Un grupo de militares del Ejército turco intentó dar un golpe de Estado la madrugada del sábado, dejando un rastro de 290 personas. ¿Qué buscaba y por qué fracasó la intentona golpista? ¿Estuvo la CIA detrás de los golpistas, como sugieren algunos analistas?
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La noche del 15 de julio Turquía fue escenario de una tentativa de golpe de Estado. Un grupo de militares opuestos al régimen de Erdogan desplegó vehículos militares y helicópteros, bloqueó dos puentes sobre el Bósforo y anunció que asumía el poder a fin de restablecer el orden constitucional y el Estado de Derecho en el país. No se sabe a ciencia cierta cuántos golpistas participaron en la tentativa. Supuestamente, los golpistas fueron dirigidos por varios militares de alto rango descontentos con el curso político actual del país.
Los sublevados se hicieron con el control la televisión pública, el aeropuerto internacional Ataturk, el palacio presidencial y otros edificios estatales. Además, anunciaron la detención de varios funcionarios del Gobierno y del jefe del Estado Mayor.
Los bombardeos, disparos y enfrentamientos entre golpistas y partidarios del Gobierno se sucedieron durante toda la madrugada del sábado, incluso después de que los servicios de Inteligencia dieran por fracasado el golpe.
¿En nombre de qué organizaron el golpe militar?
Los militares desafectos proclamaron que actuaban movidos por su deseo de preservar la democracia. En este sentido, declararon como prioridades garantizar el Estado de derecho y prometieron mantener el curso de las relaciones internacionales. Según los golpistas, con Erdogan reina el autoritarismo, los derechos humanos son conculcados regularmente, mientras que el Estado se vuelve cada vez menos secular.
Después de la intentona golpista en Turquía el presidente del país Recep Tayyip Erdogan se ha dirigido a la población y ha instado públicamente a Estados Unidos a que entregue al clérigo Fetulá Gulen, el supuesto «cerebro» de la tentativa de golpe, que reside en ese país norteamericano.
«Gulen es líder de una organización terrorista; sin importar el país donde se encuentre. Si ese país le da cobijo a un terrorista, entonces no es un amigo de Turquía», sostuvo el primer ministro turco Binali Yildirim, cita TASS.
Sin embargo, durante una llamada telefónica el secretario de Estado estadounidense urgió a su homólogo turco a abstenerse de hacer declaraciones «falsas y dañinas» sobre el presunto vínculo de EE.UU. con la sublevación.
Mientras tanto, algunos analistas no descartan el papel de Estados Unidos, y de sus servicios especiales en esta rebelión. ¿Por qué Turquía insiste en la involucración de Gulen? ¿Es probable la participación de Washington en la intentona?
¿Quién es Fetulá Gulen y por qué lo acusa Turquía?
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Recep Tayyip Erdogan, declaró que la sublevación en Turquía estuvo protagonizada por «una minoría» de militares opuestos a la unidad nacional, que siguen órdenes del clérigo Fetulá Gulen, exiliado en EE.UU., acusado de terrorismo por el mandatario turco.
Sin embargo, desde Pensilvania Gulen negó su participación en la tentativa de golpe de Estado y, además, sugirió que el mandatario turco y su Ejecutivo podrían haber orquestado una «puesta en escena». «Existe la posibilidad de que el alzamiento fuese una puesta en escena, lo que podría generar nuevas acusaciones contra los ‘gulenistas'», señaló.
A lo largo de muchos años, Gulen fue el principal enemigo de Erdogan y en 2000 Turquía inició un proceso penal contra él, que en 2008 fue cancelado por falta de pruebas. En marzo de 2016 Erdogan culpó a Gulen de incrementar las tensiones en el sudeste del país, territorio en el que predomina la población kurda que se opone a Ankara. En abril la Policía detuvo a unas 88 personas sospechadas de tener vínculos con el clérigo musulmán. Pasados unos días, otras 29 personas fueron detenidas en Esmirna. En ambos casos, las autoridades acusaron al Movimiento Gulen de organizar una estructura conocida como ‘Estado paralelo’.
¿Cómo reaccionó Estados Unidos?
