El historiador Cristián Pérez, académico de la Universidad Diego Portales, analizó la reforma a la Ley de Partidos Políticos. En particular a la queja planteada por el PS y PC frente a la propuesta aprobada en la Comisión de Probidad que implica que en las elecciones internas de las colectividades sean mediante «un militante, un voto».
Según el investigador este mecanismo no resulta el más idóneo para los partidos de dicha tendencia.
En entrevista con La Segunda, explicó que «esto responde a una tradición del socialismo mundial, de Marx y Bakunin, afianzada luego con la Revolución Rusa y el leninismo, y que tiende a resaltar más la colectividad que el individualismo. El que tiende a resaltar más la colectividad que el individualismo. El sistema de un hombre y un voto es más propio de la democracia occidental y burguesa».
«En las elecciones del PS o el PC no priman las figuras nacionales o quienes al interior de las colectividades tengan mayor cantidad de dinero o recursos. Ese es el punto central. En teoría, en el Congreso del PC, que es donde se elige su directiva, Guillermo Teillier vale lo mismo que el militante Juan González, de Los Andes. No sirve el mayor despliegue ni mayor figuración nacional», agregó Pérez.
«Ese es un elemento que hace que exista cierto rechazo en los partidos tradicionales de izquierda al método directo de votación. En el PS y el PC los sistemas que han tenido, han funcionado bastante bien, no ha habido nunca conflictos con el sistema electoral, fraude o cosas así, son elecciones bastante limpias. Si bien hay que modernizar los partidos políticos, eso no se puede hacer en un vacío, sino sobre la tradición y la historia, centenaria en el caso de algunas colectividades. No son partidos que nacieron ayer, han estado en la clandestinidad, han visto perder sus directivas y se han reconstituido en las peores condiciones», dijo el historiador.
«Si bien todos los partidos van a tener algún tipo de financiamiento del Estado, todos son diferentes, tienen distintas culturas, distintas raigambres. La DC viene del falangismo español y la filosofía política italiana y RN rescata el liberalismo decimonónico. Son distintas a la cultura marxista. Parte de esa cultura y esa tradición debería mantenerse», prosiguió.
Consultado por si el sistema indirecto es o no es democrático, el historiador contestó:
«Si lo cuestionamos tendríamos que hacer lo mismo con la democracia norteamericana, porque la elección del presidente de Estados Unidos es indirecta».