Durante un conversatorio con representantes de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER), el presidente Rafael Correa ratificó que no será candidato a las elecciones de febrero del 2017.
“Muchas gracias pero yo no seré candidato el 2017”, insistió Correa ante los periodistas este martes 1 de marzo del 2016. Se mostró seguro de que su movimiento, Alianza País, vencerá con otro candidato.
“Quiero parar un poco. El país necesita descansar de mí y sinceramente yo también necesito descansar un poco del país”.
¿Pero si el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, fuera candidato?
“Recuerde que estaba de potencial candidato y nunca se logró lanzar. Pero va a fracasar, él lo sabe. Además yo no puedo ser candidato por la transitoria”, respondió tajantemente. En diciembre del 2015, la Asamblea aprobó entre las enmiendas constitucionales una transitoria que impide su reelección.
Para el Mandatario significa una mayor satisfacción, como político, ver el respaldo de “jóvenes. No conozco a Stephania (Baldeón), a lo mejor es de Alianza País, tal vez la he visto. A Pamela Aguirre no sé si alguna vez la he conocido pero la vi el otro día en un programa. Qué juventud tan brillante, se la juegan por el Presidente”, dijo con relación a un pedido de recolección de firmas que lideran las dos jóvenes para que sea candidato el 2017, a través de la Corte Constitucional.
Frente al panorama electoral que se avecina, Correa analizó que el gran elector de febrero del 2017 puede ser la situación económica si esta empeora. “Se puede engañar a la gente diciendo que es culpa de Correa y que todo tiempo pasado fue mejor. Pero así como van las cosas, gracias a los aciertos del Gobierno y a los desaciertos de la oposición, yo creo que vamos a ganar la Presidencia en el 2017”.
No solo descartó la posibilidad de ir a una reelección presidencial, porque así lo prohíbe la ley, sino además incluso ser candidato a la Alcaldía de Guayaquil en el 2019.
Y cuando se le consultó sobre la opción de ser candidato a la Asamblea Nacional, respondió tajantemente “me muero, hasta pensaría en hacerme barcelonista antes que hacerme asambleísta, exagerando un poco. Pero yo me muero en la Legislatura, aguantar los discursos de una Lourdes Tibán (Pachakutik) o de un Fausto Cobo (el no fue reelegido, era del PSP, hoy con Creo). ¿Se imaginan?”.
Sobre las precandidaturas del exvicepresidente de la República Lenín Moreno, del actual vicepresidente Jorge Glas o José Serrano, ministro del Interior, propuestas dentro de Alianza País (AP), Correa expresó que el pueblo ecuatoriano tiene no tres sino 30 o 50 aspirantes. “Más importante que los candidatos es el proyecto político”.
Reveló que, mediante un sistema de participación ciudadana, se están haciendo centenas de conferencias ideológicas en todo el país para construir el plan de gobierno, que será presentado en la convención bianual de Alianza País en mayo próximo. “Allí se presentará el mecanismo de selección de las candidaturas para asambleístas y del binomio a la Presidencia pero, primero está el plan de gobierno”.
Sobre el hecho de que dejará la vida pública, reconoció que lo que más se extraña en la función pública es la vida cotidiana. “Con mi familia, antes de meterme al oficio de Presidente, íbamos a comer a los patios de comida de los centros comerciales, pero ahora no puedo hacerlo. Se pierde el deleite de la vida cotidiana, la privacidad, la tranquilidad, la libertad”.
Correa dijo que quiere descansar. “Me encanta la vida académica, quiero escribir, tengo 10 años de retraso de lectura, tengo la montaña de libros por leer. Mi plan es irme a Bélgica, mi esposa esta allá con mi hijo en este momento. Por eso estoy recorriendo el país aprovechando que ellos no están”.
El Primer Mandatario reveló ante los representantes de las radios nacionales que, para su salida del Gobierno, está averiguando posibilidades de trabajo y algunas otras cosas que ofreció comentar después al pueblo ecuatoriano:
“No se imaginan la persecución que tenemos en torno a cuentas bancarias a escala internacional. Pero hay cuestiones terribles, como lo persiguen a uno, lo tratan de asustar por no agachar la cabeza ante nadie. Hay que explorar todos esos problemas y posibilidades para ver si después del Gobierno podemos ir a vivir un tiempo a Bélgica”.