sábado, noviembre 23, 2024
InicioCulturaPensamientoSer Genérico: Esencia Genérica en el Joven Marx

Ser Genérico: Esencia Genérica en el Joven Marx

La esencia genérica (Gattungswesen) 1 es uno de los conceptos claves utilizados por Marx, sobre todo en el período de juventud, y más específicamente en la etapa posterior a los artículos de la Gaceta renana (Rheinische Zeitung) hasta las Tesis sobre Feuerbach.

Se trata precisamente de la etapa de fuerte y decisiva influencia feuerbachiana en el pensamiento de Marx el cual lo condujo a adoptar, junto con la crítica a la filosofía idealista de Hegel, parte del aparato conceptual utilizado por Feuerbach, aunque en él esa terminología tome un giro propio.

En su antropologismo naturalista, Feuerbach hace pivotear parte importante de sus análisis sobre los conceptos de Gattung (especie, género) y Entfremdung (enajenación). A mediados de la década del cuarenta existía en Alemania una atmósfera de búsqueda de una nueva filosofía, y el Mensch (el hombre), para Feuerbach, debía ser el fundamento de esa filosofía. Feuerbach descolló en este empeño y se adentró en una crítica a fondo de la filosofía especulativa y abstracta, en particular de Hegel.

Al subrayar el nexo de toda filosofía especulativa con la teología y la religión y manifestarse contra todo el Wissen (el saber) apriorístico y especulativo, sentaba las bases para un nuevo tipo de reflexión a la cual no sería indiferente el joven Marx. Reconociendo los méritos de Hegel consideró que el punto de partida estaba en él pero que la realización de la nueva filosofía implicaba su negación, y, con ello, la negación de toda filosofía idealista especulativa, incluyendo la teología y la religión. Es en este contexto que Feuerbach engarza su manejo de la Gattung y de la Wesen des Menschen (esencia del hombre).

Para él solo la Gattung era capaz de reemplazar la divinidad y la religión. La crítica a la religión (y su papel enajenador) lo llevaban a tratar de humanizar a Dios, y abolir la teología para convertirla en antropología. Mediante el procedimiento de abstracción, pensaba Feuerbach, la filosofía especulativa llegaba a plantear la Wesen des Menschen fuera del Mensch (el hombre) y hacer al Mensch extraño a sí mismo. Y esa esencia (Wesen) estaba dada, para él, en la colectividad: “La esencia del hombre está contenida únicamente en la comunidad, en la unidad del hombre con el hombre“. 2

Todas estas eran fuertes motivaciones para el joven Marx inmerso también en aquella atmósfera de renovación. El conjunto de esos principios feuerbachianos (crítica a la especulación, inversión materialista de Hegel, y afirmación colectivista de la esencia humana, etc.) constituyeron puntos de partida conceptuales -aunque no necesariamente temáticos-, para sus textos de los años 43 y 44. Un punto de partida aquél que no iba sin reproches a Feuerbach porque éste se refería demasiado a la naturaleza y muy poco a la política, y porque ponía al sistema hegeliano simplemente de lado.

Los escritos de Marx desde entonces iban a mostrar que, de hecho, su crítica y sus nuevas posiciones lo irían alejando de aquel punto inicial. Porque en definitiva la búsqueda de la salida de la abstracción mediante una Gattung ahistórica concluía en un humanismo abstracto que Marx deberá superar. Sin duda la noción de la enajenación (Entfremdung) y del género (Gattung), tomadas inicialmente de Feuerbach -pero solo inicialmente-, tuvieron un alcance y un vigor particular en algunos textos de Marx de aquel momento.

La triada conceptual ahistórica del joven Marx (1843 y 1844): esencia genérica, enajenación y emancipación humana

En Marx el concepto de esencia genérica (Gattungswesen) resulta inseparable de los de enajenación (Entfremdung) y de emancipación humana (menschliche Emanzipation), formando con ellos una verdadera tríada de interpretación y unidad teórica. En ella la funcionalidad y el despliegue de cada uno resulta inseparable de los otros. Esta fuerte interpenetración se devela sobre todo en los Manuscritos de 1844; pero esa cúspide, en lo que a esta problemática se refiere, solo apareció después de un proceso de desarrollo que le precedió en los textos anteriores.

La esencia humana o esencia genérica (Gattungswesen), junto con los dos otros términos de la tríada, estará imbricada en las diversas problemáticas que ocuparon el interés central de Marx en los distintos textos de esa época. Por eso es necesario comprenderla también dentro de los diversos contextos teóricos, y comprender, asimismo, la función que llena y cómo engarza con los temas y problemáticas diferentes; y había que determinar igualmente el lugar que ocupa, así como el alcance y el peso específico en cada uno de los momentos.

