita con los alcaldes, Piñera alcanzó a anunciar «un nuevo trato» para la zona:
“Tomaremos el toro por las astas para cambiar la historia de Puchuncaví y Quintero. Pondremos en práctica plan de descontaminación, mejoraremos servicios de salud y monitorearemos en forma independiente para asegurar calidad agua y aire. Hoy iniciamos nuevo trato con Quintero y Puchuncaví”.
En la oportunidad, Piñera relativizó la versión entregada por el ministerio de Medio Ambiente de responsabilizar directamente a ENAP.
La cartera apuntó a la empresa pública el viernes y hoy volvió a reiterar sus dardos en su contra, pero el Jefe de Estado dijo que están en pleno trabajo de buscar responsables:
“Estamos estudiando toda la evidencia para poder identificar no solamente quiénes son los responsables de la emisión de esos gases, sino que para tomar todas las medidas que nos permitan evitar que estos incidentes se repitan”.
El conflicto ambiental también llegó al Ministerio Público, ya que el Fiscal Nacional, Jorge Abbott, confirmó que la entidad que encabeza realiza una investigación penal por este hecho.
No es accesorio consignar que el combustible de las emanaciones tóxicas, tanto de ENAP, como de CODELCO Ventanas y empresas privadas, como CAP, es el carbón que proviene de Isla Riesco, una explotación fuertemente resistida por los habotantes y organizaciones ambientales de Magallanes.