Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) decretaron un cese el fuego unilateral de carácter indefinido, con la pretensión de que se convierta en un armisticio. En los últimos choques antes de la entrada en vigor del cese al fuego, murieron cinco soldados y tres policías.
Al concluir el ciclo 31 de los diálogos que sostienen con el gobierno de su país, el jefe de la delegación de paz de esa guerrilla, Iván Márquez, reclamó la veeduría de la Unión de Naciones Suramericanas, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el Comité Internacional de la Cruz Roja y el Frente Amplio por la Paz. Informó que la iniciativa entrará en vigor a las 00:01 horas el próximo sábado, si para ese momento cuentan con la disposición de verificación de al menos una de esas organizaciones.
Este cese el fuego unilateral, que deseamos se prolongue en el tiempo, se daría por terminado solamente si se constata que nuestras estructuras guerrilleras han sido objeto de ataques por parte de la fuerza pública, aseguró Márquez.
Señaló, asimismo, que esa agrupación político-militar insurgente está dispuesta a convocar a La Habana a todas las organizaciones colombianas sin ánimo de lucro, amigas del proceso de paz, para informarles sobre la medida con el objetivo de que la respalden.
Márquez afirmó que los meses por venir son fundamentales para el éxito del proceso que adelantan desde noviembre de 2012 con el gobierno de Juan Manuel Santos, y calificó el escenario logrado como «del ahora o nunca».
Este es el quinto cese el fuego unilateral decretado por las FARC-EP desde el inicio de estos diálogos, con el propósito de detener el derramamiento de sangre y crear un ambiente de distensión que favorezca el logro de consensos, pero el primero con carácter indefinido.
El gobierno colombiano ha negado insistentemente la posibilidad de secundar esas iniciativas con el argumento de que en anteriores procesos esa guerrilla utilizó las treguas para fortalecerse política y militarmente.
Mientras, en el territorio colombiano, en los departamentos del Cauca y Santander, las FARC se enfrentaron con militares y policías resultando 8 de los uniformados muertos.En un primer ataque, cinco militares fueron víctimas de una emboscada en una zona rural del municipio de Santander de Quilichao y por la tarde, la policía informó que tres de sus agentes murieron en un enfrentamiento en el municipio de Toledo, en el departamento del Norte de Santander.
Los ataques se produjeron horas antes de que entre en vigor un cese al fuego unilateral anunciado por la guerrilla de las FARC.
El grupo rebelde y el gobierno negocian en La Habana desde hace más de dos años un fin a más de cinco décadas de conflicto.