En realidad, alrededor de la categoría central de Gattungswesen, Marx emplea toda una batería de términos con los que conforma una especie de familia conceptual. Los más significativos y que son también los más empleados son: Gattungsleben (vida de la especie, o vida genérica), Gattungscharakter (carácter de la especie), Gattungsthätigkeit (actividad genérica, o actividad de la especie), Gattungsakt, Gattungskraft (fuerza de la especie), Gattungsverhältnisse (relaciones de la especie), etc. Otro tipo de terminología le resulta también muy cercana como, por ejemplo, menschlichen Wesen (esencia humana). Y algunas, como Gemeinwesen (comuna) resultan igualmente muy próximas en algunas de sus varias acepciones 3.

Esto es, Marx las utiliza, en ocasiones, de manera complementaria al sistema de la tríada o de la familia conceptual, o también para ampliar y enriquecer su análisis. Pero esta familia conceptual, debe tenerse presente, es un resultado que solo se manifiesta en los textos de finales de 43 y en el 44.

Con anterioridad, el término de Gattungswesen (esencia genérica) apareció en la Gaceta renana en uno de los artículos sobre la libertad de prensa (mayo del 42) cuando Marx se manifestaba como demócrata revolucionario y estaba todavía muy influido por el idealismo hegeliano con su énfasis en el devenir de la idea. En realidad, habría que considerar esta mención de la Gattungswesen más bien como un antecedente a su elaboración posterior como categoría referencial y, por supuesto, muy lejos de la tríada que conformará con posterioridad. La posición de Marx sobre la libertad de prensa

– Marx lo dice bien claro – es que desde el punto de vista de la idea la libertad de prensa es una configuración concreta (Gestalt) de la idea y una configuración concreta de la libertad (a diferencia de la censura que es una configuración de la no libertad – Unfreiheit); y de lo que se trataba, entonces, es de la realización de la libertad humana, puesto que la libertad es la esencia del hombre.

Y es en ese contexto conceptual (en el que filosofía y política se imbrican) donde se sitúa su mención a la esencia genérica, para preguntarse si la libertad no es la esencia genérica (Gattungswesen) de toda existencia espiritual. No estamos, pues, en presencia de una referencia significativa sino, al parecer, de un uso no categorial del término que lo reduce a antecedente de lo que después será una verdadera elaboración conceptual 4.

El manuscrito inacabado de la primavera de 1843, Zur Kritik der Hegelschen Rechtsphilosophie (Crítica de la filosofía del derecho de Hegel), muestra ya la huella de la impronta de los textos de Feuerbach. En esta obra, apoyándose en Feuerbach, Marx encontró que resultaba más sólido sustentar la necesidad de la democracia referida a la naturaleza humana y no en términos de moralidad. En la Kritik Marx dice poco acerca de una esencia de la especie (Wesen der Gattung), y tanto esta idea como la de enajenación (Entfremdung) quedan poco explicitadas y, en realidad, no concitan particular interés en aquellos análisis de Marx.

Ello no excluye que ya en ese texto se extienda el radio de acción de la enajenación religiosa (Feuerbach) a la noción del Estado y de la propiedad privada, en definitiva al terreno social; un avance este último que estaba quizás influido también por Heß. Así, el Estado, al igual que la religión, se hace también ajeno al hombre al desconocer su Gattungswesen. Similarmente la propiedad privada, al producir la competencia entre los hombres, se manifiesta contraria a los intereses colectivistas, de la comunidad, de la esencia comunitaria (Gemeinwesen) 5.

En este manuscrito en realidad, ni la Gattung ni la Entfremdung son conceptos fundamentales, ni esta última sirve, como ocurrirá después, de unidad metodológica del discurso teórico. Más aún, no se ha compuesto todavía la tríada conceptual y solo se expresa en realidad el binomio enajenaciónesencia genérica (Entfremdung- Gattungswesen). Es ya en el artículo Zur Judenfrage (Sobre la cuestión judía) que ambas ocuparán un lugar central en el análisis de Marx y en su concepción teórica en general.

El nexo entre los dos conceptos sigue estando dado porque la Entfremdung continúa siendo en lo fundamental la pérdida de la Gattungswesen y porque ello desemboca en la disociación de la comunidad. La idea es que, con la enajenación, el hombre (Mensch) ya no es un ser genérico real (wirkliches Gattungssein), sino un ser que ha perdido su esencia (Wesen). Este proceso de enajenación de la esencia (Entfremdung des Wesen) trastoca las relaciones del hombre (Mensch) con la naturaleza y con el resto de los hombres.