Después de que Erdogan instara a que Washington entregara a Gulen, el secretario de Estado, John Kerry llamó a su homólogo turco Mevlut Cavusoglu y le transmitió que las afirmaciones de Turquía sobre la supuesta vinculación de EE.UU. con el intento de golpe de Estado son «falsas y dañinas».
«Las insinuaciones públicas o afirmaciones sobre cualquier papel de EE.UU. en el intento de golpe de Estado son absolutamente falsas y dañinas para las relaciones bilaterales», sostuvo el jefe de la diplomacia estadounidense, agregando que el país está dispuesto a ayudar a Ankara en la investigación.
Anteriormente, el secretario de Estado estadounidense sostuvo que Washington está dispuesto a estudiar las pruebas contra Gulen, si las hay. A su vez el canciller turco Mevlut Cavusoglu durante la conversación volvió a acusar a los seguidores del clérigo de organizar el golpe.
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¿Los intentona golpista pudo haber sido organizada por los servicios especiales de EE.UU.?
Para algunos politólogos, EE.UU. podría estar involucrado en la intentona golpista. En ese sentido, Serguéi Makárov cree que una de las razones para pensar así es que unas dos semanas atrás Erdogan cambió radicalmente su política hacia Rusia, pidiendo disculpas por el avión ruso Su-24 derribado.
Añade asimismo que Gulen vive en EE.UU. y «durante muchos años cuenta con la protección de los servicios especiales estadounidenses».
Además, Estados Unidos, siendo líder de la OTAN y socio de Turquía en la alianza, «habría tenido que expresar inmediatamente su preocupación por el golpe y la violencia. Sin embargo, no se apresuraron a condenar este golpe. […] Lo ha comentado recién cuando se hizo evidente que [la sublevación] había sido derrotada», sostivo el analista al periódico ‘Vzgliad’. Makárov sugirió además que es posible que Washington esperaba que los golpistas ganaran.
En esta misma línea se expresó Nick Heras, un experto en Turquía del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense. Heras afirmó a ‘The Financial Times’ que el golpe de Estado plantearía una «gran prueba» para las relaciones entre Estados Unidos y Turquía. Agregó que si el golpe hubiera tenido éxito, esto «habría obligado a EE.UU. y a sus socios de la UE en la OTAN a tomar una decisión: ¿están dispuestos a permitir que un gobierno democrático sea derrotado, incluso si ha habido desacuerdos sobre la manera en que ese gobierno estaba gobernando?»
En un cambio de tono inesperado, el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, afirmó este miércoles que su país busca desarrollar buenas relaciones con Siria e Irak, objetivo que calificó de «irrevocable». En este sentido, Engdahl señaló que el acercamiento entre Siria y Turquía no puede alegrar a Washington. «Ahora Bashar Al Assad es un político de gran prioridad para Turquía. Esto es un cambio en la dirección geopolítica, de ahí viene el torpe intento de la CIA. Es que ahora la influencia de Washington en Medio Oriente está enormemente reducida», destacó.
Otro analista político, Vladímir Kireyev, está convencido de que la intentona fue llevada a cabo con el apoyo estadounidense, que respaldó a las fuerzas de la oposición y prometió que «los militares turcos recibirían la legitimación de EE.UU.»
No obstante, por el momento no se puede asegurar nada con certeza. Aunque Erdogan acuse a Gulen, todavía no hay pruebas. Lo que se sabe sobre los objetivos de los sublevados se conoce por su propia declaración hecha en las primeras horas de la intentona. Los militares sublevados proclamaron que actuaban movidos por su deseo de mantener la democracia. En este sentido, declararon como prioridades garantizar el estado de derecho y prometieron mantener el curso de las relaciones internacionales. Según los golpistas, con Erdogan reina el autoritarismo, los derechos humanos son vulnerados regularmente, mientras que el Estado se vuelve cada vez menos secular.
Según varias informaciones, entre los líderes golpistas no había nadie de rango mayor al de coronel. Otros medios turcos apuntan que detrás del golpe militar fallido estaría el exjefe de las Fuerzas Armadas del país, Akin Ozturk.
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que la sublevación en Turquía estuvo protagionizada por «una minoría» de militares opuestos a la unidad nacional que siguen órdenes del clérigo Fetulá Gulen, exiliado en EE.UU., acusado de terrorismo por el mandatario turco. Sin embargo, desde Pensilvania Gulen ha negado su participación en la tentativa de golpe de Estado.
