Barak Obama busca firmar un acuerdo con su homólogo turco Tayyip Erdogan para adiestrar en suelo de Turquía, a 15 mil sirios capaces de enfrentar al EI y, de paso, complicarle la vida al gobernante de Siria, Bashar al Assad, quien enfrenta su propia guerra civil.
Según una fuente del Ministerio turco de Relaciones Exteriores, que pidió el anonimato, Turquía y Estados Unidos tienen previsto firmar el acuerdo en cuestión este mes ya que para Erdogam – que reperesenta a los islamistas conservadores – el tema es prioritario.
“Se trata de reclutar a 15.000 combatientes de la oposición moderada siria, para llevar a cabo un programa de entrenamiento, que debería comenzar a finales de marzo, y que permitirá preparar a 5.000 sirios anualmente durante tres años. Estos no deben responder a al Assad, ni pertenecen al Estado Islámico ni al Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria. Es decir, deben convertirse en una cuarta fuerza combatiente en un Estado que ya cobró 80 mil vidas y generó mas de 200 mil refugiados como consecuencia de la beligerancia desatada en su territorio
Turquía se ha negado hasta el momento a intervenir militarmente en Siria para apoyar a las fuerzas kurdas, que defienden desde hace dos meses la ciudad kurdo-siria de Kobane, sitiada por los yihadistas del EI y que se encuentra cerca de la frontera turca.
El Gobierno de Ankara (capital de Turquía) considera al principal partido kurdo de Siria un movimiento terrorista, al igual que su homólogo turco, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en guerra abierta con el gobierno turco desde 1984.
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Estados Unidos no ha desmentido ni afirmado lo del acuerdo con Erdogan, en tanto se ha filtrado que las autoridades turcas han puesto como condición para su entrada en la coalición militar antiyihadista liderada por Washington, la creación de una zona de exclusión aérea y una zona tapón en su frontera con Siria, así como el entrenamiento de rebeldes sirios moderados que combatan a Al Assad.
Con este entrenamiento,EE.UU. evitará fortalecer a Al Assad mientras combate a los terroristas del EI, que ha autoproclamado un califato islámico en territorio sirio e iraquí.
Con tal división de fuerzas, enemigos, pactos e intervenciones, el pueblo sirio se ha convertido en un rehén de las ambiciones políticas norteamericanas y la incapacidad de los gobiernos locales de solucionar sus conflictos.