Pero la Cuestión judía tiene como uno de sus centros el tema del cambio radical de sociedad, esto es, la revolución, que en este texto se expresa, en consonancia con el universo teórico antropológico, como emancipación humana (menschliche Emanzipation). Se trata entonces de la recuperación de la esencia genérica (Gattungswesen) perdida en el proceso de enajenación (Entfremdung); una enajenación que ahora se ha hecho concepto teórico central y cuya función teórica principal se orienta hacia la explicación y crítica de los fenómenos sociales.

En la Cuestión judía la esencia genérica (Gattungswesen) queda relacionada con temas centrales del texto tales como la religión, los derechos humanos, la democracia y, sobre todo con la problemática de la relación entre el Estado y la sociedad civil (bürgerliche Gesellschaft). Este último tema es particularmente significativo puesto que, en la óptica de Marx, la emancipación humana (menschliche Emanzipation) no se logrará mientras subsista la separación entre ambos polos (sociedad civil y Estado) propia de la sociedad burguesa.

“El Estado político acabado es, por su esencia, la vida genérica del hombre por oposición a su vida material“, mientras que las premisas (condiciones previas/Voraussetzungen) de la vida egoísta están en la sociedad civil (bürgerliche Gesellschaft) fuera de la esfera del Estado. En una actúa como “Hombre privado” (Privatmensch) y en la otra se considera en “comunidad política” (politischen Gemeinwesen). Es en el Estado que el hombre se comporta como ser genérico (Gattungswesen) en comunidad con otros hombres (in Gemeinschaft mit andern Menschen) 6.

El punto clave de este artículo era demostrar la necesidad de la emancipación humana (menschliche Emanzipation) a partir de la dinámica social misma determinada por la situación de enajenación que sintetizaba el diagnóstico crítico de la sociedad burguesa. La nueva sociedad quedaba todavía en términos imprecisos puesto que la clave estaba dada por la recuperación de la esencia genérica (Gattungswesen); a ello se refería esencialmente la emancipación.

Es decir, una dinámica social que conducía a la Gattungswesen. Podría argumentarse que en esta visión faltaba la concepción de la revolución (Emanzipation) como revolución proletaria; pero esto es solo parcialmente cierto, porque en el artículo que escribiría poco después, Zur Kritik der Hegelschen Rechtsphilosophie. Einleitung (y que fue publicado en el mismo número de los Jahrbücher), esta tesis estaba claramente expresada, y, en ese sentido al menos, ambos textos eran en cierta medida complementarios.

Si bien en la Cuestión judía ya aparece la figura de la triada conceptual, y la esencia genérica (Gattungswesen) cobra el peso y el sentido que le ha procurado un lugar de importancia en la producción juvenil de Marx, no es menos cierto que fue en los Manuscritos económico-filosóficos (Ökonomische-philosophische Manuskripte) que se alcanza la plenitud y el clímax tanto de la triada como de la categoría de Gattungswesen misma. Los Manuskripte al traer también la impronta de la economía política plasmó la concepción de Marx en un haz unitario de filosofía, economía política y comunismo.

No se trataba solamente de la unión de las dos primeras (como en ocasiones se afirma) sino de la unidad conceptual y teórica de esas tres dimensiones claves. En los Manuskripte el peso de la crítica a la sociedad burguesa y a la economía política (burguesa) es determinante y, en consecuencia, el concepto de trabajo enajenado (entfremdete Arbeit), que sintetiza y encierra la descripción crítica de la sociedad burguesa devino el concepto central metodológico, y por esa vía también pasaron al primer plano conceptual y metodológico los otros elementos de la triada.
Al contenido de los Manuskripte habría que agregar los Comentarios sobre James Mill (Mill-Notizen), 7 escritos inmediatamente después del tercer manuscrito, y las Notas marginales al artículo “El rey de Prusia y la reforma social. Por un prusiano” (Kritische Randglossen zu dem Artikel “Der König von Preußen und die Sozialreform. Von einem Preußen”), 8 escrito hacia el final de la redacción de los Manuscritos 9.

En realidad no es hasta los Manuskripte que Marx abunda en el contenido o la dimensión de la Gattungswesen, un concepto que en la Cuestión judía aparece más bien de manera vaga y difusa. La esencia genérica de los hombres se expresa en su actividad (su actividad genérica / sein Gattungsthätigkeit) y en sus relaciones con los demás hombres y con la comunidad (Gemeinschfat).

