Tal como una tragedia griega, con final predeterminado, el Senado norteamericano absolvió al Presidente, Donald Trump, en el juicio político por dos cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso.
De esa manera, la paz mundial perdió una estupenda oportunidad de liberarse de semejante bergante, que además salió fortalecido, de cara a su reelección, en las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre.
En total el mandatario obtuvo 52 votos “no culpable” y 48 votos “culpable” en el caso de la primera acusación. Incluido el único senador oficialista que votó para que fuera destituido, Mitt Romney.
El excandidato presidencial indicó que su decisión fue tomada bajo “convicción que mi juramento ante Dios lo demando” y que las acusaciones contra el mandatario eran ciertas.
“Trump es culpable de un pésimo abuso de la confianza pública”.
Luego fue el turno de decidir si era culpable o no de obstrucción al Congreso. El resultado fue similar, con 53 votos contra 47.
Con ello, Trump fue oficialmente absuelto del juicio político iniciado por la titular de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en septiembre de 2019; a consecuencia de un informe publicado por un “informante anónimo” que indicaba que Trump intentó convencer a su par ucraniano, Volodomir Zelensky, para que iniciara una investigación hacia Hunter Biden, el hijo del exvicepresidente y ahora precandidato demócrata Joe Biden.
Este triunfo significa un nuevo impulso para la carrera presidencial donde podría ser reelecto y continuar en la Casa Blanca por cuatro años más.
Una pésima noticia para la paz mundial.