Un estudio del «National Bureau of Económic Research», publicado esta semana, revela que la probabilidad de llegar a la cima empresarial en Chile e ingresar al grupo del 0,1% más rico depende en gran medida de asistir a una universidad de la élite, de pertenecer a una familia de elite, y de haber estudiado en alguno de los ochos principales colegios de elite, en Chile.
{source}
<script async src=»//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js»></script>
<!– Banner Articulos –>
<ins class=»adsbygoogle»
style=»display:block»
data-ad-client=»ca-pub-2257646852564604″
data-ad-slot=»2173848770″
data-ad-format=»auto»></ins>
<script>
(adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});
</script>
{/source}
En Chile, asistir a una universidad de élite aumenta las probabilidades de una persona de ascender a puestos de alta dirección en las grandes empresas e ingresar al grupo del 0.1% más rico, pero sólo si también asistió a una de ocho colegios privados exclusivos antes de la universidad, y aún más si se pertenece a alguna de las familias que integra esa elite.
Así lo revela un estudio publicado esta semana en el prestigioso «National Bureau of Económic Research» (NBER) por Seth Zimmerman, economista de Yale y profesor de la facultad de negocios de la Universidad de Chicago, que desmiente el mito de la meritocracia en nuestro país.
El estudio plantea que el modelo neoliberal sacó a millones de la pobreza material, pero que llegar a la cima en Chile depende de la cuna.
En otras palabras, que la educación es un mecanismo que amplifica los orígenes en la élite.
El estudio reconoce que las personas procedentes de entornos desfavorecidos se benefician al recibir una buena educación, pero por regla general en Chile no ascienden tan alto como los estudiantes de la elite.
El estudio, realizado por una autor y una institución reputados como neoliberales, confirma la percepción de la élite como una comunidad cerrada, endogámica, basada en la procedencia y las conexiones por encima de la educación y los logros.
No se puede entrar en la élite ni siendo inteligente ni habiendo ido a las mejores escuelas, a menos que ya se sea parte de ella por su origen social y familiar, lo que contraría el principio meritocrático del ideal capitalista, al menos en los textos.
¿Cómo entrar al 1%?
La investigación específicamente muestra que ingresar a Derecho, Ingeniería Comercial o Ingeniería Civil en la U. de Chile o Pontificia Universidad Católica mejora notablemente las chances de llegar a la elite empresarial y económica. Esa probabilidad se dispara aún más si también esos gerentes y directores de empresas fueron alumnos del St. George, The Grange School, El Verbo Divino, Colegio Manquehue, Tabancura, San Ignacio y el colegio Craighouse.
Zimmerman afirma que para quienes provienen de los colegios restantes, incluyendo el Instituto Nacional, ingresar a las carreras universitarias anteriores no mejora sus oportunidades de terminar en los directorios o cargos gerenciales de las empresas más grandes de Chile, o de aquellas que cotizan en bolsa.
En 2013, en una columna que publicó en La Tercera, el economista Eduardo Engel ya había planteado lo que confirma Zimmerman, el el sentido de que son las redes que construyen los estudiantes que provienen de colegios privados de elite durante sus años universitarios las que explican por qué su paso por la universidad hace más probable que terminen formando parte de la elite empresarial.
Engel cita:
“Dos egresados del mismo año de la misma carrera terminan en posiciones de liderazgo en la misma empresa a que dos egresados de distintas carreras y el mismo año o dos egresados de la misma carrera pero en años distintos terminen dirigiendo la misma empresa. La probabilidad en el primer caso es el doble que en los restantes”.
Las cifras a las que llega la investigación de Zimmerman son contundentes:
Titularse de una de las tres carreras mencionadas de una de las universidades de la élite (U. de Chile y PUC) aumenta en 50% el número de esos alumnos de terminar en un alto cargo ejecutivo o en el directorio y en 45% el de pertenecer al 0,1% más rico de Chile.
