De manera parecida a su abrupta salida de Chile, pero por motivos y efectos exactamente antagónicos, Jorge Sampaoli se encuentra empeñado en una prueba de fuerza por el finiquito de su contrato, ayer con la ANFP, hoy con la AFA.
En el caso de Chile, Sampaoli se atrincheró en Pinto Durán, hasta que obtuvo una rebaja de su cláusula de salida, desde U$6 millones y monedas, a poco menos de US$600 mil, sin que haya constancia de que la pagó.
Hoy, está en una negociación idéntica, pero en polo negativo.
Pretende que la AFA le pague su cláusula de salida, de US$8 millones y monedas, a pesar de ser protagonista del más estruendoso de los fracasos, en Rusia 2018, o más bien por lo mismo; al tiempo que la AFA busca reducir esa cláusula a US$800 mil.
Como sea, luego de una larga reunión en el predio de Ezeiza, entre Sampaoli y la directiva de la AFA, no hubo decisión sobre su fuuro.
Los medios argentinos especulaban que concluía una historia con más pena que gloria para Sampaoli en la selección argentina de fútbol, pero eso no sucedió.
Pese a que en un principio se especuló con que la decisión de pedirle la renuncia era intransable, finalmente el presidente de la AFA dio marcha atrás y postergó la decisión con respecto al futuro de Sampaoli, quien en todo momento manifesta su intención de permanecer en el cargo, a pesar del fracaso en el mundial
Su posición es aún más débil, si se considera la renuncia de Beccacece y parte sustantiva del cuerpo técnico.
Con el tiempo, se conocerán estas interioridades, pero por ahora, Sampaoli resistió la primera carga.
Según publicó el Diario Olé:
«Pese a la reticencia dirigencial para que se mantuviera en el cargo, Sampaoli resistió el embate y no fue despedido”.
Sin embargo, el influyente diario Clarín apuesta a la salida de Sampaoli, lo que no debiera pasar de unos días:
“Chiqui Tapia y Daniel Angelici le dijeron a Sampaoli que no lo quieren en la Selección, pero el técnico no se va”.
Como en el caso de Chile, la piedra de toque es el monto de la cláusula de salida. De acuerdo a ese medio, la rescisión del contrato de Sampaoli demanda a las arcas de la AFA US$8,6 millones.
Pero, agrega Clarín:
«Tapia y Angelici creen que podrán arreglarlo por mucho menos dinero. Y están seguros de que el casildense no llevará esta situación a una instancia judicial”.
En la confusión, la AFA emitió un comunicado en el que asegura que la determinación respecto de la continuidad de Sampaoli se tomará a fines de julio. en reunión del Comité Ejecutivo de la entidad, sin perjuicio de que agrega:
“Además, de conformidad con el vínculo establecido entre las partes y la metodología de trabajo implementada hasta la fecha, luego de la desvinculación de Sebastián Beccacece (a cargo del Sub 20), Jorge Sampaoli será el encargado de dirigir al representativo en el torneo que se disputará en L’ Alcudia, Valencia, a finales de julio”. .
Si hay algún consenso al interior de la AFA, es que nadie quiere a Sampaoli.
Así se lo habrían dicho en su cara, en la reunión. Por lo mismo, no le garantizaron que dirigirá en octubre, cuando la selección argentina juegue su primer amistoso tras el Mundial.
En Chile, quería irse; ahora quiere quedarse.
Y no por un proyecto deportivo en juego, si no por el más descarnado interés pecuniario.
Peor aún, no le quedan cartas ganadoras en el mazo.
No es seguro que esta crisis termine con la carrera de Sampaoli; pero al menos le quita autoridad moral ante cualquier tentación de hablar en nombre de los principios, como hacía en Chile.