    “El hombre es un ser genérico (Gattungswesen), no solo porque en la práctica y en la teoría adopta la especie (Gattung) como objeto, sino (…) también porque se trata a sí mismo como la especie real viviente (…) 10”

Si el trabajo enajenado (entfremdete Arbeit) es el concepto fundamental de los Manuscritos, el trabajo es la actividad genérica de los hombres, su esencia genérica. El trabajo enajenado se opone, de esta manera, a la vida genérica o de la especie de los hombres (Gattungsleben des Menschen).

    “(…) el trabajo, la actividad vital, la vida productiva misma, aparece ante el hombre como medio para satisfacer una necesidad (…) Sin embargo, la vida productiva es la vida de la especie (Gattungsleben). Es la vida engendrando la vida. El carácter total de una especie, su carácter de especie (Gattungscharakter), está contenido en la manera de su actividad vital; la creación práctica de un mundo objetivo, la elaboración de la naturaleza inorgánica, es la confirmación del hombre como un ser genérico (Gattungswesen) consciente, es decir, un ser (esencia /Wesen) que trata a la especie como su propia esencia [o propio ser] o que se trata a sí mismo como ser [o esencia] genérico (Gattungswesen) (…) Es justamente en la transformación del mundo objetivo, en consecuencia, que el hombre realmente se confirma como un ser esencial (ser genérico/Gattungswesen). Esta producción es su vida activa como especie (werkthätiges Gattungsleben). A través y a causa de esta producción, la naturaleza aparece como su trabajo y su realidad. El objeto del trabajo es, por tanto, la “objetivación de la vida de la especie humana”. 11

La Emanzipation es un proceso de recuperación (Wiedergewinnung) que se da sobre todo por referencia a la Gattung. La vida genérica o de la especie (Gattungsleben) y el carácter de la especie (Gattungscharaker) se oponen al trabajo enajenado que se encuentra en el polo opuesto de la Emanzipation. La Gattungswesen está también delineada en el contraste con los animales puesto que el hombre, a diferencia de los animales, posee una conciencia, una conciencia genérica (Gattungsbewußtsein). “El animal es inmediatamente idéntico con su actividad vital (Lebensthätigkeit). No se distingue de ella. Es su actividad vital.

El hombre hace de su actividad vital el objeto de su voluntad y de su conciencia. Posee una actividad vital consciente. No es una determinación con la cual funde [de “fundir”] directamente su individualidad. La actividad vital consciente distingue directamente al hombre de la actividad vital animal. Es precisamente a causa de esto que es un ser genérico (esencia genérica/Gattungswesen). Es solo porque es un ser genérico [esencia genérica] que es un Ser Consciente, es decir, que su propia vida es un objeto para él.

Solamente a causa de eso su actividad es libre” 12. “En tanto conciencia genérica (conciencia de la especie/Gattungsbewußtein) el hombre confirma su verdadera vida social y simplemente repite en el pensamiento su existencia (Dasein) real, así como a la inversa el ser genérico (el ser de la especie, la existencia de la especie/Gattungssein) se confirma en conciencia-genérica, y es, en su generalidad, en tanto ser (esencia/Wesen) pensante para sí“. 13

La Gattung (especie/género) se expresa, por tanto también, en la relación del hombre con la naturaleza, puesto que la universalidad del hombre se pone de manifiesto en la universalidad con que hace a la naturaleza su cuerpo inorgánico. Y si la naturaleza es el cuerpo inorgánico del hombre, entonces, cuando el trabajo enajenado enajena a la naturaleza del hombre, enajena a la vez la especie (Gattung) del hombre. La Gattungswesen no puede ser, por tanto, preservada, si la unión del hombre con la naturaleza queda quebrada porque la naturaleza es inseparable de la vida del hombre y de su actividad.

La Gattungswesen se expresa asimismo, y de manera particular, cuando el hombre no actúa simplemente como individuo sino como miembro de la especie (Gattung). Este último punto es particularmente significativo porque encierra todo el rejuego de relaciones del hombre con su especie (Gattung), con su comunidad (Gemeinschaft). Por eso subraya Marx que al enajenar el trabajo enajenado al hombre mismo, lo enajena de sus propias funciones activas, su actividad vital (actividad de vida/Lebensthätigkeit), el trabajo enajenado enajena la esencia del hombre, y convierte con ello la vida de la especie (Gattungsleben) en un medio de vida individual.

“Primero enajena la vida de la especie (Gattungsleben) y la vida individual, y después hace de la vida individual en su forma abstracta el propósito (Zweck) de la vida de la especie lo mismo en su forma abstracta y enajenada.” 14 Se está, pues, en presencia, por un lado, de una verdadera inversión de la relación del hombre con los demás hombres, y, de otro lado, de la situación de escisión invertida que produce el trabajo enajenado de la relación del hombre con su especie (Gattung), de la cual es en definitiva parte.

La Gattungswesen solo puede realizarse si esta inversión no se produjera (lo que es imposible en la sociedad burguesa) o si la relación originaria es recuperada. Es el hombre todo, como especie, que recupera su esencia genérica (Gattungswesen) y no el individuo aislado.

Todos estos elementos hasta aquí señalados son inseparables de la emancipación humana en virtud de la relación que Marx ha establecido entre los tres aspectos que componen la triada conceptual como expresión de un proceso que ocurre en la realidad. La dinámica del proceso se expresa por la movilidad a la que está sometida la Gattungswesen en un proceso que va de la pérdida a la recuperación o reapropiación y que se manifiesta en dos sentidos o direcciones de movimiento opuestas y contradictorias, de un polo al otro, en el entendido que la Gattungswesen del hombre al recuperarse solo es cabal si se superan todas las formas de enajenación. Con la reapropiación de la Gattungswesen del hombre se recupera también la unidad del hombre con el hombre.

El problema de la recuperación y de la realización de la emancipación humana conduce directamente a la temática del socialismo y el comunismo puesto que el comunismo es la supresión positiva de la propiedad privada y es la auténtica apropiación de la esencia humana (menschliche Wesen) por y para el hombre; se trata, pues, de un retorno completo del hombre hacia sí mismo como ser social , esto es, humano. Y con el cumplimiento cabal del proceso, en el sentido de la recuperación, se llega a la resolución definitiva de los diversos conflictos que han deshecho al Mensch, esto es, al hombre (entre el hombre y la naturaleza, entre el hombre y el hombre, entre el individuo y la Gattung, esto es, la especie, etc).

Se trata de un proceso inseparable de la idea de la revolución la cual estaba recibiendo un gran impulso en Marx con la sublevación de los tejedores de Silesia que se reflejaría no solo en el artículo de Vorwärts sino también en los Manuscritos, especialmente en el Tercero. Así, en sus primeras manifestaciones desde la Cuestión Judía, la teoría de la revolución en Marx se comprendía como recuperación y realización de la Gattungswesen perdida, es decir, la emancipación humana que va a ser directamente referida al comunismo y a la liquidación de la propiedad privada productora de enajenación:

    “(…) el comunismo, como anulación de la propiedad privada es la justificación de la verdadera vida humana como posesión del hombre y así, el advenimiento del humanismo práctico (…) en tanto que el comunismo es humanismo mediatizado consigo mismo a través de la anulación de la propiedad privada. Solo a través de la anulación de esta mediatización (…) llega a existir el humanismo positivo, el humanismo autoderivado positivo”. 15

La triada conceptual y la problemática teórica a la que ella se refiere estarán todavía con fuerza, antes de iniciar el período de madurez, en las Notas sobre James Mill. Aquí el énfasis estará sobre todo en relación con el crédito y el dinero, temas que ya estaban presentes en los Manuscritos. Las Notas ratifican ideas centrales de los Manuscritos y amplían algunas. Interesante resulta, en este sentido, la observación de Marx de que la economía política concibe la comunidad de los hombres (Gemeinwesen des Menschen) o su manifestación de la esencia humana (Menschenwesen) etcétera, bajo la forma del intercambio y el comercio. La economía política, devela Marx, “parte de la relación del hombre con el hombre como aquella del propietario privado con el propietario privado” 16.

Abandono de la tríada conceptual abstracta y fundación del materialismo histórico

En las Thesen über Feuerbach (Tesis sobre Feuerbach) Marx introduce un cambio radical. Se trata, en esos momentos, de superar la abstracción misma en que la concepción de la Gattung (especie, género) y de la esencia humana (menschlichen Wesen) se han resuelto, y se trata, asimismo, de emplazar al individuo humano real en la sociedad concreta y superar la idea de una esencia (Wesen/o ser) ahistórica abstracta. La clave está, pues, en que -como indica la tesis VI- la esencia humana (menschliche Wesen) “… es en su realidad el conjunto de las relaciones sociales“. El abandono de la triada conceptual-metodológica es un hecho fundamental y definitorio tanto de las Tesis como de La ideología alemana, que le seguirá inmediatamente.

Marca la fundación, en su primera elaboración, del materialismo histórico, y con ello el período propio de la madurez y del salto hacia la cientificidad 17. El ataque a la idea de una Gattungswesen y la crítica fuerte y radical a toda filosofía, que de una forma u otra se inspire o apoye en la idea de un Hombre abstracto, son las pruebas contundentes del “arreglo de cuentas” de Marx y Engels con esas influencias y del abandono definitivo de las concepciones que pretendan comprender los fenómenos sociales, no como historia de los individuos reales y concretos inmersos en sus condiciones históricas, sino “como ‘género’, como una generalidad interna, muda” (Tesis VI) 18.

Las referencias en La ideología son abrumadoras contra el antropologismo de la Gattung y la Gattungswesen universalizantes y colocadas fuera de las formaciones sociales concretas de la historia. En ocasiones La ideología recurre a la ironía y el menoscabo, y así la Wesen des Mensches se ve tratada de “fantasías infantiles” (kindlichen Phantasien/la traducción dice “pueril“) y la Gattung (género, especie) y el Mensch de “ordinario” (weltlichere) 19.

Una y otra vez a lo largo del texto de La ideología, en particular en su notoria primera parte, se reitera hasta la saciedad la crítica a todo este aparato conceptual 20 que para los fundadores del materialismo histórico está indefectiblenmente ligado a la filosofía idealista y la mistificación, sin excluir a Feuerbach quien no llegó a liberarse del idealismo histórico y social con su antropologismo abstracto. Las expresiones y afirmaciones de Marx recuerdan en ocasiones a las Tesis; por ejemplo las tesis IX y I en la pag. 23, la IX en la 26, o la XI en la 43, por solo citar algunos ejemplos.

Algunos de los reproches a Feuerbach son particularmente clarificadores para el asunto que nos ocupa, como cuando se afirma que Feuerbach “dice ‘el hombre’ en vez de los hombres ‘históricos reales’“. Es nuevamente Feuerbach quien no concibe a los hombres “bajo las condiciones de vida existentes que han hecho de ellos lo que son no llega nunca hasta el hombre realmente existente, hasta el hombre activo” 21.

Adiós, pues, a la Gattungswesen que orienta el análisis y comprensión de la realidad social fuera de la historia y de las relaciones materiales entre los hombres. Adiós a esa filosofía que se ha “representado como un ideal al que llaman ‘el hombre’ a los individuos que no se ven absorbidos por la división del trabajo” 22.

Todavía se encontrará en los Grundrisse alguna referencia a la Gattungswesen, pero ya está desprovista de toda connotación antropologista y, más aún, de universalismo abstracto. Estas menciones no significan en lo absoluto un retorno a las concepciones ya superadas de la Cuestión judía o de los Manuscritos. En la Introducción de los Fundamentos (Grundrisse) subraya muy claramente Marx su apreciación de que el hombre “solo puede individualizarse en la sociedad“. 23 Esta idea se repetirá en otras ocasiones, lo que resulta significativo para la justa apreciación de las menciones de la “esencia genérica“.

La primera localización se encuentra en un contexto relacionado con la división del trabajo y el intercambio entre los poseedores. Se trata de que la necesidad del uno es satisfecha por el producto del otro y viceversa, de que ambos se enfrentan como propietarios del objeto de la necesidad respectiva y que se comportan los unos respecto a los otros como hombres, o sea que “todos están conscientes de su esencia genérica (Gattungswesen) común” 24.

La segunda localización se encuentra en la sección dedicada a los Formen, y es particularmente clarificadora puesto que está inmediatamente precedida por una frase clave que ratifica una cita anterior de la Introducción: el hombre no se individualiza sino es a través del proceso histórico. Y es al principio (históricamente hablando, se entiende) que aparece “como un miembro de la especie (como Gattungswesen), como un ser tribal (Stammwesen/estamento), un animal de rebaño y de ningún modo como un ‘animal político’“, (esto último en griego según la conocida expresión de Aristóteles) 25. Imposible, pues, de desnaturalizar tampoco esta segunda referencia.

El recorrido de Marx ha sido intrincado y complejo. La comprensión del alcance y lugar que ocupa la Gattungswesen en su producción resulta de una particular importancia en su período de juventud, y resulta asimismo significativo para la justa apreciación del humanismo de nuevo tipo por él fundado. En realidad, es una de las categorías claves para la plena comprensión de su trayectoria teórica y política de aquellos primeros años. Todo ello no debe hacernos olvidar, que de manera similar a como ha ocurrido desde la publicación de los Manuscritos, la Gattungswesen ha sido utilizada, junto con la enajenación (aunque obviamente no con tanta fuerza e insistencia como ésta), para la tergiversación antimaterialista y abstraccionista de la concepción fundada por él y Engels.

