Como cabía esperar, el sistema mediático no le da tregua al Frente Amplio, sea por omisión, en la mayor parte de los casos, o por marca a la altura de la yugular, cuando da motivo a la controversia. En ese sentido, el fracaso de la acusación constitucional contra el ministro de Salud ofreció un flanco que no podía desaprovechar.
Es el caso de una entrevista de La Tercera al sociólogo Carlos Ruiz, uno de los ideólogos de la coalición, y fundador de Izquierda Autónoma, donde su autor no se cansa en el intento de hacerlo pisar el palito.
Juzgue el lector si lo consiguió, o no.
Ruiz y la Primera Caída del Frente Amplio: “Falta una Dirección Política que Decida”
por Sebastián Minay
«Hay otros terrenos, otros actores. Si no, se va a imponer caudillismo parlamentario. No lo generalizaría a todos los parlamentarios; sí hay gente que se calienta con los micrófonos y funciona hacia el espectáculo», dice ideólogo fundacional del bloque tras el fracaso de la acusación constitucional contra Santelices.
“Me dolió” dice Carlos Ruiz Encina al disectar la primera gran derrota del Frente Amplio en el Congreso, luego que la acusación constitucional promovida por sus diputados contra el ministro de Salud, Emilio Santelices, fracasara incluso antes de votarse el caso de fondo en la Sala. El bloque perdió la cuestión previa por una diferencia de 18 votos, dos menos que los diputados que tiene.
El desenlace detonó una retahíla de cuestionamientos al conglomerado que irrumpió en masa en el Parlamento tras las últimas elecciones, y entre sus legisladores hubo autocríticas. Ruiz, sociólogo y considerado ideólogo fundacional del Frente Amplio -distanciado, eso sí, del movimiento autonomista de Boric- , dice que enfrentar a Santelices fue “loable”, pero que “en el Parlamento hay que construir fuerzas maduras y capaces de intervenir bajo las reglas de ese teatro de operaciones, que no son las mismas que funcionan en la calle; no podemos darnos gustos denunciativos, agitativos propios de movimientos sociales abocados a desarrollo identitario”.
-¿Cuál es el problema basal? ¿No saber aplicar las reglas del Congreso? ¿Carecer de mecanismos de deliberación?
-Lo que está pasando en paralelo con el problema entre RD y el MA por lo que pasó en la Fech lo muestra: hay que establecer mecanismos de deliberación vinculantes. Las diferencias son legítimas y no hay que tenerles miedo, pero hay que tener canales para procesarlas, y para eso tienen que fortalecerse las direcciones de los distintos grupos. Se están trasladando al Parlamento formas de actuar de movimientos sociales. No quiero referirme a nadie, pero ahí hay que sentarse a hacer otra pega.
-¿El FA sigue actuando en el Congreso con las formas de la calle?
-No el FA entero, algunos parlamentarios.
-Pero la cara del FA son sus parlamentarios.
-A eso voy. La conducción tiene que estar en las direcciones de los grupos políticos y no en los parlamentarios. Hay otros terrenos, otros actores. Si no, se va a imponer caudillismo parlamentario. No lo generalizaría a todos los parlamentarios; sí hay gente que se calienta con los micrófonos y funciona hacia el espectáculo.
-En la ex Nueva Mayoría no tuvieron conmiseración. Diputados como Marcos Ilabaca (PS) dijeron que pecaron “de ansiedad y apresuramiento”.
-Ellos son responsables de que tengamos un gobierno de derecha. No nosotros.
-¿Dónde radica entonces el error del FA en esta acusación?
-Una falta de dirección política que decida, eso no pueden hacer los parlamentarios.
-¿Cómo iban a hacerlo si la mesa del Frente Amplio parece que no existe? Alberto Mayol y otros han criticado que ahí no se toman acuerdos ni se resuelven conflictos.
-Esa mesa es sumamente débil. Beatriz Sánchez, cuando era candidata, pidió definiciones y acuerdos. Cuando esos espacios no existen brillan los personajes sueltos. Esto no puede ser la suma de carismas individuales. Además, se instaló una cultura de que lo mejor es no tener definiciones, y no se procesan las diferencias.
“Hay problemas que vienen desde antes de esta bancada”
-¿Se le pueden perdonar al FA estas fallas bajo el argumento que aún están en “instalación” en el Congreso?
-No es un problema sólo de instalación. Hay problemas que vienen desde antes que fuera elegida esta bancada. Esa actitud elusiva fue la forma como se produjo el aglutinamiento al que responde el FA.
-¿No es lo que pasó cuando trataron de enfriar y demorar infructuosamente si apoyaban o no a Guillier en segunda vuelta?
-Exacto. Y me moví por apurar esa definición. Otro ejemplo: al mismo tiempo había un parlamentario en la Haya apoyando los alegatos ante Bolivia, y a otro ofreciéndole salida al mar a La Paz. Lo que queda en entredicho es la coherencia.
-Cuando eligieron 20 diputados fue como un sismo para la “vieja política”. Con esto, ¿no se pregunta para qué sirve tener tanto escaño y hacer ostentación de eso?
-Disculpa lo lacónico: estoy de acuerdo. Si no depuramos nuestra cultura política, fracasaremos.
-Entonces deberían partir por no estirar más el conflicto RD vs MA por la suspensión del presidente de la Fech, ¿o no?
-Es que tiene impacto en la cultura del FA: muchos vienen del mundo estudiantil, y en esa cultura un dirigente tiene tanto impacto como un parlamentario. Desde fuera puede que no se comprenda mucho.
Fuente: La Tercera