Si a eso se suma ir a esos ocho colegios mencionados los números son aún más dramáticos y se desploman a casi a cero para estudiantes de “backgrounds” no privilegiados y otros colegios.
Para su estudio Zimmerman tuvo acceso a datos entre 1980 y 2013 del censo, el DEMRE y el Servicio de Impuestos Internos. El foco de su investigación era estimar el efecto de atender a una universidad de la élite y colegio privilegiado en la probabilidad de que estas personas logren llegar a la cima del mundo empresarial y económico de Chile.
Usando esos datos el estudio muestra que mirando a cifras de entre 2005 y 2013, el 1,8% de los estudiantes que ingresaron a Derecho, Ingeniería o Administración de Empresa/Economía en la PUC o la U. de Chile acaparan el 41% de las gerencias y directorios de las mayores empresas del país y el 38% del 0,1% más rico de Chile y el 45% del 0.01% con mayores ingresos.
Para esos estudiantes la probabilidad de entrar al top 0,1% de los que tienen mayores ingresos es 45% superior al resto de los estudiantes.
Uno de los objetivos de su investigación era determinar el rol de instituciones de educación en países donde la desigualdad es muy alta, como es el caso de Chile. Las cifras que usa el economista de Yale es que el top 10% en Chile acapara el 41% de los ingresos, comparado con sólo el 30,2% en EE.UU. y 25,6% en Polonia. Pero cita otros datos para sugerir que el porcentaje en Chile podría llegar al 55% si se incluye ingresos por renta financiera. Y ahí el 1% acapara el 23% de todos los ingresos del país y el 0,1% se queda con el 11%.
El estudio revela que los ingresos anuales mínimos para entrar al top 0,1% en 2013 eran de US$ 340,000. El promedio alcanzaba a US$ 550,000 y para el 0.01% era alrededor de US$ 1.4 millones.
Los ingresos promedios de los egresados de esas tres carreras de la PUC y la U. de Chile es de US$ 79,000 al año.
Zimmerman dice que lo revelado en su investigación tiene implicancias para poder entender mejor el rol de la educación en generar movilidad social y económica en una sociedad. Hasta ahora hay evidencia contundente que en general el acceso a la educación superior ayuda a mejorar los ingresos, y en particular para estudiantes de estratos socioeconómicos bajos, pero lo que muestra el ejemplo de Chile es que para llegar a la cima hay otros factores determinantes, entre ellos venir de un colegio/familia de la élite.
Fabricando el uno por ciento: el papel de la universidad y la familia
Seth D. Zimmerman
Este documento estima el efecto de la admisión de la élite en la universidad y sus posibilidades de de alcanzar las primeras posiciones en la economía, y explora la importancia de los pares como un mecanismo subyacente.
Combino los datos administrativos sobre ingresos y el censo de directores y altos directivos de empresas que cotizan en bolsa con un diseño de discontinuidad de regresión basado en las reglas de admisión en los programas de grado de negocios de élite en Chile.
La admisión a los programas de élite eleva el número de posiciones de liderazgo de los estudiantes en un 50% y la participación de los ingresos en el 0,1% superior de la distribución, en un 45%.
Los efectos son mayores para los estudiantes de secundaria privada de alta formación y casi cero para estudiantes de otros orígenes.
En consonancia con la hipótesis de que los pares de pares desempeñan un papel importante en la conducción de los efectos observados, los estudiantes de secundaria privados admitidos en las universidades superiores son más propensos a trabajar en papeles de liderazgo con pares de antecedentes similares, pero no más probabilidades de trabajar con no pares de el mismo programa en diferentes cohortes o diferentes programas en el mismo campo.
{source}
<script async src=»//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js»></script>
<!– Banner Articulos –>
<ins class=»adsbygoogle»
style=»display:block»
data-ad-client=»ca-pub-2257646852564604″
data-ad-slot=»2173848770″
data-ad-format=»auto»></ins>
<script>
(adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});
</script>
{/source}