El Partido Laborista, liderado por Jeremy Corbyn, fue la fuerza más votada en Inglaterra, en las elecciones locales y regionales del pasado jueves, en las que consiguió 43 consistorios -tras haber cedido uno- y 847 escaños ganados, mientras que solo perdió 22.
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Sin embargo, en Escocia la tolda de izquierda no contó con la misma suerte. En esta nación el partido estaba liderado por Kezia Dugdale, quien afrontó una fuerte derrota, al igual que en los comicios generales del año pasado.
En Escocia, volvió a ganar el Partido Nacionalista Escocés de Nicola Sturgeon. El Partido Laborista, con un 22,6 por ciento del respaldo -tras perder un 9,2 por ciento-, quedó como tercera fuerza parlamentaria.
Ante estos resultados, Corbyn destacó que su formación resiste en las elecciones municipales inglesas frente a los malos pronósticos, aunque admitió que todavía queda mucho trabajo por hacer en Escocia.
Durante una visita a Sheffield (norte del país), donde esa formación fue la más votada, Corbyn admitió que en el caso de Escocia «hay todavía mucho por construir», reseñó EFE.
Corbyn se comprometió a trabajar mano a mano con los laboristas escoceses para reconstruir los apoyos.
«Quiero enviar este mensaje a nuestro partido en Escocia: bien hecho por la campaña que habéis librado, bien hecho por la decisión que habéis demostrado», afirmó.
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Corbyn también calificó de excelente el resultado cosechado en Gales -donde continúa el recuento de votos-, donde los laboristas van en camino a un quinto mandato consecutivo tras haberse asegurado al menos 29 escaños de un total de 60.
Estas son las mayores elecciones después de los comicios generales que se efectuaron en mayo del año pasado.
Se dan unas semanas antes de que se produzca el referendo sobre la permanencia o salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) que se hará el 23 de junio.
