Las FARC-EP insistieron en la necesidad de una Asamblea Nacional Constituyente, al reiterar su rechazo al plebiscito impulsado unilateralmente por el gobierno de Juan Manuel Santos como método para que los colombianos refrenden los acuerdos de paz.
Si la paz es asunto de toda la sociedad en su conjunto, no es a partir de un acto legislativo o de un plebiscito no consensuado que se va a alcanzar la refrendación y la implementación de los acuerdos, menos cuando ni siquiera hemos abordado en la Mesa el debate de dicha temática, afirmó el jefe de la delegación insurgente de paz, Iván Márquez.
Al cumplirse este jueves tres años del inicio aquí de los diálogos de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Márquez señaló que «para dar un cierre pleno a los asuntos que tocan con el punto Fin del Conflicto y que los aspectos más complejos de disenso sean resueltos, no hay otro camino de solución que el de una Asamblea Nacional Constituyente».
Todo ello, agregó el vocero insurgente, a fin de que sea el pueblo, desplegando todas sus potencialidades, quien otorgue seguridad jurídica al tratado de paz duradero y no ocurra que gobiernos sucesivos se aventuren a borrar con el codo lo que se construya con sacrificio y abnegación.
Al hacer un balance del trienio de pláticas, Márquez resaltó que los avances en la Mesa se sintetizan en la firma de nueve acuerdos fundamentales, tres de ellos referidos de manera directa a puntos específicos de la Agenda: Reforma Rural Integral, Participación Política y Nueva política anti-drogas.
No obstante, criticó que «el unilateralismo, el empecinamiento intransigente, el egoísmo político excluyente, la ausencia de sentido común, la mezquindad de clase, el incumplimiento de la palabra empeñada por parte del bloque de poder dominante, se siguen atravesando como mulas muertas en la mitad del camino».
Por su parte, el jefe de la delegación gubernamental de paz, Humberto de la Calle, también hizo énfasis en los logros alcanzados en los diálogos de La Habana, al tiempo que llamó a la guerrilla a comprometerse con el fin del conflicto armado interno en la nación suramericana.
En un momento en el que la violencia parece estar escalando el mundo, en Colombia después de medio siglo de violencia y décadas de intentos, hoy estamos cerca de cerrar un oscuro y doloroso capítulo de nuestra historia, afirmó De la Calle al asegurar que se ha avanzado como nunca antes en un proceso de paz con las FARC-EP.
Tres años después de un proceso serio nuestro llamado es a que el tiempo invertido no sea en vano, acotó.
FARC-EP critica unilateralismos del gobierno en proceso de paz
Las insurgentes FARC-EP manifestaron hoy que el unilateralismo del gobierno del presidente Juan Manuel Santos en los diálogos para la paz de Colombia pone en peligro la estabilidad de lo alcanzado en ese proceso.
En el contexto de las conversaciones que desarrollan las partes en esta capital desde 2012, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) expresaron su apoyo al diálogo como instrumento de paz, así como su rechazo a los unilateralismos, que afectan al proceso destinado a poner fin al conflicto en ese país.
Palabra, diálogo, acuerdos, son tres términos que conducen a la paz estable y duradera con vocación de reparación y no repetición, aseguró el jefe de la delegación de paz de la mayor guerrilla colombiana, Iván Márquez, al referir los logros alcanzados a lo largo de tres años de pláticas en La Habana.
Pero, monólogo, unilateralismo, empecinamiento intransigente, egoísmo político excluyente, son conceptos y métodos estos que cuando se tratan de imponer ponen en peligro la estabilidad de lo que se ha venido construyendo con enorme esfuerzo, riesgos y con enemigos al acecho, agregó el líder insurgente.
En ese sentido, la guerrilla ratificó su rechazo a las iniciativas unilaterales impulsadas por el Ejecutivo como las «supuestas fórmulas para la terminación del conflicto sacadas del cubilete de una sola de las partes», entre ellas el plebiscito planteado en el Congreso colombiano para refrendar el futuro acuerdo de paz.
Las FARC-EP pidieron seriedad al gobierno y al parlamento en aras de poder avanzar en el proceso de paz y llamaron al Estado a que «no se siembren ahora discordias cuando todo es alcanzable con la inteligencia, el sentido común, la palabra, los diálogos y los acuerdos; evitemos mayores tempestades», acotó Márquez.
En el actual ciclo de pláticas, las partes -según precisaron las FARC-EP- continuarán revisando y tratando de cerrar todos los aspectos del punto de las víctimas, incluido el tema de la justicia transicional, e intentarán avanzar en el desarrollo de los aspectos relativos al fin del conflicto.
Acciones castrenses y paramilitares amenazan gestión de paz en Colombia
El Frente Amplio por la Paz (FAP) alertó sobre el peligro que representa para la tregua de las FARC-EP la persistencia de operativos castrenses en zonas donde radican esos insurgentes y el incremento del paramilitarismo, reseñaron hoy televisoras colombianas.
Nos preocupa que puedan convertirse en provocaciones las actuaciones de uniformados dentro de los espacios en los cuales permanecen asentadas las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), afirmó el padre Alberto Franco, uno de los voceros del FAP en declaraciones a Canal Capital.
Desde el pasado 20 de julio ese grupo rebelde comenzó su sexta pausa combativa, decretada de manera autónoma con el objetivo de minimizar la victimización de la población civil y avanzar hacia el término del largo conflicto.
Adicionalmente instaron al Gobierno a responder de manera recíproca con un silenciamiento de todos los fusiles, medida condicionada por el presidente Juan Manuel Santos a futuros acuerdos en la mesa de concertación entre ambas partes beligerantes, con sede en Cuba desde 2012.
En su más reciente informe de veeduría el FAP exigió al Ejecutivo cumplir con el compromiso de promover el desescalamiento o reducción de la magnitud de la guerra y exhortó a progresar en la definición de los términos para establecer el cese el fuego bilateral y definitivo.
La reactivación o proliferación del fenómeno del paramilitarismo en al menos cinco departamentos de la nación fue otro de los flagelos denunciados por el Frente Amplio.
Hemos verificado que la presencia e influencia de esas bandas es similar a los niveles apreciados en 1990 y 2000, enfatizó Agustín Jiménez, otro de los portavoces de la convergencia de asociaciones encargada de supervisar el cumplimiento de la tregua proclamada por las FARC-EP.
En su último dictamen los veedores demandaron implementar políticas concretas que favorezcan el desmote de las organizaciones paramilitares, incluyendo investigaciones y sanciones a funcionarios y miembros de la Fuerza Pública que apoyan y colaboran con esas estructuras, dijeron.
Finalmente solicitaron garantías para la oposición política ante lo que llamaron patrón de persecución contra los integrantes de tales sectores, líderes sociales y defensores de derechos humanos.
Representantes gubernamentales y de las FARC-EP dialogan en la capital cubana para hallar una solución consensuada a la confrontación bélica, como resultado de tales encuentros acordaron agilizar las negociaciones en busca de un tratado pacificador y al mismo tiempo disminuir el impacto de la conflagración a lo interno de Colombia.