«Dune» de Alejandro Jodorowsky pudo cambiar la historia del cine. La idea, aunque no se concretó, fue influencia para grandes cineastas como Steven Spielberg y George Lucas. El chileno pretendía con el film “provocar las alucinaciones del LSD”.
Alejandro Jodorowsky, el multifacético artista chileno-francés, guarda entre sus memorias uno de los más completos proyectos que el cine mundial pudo llegar a conocer y que por motivos económicos y voluntades no se materializó en la producción que estremecería a la ciencia ficción.
“Dune” fue la adaptación cinematográfica que el tocopillano hizo de la novela, que llevaba el mismo nombre, de Frank Herbert publicada en 1965, junto al productor Michel Seydoux a mediados de la décadas de los setenta.
El chileno en ese momento ya había realizado tres producciones para la pantalla grande, Fando y Lis (1968), El Topo (1970) y La Montaña Sagrada (1973), trabajos aplaudidos por grandes artistas internacionales como John Lennon y George Harrison, este último casi participa en La Montaña Sagrada, pero su personaje fue descartado, ya que el músico se negó a grabar ciertas escenas.
El presupuesto que se necesitaba era demasiado alto, pues en la historia actuarían como personajes principales Orson Wells y Salvador Dalí, quien cobraría cien mil dólares por minuto, esto porque el español quería ser el actor mejor pagado del momento.
En tanto la banda sonora estaría a cargo de los británicos Pink Floyd y Mick Jagger, los franceses Magma y al compositor alemán Karlheinz Stockhausen.
Todo esto bajo la dirección de arte del dibujante francés Moebius, conocido por revolucionar las historietas de ciencia ficción de la época (1975-1980), además de la participación de H.R.Giger, artista suizo, que posteriormente creara el personaje “Alien”.
El chileno describe que el pretendía con este ambicioso proyecto entregar el mismo efecto que el LSD, sustancia que estaba muy de moda en ese minuto. “Yo quería hacer una película que diera a la gente que tomaba LSD, las alusiones que daba la droga, sin tomar la droga, yo quería cambiar la mentalidad del público. Mi ambición con Dune fue tremenda”.
El proyecto fue trabajado durante cinco años en croquis -la película fue prácticamente hecha en dibujos- junto a Moebius, donde diseñaron; personajes, diálogos, tomas, etc.
La historia
La historia estaba basada en seres extraños, humanoides de otras galaxias, naves espaciales, seres oscuros con almas complejas, que sólo Jodorowsky puede descifrar. Rarezas que en estos tiempos no son novedad, después de ver la Guerra de las Galaxias, Alien, El Señor de los Anillos, etc. Pero antes de ellos estaba Dune, es decir, todo lo que conocemos hoy como ciencia ficción nació de la cabeza de un compatriota.
El antagonista de la obra, era el “obeso barón Harkonnen”, un villano monstruoso y muy gordo que permanecía flotando en el aire, ya que contaba con implantes anti/gravitacionales. Este personaje sería actuado por Orson Wells, quien gracias a poseer características físicas similares era el ideal.
Tras la muerte de este malvado ser surgía “Feyd Rautha”, actuación que estaría a cargo de nada más y nada menos que de Mick Jagger, quien en una reunión social se encontró con el cineasta nacional y aceptó formar parte del proyecto. Jodorowsky relata que “lo vi a lo lejos y empezó a avanzar entre la gente. Me di cuenta de que venía por mí. Le dije ‘Te quiero para mi película’ y sólo dijo ‘Sí’”.
Jodorowsky hoy tiene 87 años. En 2014 lanzó un documental donde cuenta los detalles de la maqueta que realizó, a través de más de tres mil dibujos, y que jamás pudo llevar a cabo porque nunca pudieron conseguir todo el dinero que necesitaban, se estimaban unos quince millones de dólares para poder reunir a todas las estrellas anteriormente nombradas.
Eso sumado a las condiciones que los productores establecían para realizar la iniciativa y que el chileno no quiso aceptar, entre ellas estaba acortar la duración del film a un par de horas.
Ante tales requerimientos el artista respondió: “este increíble dinero en los bolsillos, esta mierda, esta nada, este papel que no tiene nada adentro. Las películas tienen corazón, tienen mente, tienen poder, ambición. Quería hacer algo así, ¿por qué no? Me dijeron que hiciera una película de hora y media para los cines y les dije que no. ