Dos mujeres mapuche, Iris Rosales Quiñilén y Rosa Quintana Rosales, madre e hija de 53 y 17 años respectivamente, aparecieron muertas y ahorcadas en su propia vivienda en la comunidad Juan Pinoleo, aledaña a Pailahueque, en la comuna de Ercilla, Provincia de Malleco, Región de la Araucanía.
Entre los pocos datos entregados hasta ahora, el Fiscal a cargo, Enrique Vásquez y la PDI han señalado que la casa se encontraba cerrada con llave, por lo que los familiares tuvieron que romper una ventana para poder ingresar, y que se trataría de un suicidio. .
Hasta ahí la información de que disponemos sobre la muerte de Iris y Rosa. Pero el contexto y la información adicional indican que es necesario hacer una alerta grave y general sobre lo ocurrido.
La zona de la comunidad Pinoleo: El ex Liceo Politécnico y la base de operaciones de las Fuerzas Especiales de Carabineros en Pailahueque, y la cercanía con Temucuicui.
La comunidad Pinoleo es aledaña a Pailahueque, el principal poblado de la Comuna de Ercilla tras la localidad del mismo nombre.
En este pueblo se encontraba el único Liceo industrial de la zona, el Liceo Politécnico de Pailahueque, que pretendía ser un establecimiento ejemplar de interculturalidad, y que buena parte de su financiamiento provenía desde el extranjero (el Ducado de Luxemburgo y el País Vasco).
Era administrado por la Fundación Instituto de Educación Rural (IER), vinculado a la Iglesia Católica y al Partido Demócrata Cristiano, que en esa época, era el tercer sostenedor de colegios más grande de Chile.
Allí estudió, para nombrar a una de las primeras víctimas referenciales del conflicto chileno-mapuche en la época reciente, y dar luces sobre el contexto de esta zona, el joven Alex Lemún Saavedra, quien falleció tras un impacto de proyectil de plomo disparado por el carabinero mayor Marco Aurelio Treuer, en el desalojo policial ordenado por el jefe de Zona José Bernales, quien luego sería nombrado General Director de Carabineros por el Presidente Ricardo Lagos, a fines del 2005.
Se trataba de la ocupación de un terreno de propiedad de la Forestal Mininco, en la Comuna de Angol, unos kilómetros más al norte de la de Ercilla.
En el año 2013, por malos manejos de la entidad sostenedora y la desidia gubernamental, el liceo cerró (Ver nota de CIPER sobre la situación de la Fundación Instituto de Educación Rural).
Estudiantes y apoderados se tomaron el establecimiento, pero fueron desalojados.
Y al poco tiempo, en abril del 2014, ya bajo el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, comenzó a ser utilizado como base de operaciones de las Fuerzas Especiales y GOPE de Carabineros, a título de Prefectura de Fuerzas Especiales «Araucanía» o «Segunda Comisaría de Fuerzas Especiales de Carabineros», con unos 300 a 500 efectivos establecidos en el recinto, en una de las áreas de mayor conflicto entre las comunidades Mapuche y el Estado chileno.
Prefectura de Fuerzas Especiales «Araucanía» o Segunda Comisaría de FFEE. En la parte inferior, junto al galpón, se alcanza a apreciar parte de la gran cantidad de vehículos policiales utilizados en la zona.
A pocos kilómetros, se encuentra el lof Temucuicui. Y fue desde esta base, de más de 44 hectáreas, que se localizaron los efectivos del llamado «Comando Jungla», el que llevó a cabo el brutal asesinato por acribillamiento de Camilo Catrillanca, el 14 de noviembre de 2018. Catrillanca había sido Presidente del Centro de Alumnos del Liceo Politécnico de Pailahueque.
El 15 de noviembre, Gloria Quiñilén, también de la comunidad Pinoleo, al parecer, -algo que no hemos confirmado- con relación de parentesco con Iris Rosales Quiñilén), quién señalaba en una entrevista a El Mostrador: “Acá vivimos en una zona militarizada”.
En dicha nota, Gloria Quiñilén relató cómo Carabineros realiza, además de la sabida represión militarista, actos de alto autoritarismo en la zona, como el no dejar que se utilice la pasarela que conecta a ambos lados de la carretera, o no permitir el ingreso al principal balneario del lugar, sobre el Estero Dumo.
Por su elocuencia, reproducimos íntegramente sus declaraciones en dicha entrevista realizada por la periodista Laura Quintana:
«Para mujeres hombres y niños es la misma violencia, les da lo mismo si es un niño chico, si va pasando , les tiran lacrimógenas, los balean , les tiran balines de goma, los dejan heridos, nos odian y salen diciendo que los atacaron que les tiraron balas y eso no es así (…) Empezó cuando llegaron las forestales hace como 26 años y cuando mis lagmienes empezaron a recuperar sus tierras, porque realmente a ellos le arrebataron sus tierras. Entonces los empezaron a arrinconar, de a poco empezaron a llegar las forestales y los dueños de fundo fueron marcando tierra y fueron apretando a las comunidades. Comunidades que eran dueñas de sus tierras, que tienen un papel donde dice su derecho de tierra, lo que le pertenece al pueblo mapuche».
Todo esto, cuenta Quiñilen, «empezó cuando llegaron las forestales hace como 26 años y cuando mis ‘lamgienes’ empezaron a recuperar sus tierras, porque realmente a ellos le arrebataron sus tierras. Entonces los empezaron a arrinconar, de a poco empezaron a llegar las forestales y los dueños de fundo fueron marcando tierra y fueron apretando a las comunidades. Comunidades que eran dueñas de sus tierras, que tienen un papel donde dice su derecho de tierra, lo que le pertenece al pueblo mapuche (…)
Los allanamientos a cualquier hora, golpeando mujeres, golpeando niños, nos odian. De aquí mismo (comunidad Pinoleo) puedes escuchar cómo entran, cómo anda el helicóptero, cómo se sienten los disparos tan fuertes».
-¿Por qué se genera ese odio del que habla hacia el pueblo mapuche?
– «Estamos rodeados por las transnacionales, por la forestal Mininco que es la que más nos rodea. Usted ve que la comunidad de Pinoleo, tanto como la Adolfo Pichilenco, estamos rodeados, hasta llegar al río Malleco, hasta allá estamos llenos de forestales, y lamentablemente el Estado chileno y los gobiernos que han pasado mandan a Carabineros para que cuide el bolsillo de los empresarios, tanto chileno, como extranjeros, y eso nosotros lo vivimos a diario.
El Estado chileno nos quito el derecho a nuestras tierras, ese derecho donde nosotros crecimos libres, el derecho a cuidar la naturaleza. Nosotros protegemos nuestras aguas, sin agua no hay vida, eso es lo que la gente no entiende , no es que tu estés peleando algo por quererlo pelear, la gente no entiende que el Estado chileno por más de 500 años ha tenido un conflicto con nosotros por la riqueza de nuestras tierras. Muchos empresarios chilenos como extranjeros se han hecho multimillonarios con las tierras mapuches y nosotros a cambio nos hemos quedado sin agua, las forestales están secando las napas subterráneas, los pozos, los esteros, los ríos, matan a los conejos y liebres de los que nos alimentamos».
Agregó que se realizará «la tercera corta (de árboles) aquí en Pinoleo, el daño que te dejan es inmenso con las maquinarias pesadas echan a perder los caminos, no los arreglan, a ellos no le importa nada, a ellos lo que les importa es vender, vender y vender y enriquecerse y nosotros quedamos en medio del negocio”.
Tras el crimen de Catrillanca, afirmó Quiñilén, «nuestro pueblo se ha unido mucho más de lo que estaba, este pueblo nuestro, que no es pueblo es una nación, somos una nación dentro de otra nación».
-¿Cree que a Camilo Catrillanca lo estaban buscando para matarlo?
-Sí, por eso estaba en las fotos y no solo Camilo, en las fotos también está Juan Cantrillanca, su abuelo, un lonko que es de “tomo y lomo» (…)
Ellos le llaman conflicto mapuche, no es un conflicto de nosotros los mapuches hacia ellos, es el Estado chileno el que tiene el conflicto hacia nosotros, el Estado chileno es el que ha hecho terrorismo con nosotros, entonces nosotros ya nos cansamos que nos pasen a llevar y que nos sigan matando» (Gloria Quiñilen, dirigenta mapuche de Pailahueque: “Acá vivimos en una zona militarizada”)
Hasta ahí la información de que disponemos. Máxima atención y exigencia de verdad y justicia sobre lo ocurrido. La situación general y esto en particular huele muy mal, y no podemos permitir nuevo caso de oscuridades como el que impunemente se llevó a Macarena Valdés (Ver «A 4 años del asesinato de Macarena Valdés Muñoz, continúa la exigencia de Verdad y Justicia en su caso»). http://revistadefrente.cl/a-4-anos-del-asesinato-de-macarena-valdes-munoz-continua-la-demanda-de-verdad-y-justicia-en-su-caso/
Fuente: Revista De Frente
Un dramático llamado de alerta por la gravedad de lo que está sucediendo en el Wallmapu, formuló la doctora Leonor Olate, a cargo de la supervisión de la salud del machi celestino Córdova
Declaración: Verdad y justicia para Iris Rosales Quiñilén y Rosa Quintana Rosales
El terrorismo de Estado que se ha venido gestando desde hace 250 años en el Wallmapu, nos entrega un nuevo episodio. Iris Rosales Quiñilén (53) y Rosa Quintana Rosales (17), madre e hija, quienes habitaban en la comunidad mapuche Juan Pinoleo en Ercilla, fueron encontradas el día de ayer con aparentes señales de ahorcamiento y “sin lesiones corporales evidentes” dentro de su hogar.
Ambas mujeres activistas mapuche, defensoras de la tierra que habían recientemente denunciado la violencia extractivista de forestales y la militarización del Wallmapu. Nos parece apresurado que la fiscalía tan rápidamente descarte la participación de terceros, por las semejanzas con el caso del asesinato de la activista medioambiental Macarena Valdés hace 4 años.
Como Frente de Mujeres Progresistas Tati Allende lamentamos la pérdida de cada hermana muerta. Como lo hemos afirmado anteriormente, corresponden a crímenes enmarcados dentro de un sistema político, jurídico y social patriarcal, donde no tenemos garantías como mujeres debido a la falta de formación en perspectiva de género de los funcionarios judiciales y policiales.
Mientras eso no se reformule, seguiremos lamentando la pérdida de mujeres.
Proponemos una ley que capacite a todos los funcionarios públicos de carácter obligatorio, con perspectiva de género. Es inaceptable que existan investigaciones y fallos que siguen obedeciendo a normas sociales obsoletas que caricaturizan, humillan y desprecian a la figura de la mujer, y desconocen su valor como pilar fundamental para el funcionamiento de una sociedad.
Frente de Mujeres Progresistas Tati Allende
Vicepresidencia de la Mujer y Equidad de Género