¿Cómo ha reaccionado el presidente Erdogan?
El intento de golpe militar en Turquía se extinguió en pocas horas, lo que no quiere decir que los golpistas no actuaran de forma resuelta. De hecho, tomaron el edificio del Estado Mayor y del Gobierno, el principal canal estatal de la televisión, el mayor periódico pro-presidencial, bloquearon parcialmente las redes sociales, las comunicaciones por móvil y la radiodifusión. En Estambul fue bloqueado el mayor aeropuerto del país y dos puentes sobre el Bósforo. Los vehículos blindados cercaron el edificio del Parlamento y la sede del partido en poder fue controlada.
Durante el golpe, Erdogan, que estaba de vacaciones en un balneario en Bodrum, desapareció durante unas horas. En un momento dado el personal de la CNN turca pudo ponerse en contacto con el presidente, que habló en vivo con un reportero a través del sistema de videollamadas Facetime, incorporado en los teléfonos Apple. De esta forma, Erdogan instó a sus partidarios a salir a las calles, y mucha gente en Ankara y Estambul siguió su llamamiento.
¿Cómo respondieron a la sublevación los civiles?
Decenas de miles de personas salieron a las calles para protestar contra el golpe y hacer frente a los sublevados. Se registraron enfrentamientos entre los partidarios del presidente turco y los golpistas, algunos de los cuales derivaron en cruentas escenas de violencia. Sin embargo, hubo también gente que aplaudió a los soldados que desafiaron a Erdogan.
Durante la intentona golpista en Turquía se produjo una escena que recordó a muchos al famoso «rebelde desconocido» (the unknown rebel) que se enfrentó a un tanque en la Plaza de Tiananmén de Pekín en 1989.
Otro video recogió una escena atroz en la que un tanque de los militares golpistas se lanzó contra un grupo de civiles que le bloqueaba el paso. El blindado embistió y aplastó a varias personas, dejando tras de si un reguero de sangre y de cadáveres mutilados.
En otra grabación se puede apreciar cómo un gran número de personas avanza en dirección a los vehículos y hace frente a las fuerzas militares golpistas, mientras estos disparan al aire. A continuación, algunas personas logran subirse a uno de los tanques y ondean las banderas del país, lanzando gritos contra las fuerzas opositoras.
¿Por qué ha fracasado la intentona golpista?
Los sublevados lograron éxitos en los primeros compases del levantamiento, haciéndose con el control de los edificios estatales, cortando la señal de televisión y de radio, bloqueando parcialmente Internet y cerrando el aeropuerto principal. Con estas acciones tan decisivas y resolutivas, ¿cómo pudo fallar el golpe?
«Los rebeldes, sencillamente, no eran suficientes», escribe el periodista Evgueni Krútikov en su artículo para el periódico ‘Vzgliad’. Por Estambul, la ciudad más grande de Turquía, se movían de forma errática unos tanques, algunos de los cuales fueron capturados por civiles. Cada uno de los grupos que controlaron las instalaciones oficiales importantes contaron con un máximo de 10 personas, en su mayoría bajo el mando de coroneles, según el periódico ruso.
Los golpistas «hicieron lo que pudieron, intentaron tomar el poder en un país altamente militarizado con un solo batallón de tanques y un par de unidades de helicópteros», escribe el periodista. Si fuera cierto que entre los líderes sublevados no había nadie del rango superior al de coronel, entonces se entiende que no fueron capaces de dar ninguna orden a los militares que estaban por encima de ellos.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, afirmó que todos los sublevados, incluidos los miembros de las Fuerzas Armadas de Turquía, están en manos de la Fiscalía y que serán castigados por intentar llevar a cabo un golpe de Estado. Fueron detenidos unos 6.000 presuntos implicados en el golpe.
El politólogo Guillermo Pulido sostiene en declaraciones a RT que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan está haciendo una purga «bastante radical», lo que no suele ser habitual, ya que en lugar de detener a los cabecillas de esta tentativa de golpe, en el país se arresta ahora a miles de militares. «Parece que es la excusa para hacer una purga a fondo de los opositores de Erdogan», sostiene.
Fuente: RT