(*) Doctora en Ciencias Filosóficas, Doctora en Pedagogía, Investigadora Titular y Profesora Titular. Es considerada como una de los grandes intelectuales del período revolucionario en Cuba.

Fuente: Marx desde Cero
https://kmarx.wordpress.com/2015/12/11/ser-generico-esencia-generica-en-el-joven-marx/

NOTAS

1. Gattungswesen es normalmente traducido al inglés como “species-being, species-essence, genus”; y al francés como “essence/être générique, l’essence de l’espèce”.

2. Ludwig Feuerbach, Grundsätze der philosophie der zukunft. En Kleinere schriften (Hay edición en español: Principios de la filosofía del futuro. En: Textos Escogidos. Caracas, Facultad de Economía, Universidad Central de Venezuela, 1964, p. 141.

3. El término alemán de Gemeinwesen tiene más de una connotación, y sus matices no pueden ser ignorados a la hora del análisis. En realidad Marx lo utiliza en sus varios sentidos, y su uso comprende, a veces, más de uno de ellos a la vez. Con frecuencia tiene el sentido de “comuna”, pero puede querer decir también “esencia común”, “sistema común”, “ser común”, “comunidad”, “estructura/sistema comunitario”. Puede, en realidad, referirse a una naturaleza o dimensión universalista del hombre o como equivalente a la palabra francesa “commune”. En consecuencia con esta variedad de sentidos, su uso lo implica con un racimo de problemáticas relacionadas con los temas que nos ocupan o con las temáticas de los Formen (en los Grundrisse) y con cuestiones tales como la relación entre el yo individual y el público y la relación entre política e individuo. No es ocioso recordar una significativa aclaración de Engels en la famosa carta a Bebel de 1875 donde critica el programa de Gotha: “Por eso nosotros propondríamos en vez de Estado decir en cada lugar Gemeinwesen, una buena vieja palabra alemana que puede muy bien representar la palabra francesa ‘commune’”. (En Obras escogidas. Moscú. Editorial Progreso, 1974, tomo III, p. 32. Modificada por mí según cotejo con el original). Tampoco está de más tener presente, como ha observado un estudioso, que en la Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, Marx utilizó inicialmente en un pasaje la palabra “Kommune” y más tarde la tachó para reemplazarla por Gemeinwesen, para indicar precisamente, en aquel contexto, la naturaleza universalista del hombre.

4. Karl Marx, Debatten über preßfreiheit…, artículo del 12 de mayo de 1842 en la Rheinische Zeitung Nº 132. En: Karl Marx & Friedrich Engels, Werke. Berlin, Dietz Verlag, 1956, tomo I, p. 50 y 54. (En lo adelante MEW).

5. Karl Marx & Fredrich Engels, Gesamtausgabe. Berlin, Dietz Verlag, Berlin, 1982, tomo I/2, p. 116; (en lo adelante MEGA 2)

6. MEGA, I/2, op. cit., p. 148, 149, 150. En la edición en español: Sobre la cuestión judía. En: Marx, Engels, La sagrada familia y otros escritos filosóficos, México (D F), editorial Grijalbo, 1959, p. 23-25.

7 En MEGA IV/2, op. cit., 1981. También en Collected works, tomo 3. Moscú, Progress Publishers, 1975. Se trata de las notas y comentarios sobre el libro de James Mill (en su edición en francés) Éléments d’économie politique que forman parte de los llamados Pariser hefte.

8 En MEGA I/2, op.cit. También en las Collected works, tomo 3. Ibid

9 Las fechas de referencia siguen los últimos resultados de las investigaciones llevadas a cabo por Inge Taubert y el equipo que la secundó en la edición para la MEGA de este conjunto de trabajos de Marx las cuales han arrojado algunas modificaciones respecto a las fechas de redacción de los textos y notas de Marx de este período así como sobre el orden interno de los Manuscritos. Ver al respecto las introducciones y notas a la MEGA2 I/2 y el artículo más detallado de Inge Taubert “Die neue Edition der ‘Ökonomisch-philosophischen Manuskripte’”, en la Deutsche Zeitschrift für Philosophie, 1983, Nº2

10. Ökonomisch-philosophische manuskripte. MEGA, op.cit., p. 239. En la edición en español: Carlos Marx, Manuscritos económico-filosóficos de 1844. Santiago de Chile, editora Austral, 1960, p. 72

11. MEGA, Manuskripte, op. cit., pp. 240, 241. En la edición en español, op. cit., p. 74-75. (La citas en español aquí y en la nota anterior han sido ligeramente modificadas por mí a partir del cotejo con el original

12. MEGA, Manuskripte, op. cit., pp. 240, 241). En la edición en español, op. cit., pp., 74, 75. (La citas en español aquí y en la nota anterior han sido ligeramente modificadas por mí a partir del cotejo con el original

13. Manuskripte, op.cit., p. 267-68. En la edición en español, op. cit., p. 105. (Traducción ligeramente modificada según cotejo con el original.)

14. Ibid. p. 240. En español, ibid., p. 73.

15. Ibid. p. 301. En la edición en español, ibid. p. 169-70

16. MEGA, tomo IV/2, op.cit. p. 453. Es interesante hacer notar que en sus comentarios, en particular en estos párrafos, Marx utiliza con frecuencia Gemeinwesen, Menschenwesen, Gemeinwesen des Menschen o wahre Gemeinwesen der Menschen, etcétera. Hay Gattungsthätigkeit, Gattungsgenuß (disfrute/placer de la especie/género), Gattungsleben, etcétera, pero no aparece la Gattungswesen. No sería quizás errado concluir que se está en uno de esos casos en que Gemeinwesen es utilizado con más de una acepción, para referirse a la vez, así, a la comunidad y a la naturaleza o dimension universalista del hombre.

17. No confundir estas observaciones con el famoso “corte” epistemológico introducido por Althusser, en contradicción con el cual ya me manifesté hace años (1968, 1974, 1983) cuando publiqué mis primeros textos sobre el joven Marx.

18. No son convincentes algunas de las apreciaciones de La Ideología sobre los propios textos escritos por Marx en los meses que le antecedieron. Según esa valoración: “Esta trayectoria [camino hacia una interpretación materialista del mundo/ observación empírica de las premisas materiales de la realidad/ concepción realmente crítica] se apuntaba ya en los Anales franco-alemanes, en la Introducción a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel y en el trabajo Sobre la cuestión judía. Y como esto se hizo, por aquel entonces, todavía en la fraseología filosófica, las interrecurrentes expresiones filosóficas tradicionales tales como las de ‘esencia humana’ (menschliches Wesen), ‘género'(Gattung), etc. dieron a los teóricos alemanes la deseada ocasión para tergiversar el sentido real de la exposición, creyendo que se trataba, una vez más, de darle solamente un nuevo giro a sus desgastadas levitas teóricas;” (La Ideología alemana. La Habana, edición Revolucionaria, 1966, p.258-259. Modificada según cotejo con el original). Claro que a Marx le asiste razón cuando critica el desconocimiento y la tergiversación de sus posiciones en las obras mencionadas. Pero no parece totalmente acertado considerar que se trataba en aquellos textos de solo un uso de fraseología y términos tradicionales que se deslizaban, sino de verdaderas concepciones teóricas y metodológicas fundamentales.

19. Weltlichere está traducido como “vulgar”, lo cual no es incorrecto pero se presta a confusión, puesto que aquí “vulgar” está utilizado en su sentido de ordinario, pedestre o prosaico. Para esta primera parte de La Ideología alemana las referencias se remiten a la edición de Dietz Verlag de 1971, Feuerbach gegensatz von materialistischer anschauung (Erstes Kapitel des I Bandes der “Deutschen Ideologie”), que es, hasta hora, la edición que mejor se corresponde al texto de Marx y Engels. La traducción en español correspondiente a este folleto de esta edición alemana es la cubana de la Editorial de Ciencias Sociales de 1973 bajo el título: Feuerbach, contraposición entre la concepción materialista y la idealista. La cita en cuestión es de la página 9; en alemán corresponde a la pag. 11 (de la tercera edición de 1974).

20. Los análisis críticos al antropologismo de una esencia genérica o de una esencia del Hombre en esta primera parte son reiterativas; algunas de las más contundentes se encuentran en la siguiente sucesión: páginas 11, 12, 23, 26, 43, 48-49, 53, 76, 91, 95. Op.cit.

21. Feuerbach Gegensatz…, op.cit., p. 23 y 26. En español, op.cit., p. 23 y 26.

22. Ibid. p. 91

23. Einleitung zu den “Grundrissen der Kritik der politischen Ökonomie”. En MEGA2 tomo II/1.1, p. 22, op. cit., 1976. En español ver la Introducción en la Contribución a la crítica de la economía política. La Habana, editora Política, s/d.

24. MEGA, op.cit. p. 166-67. (En español, la edición de la Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1970, tomo I, p.166. Modificada según cotejo con el original).

25. Ibid. p. 399; en español, p. 380.

RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisment -

Most Popular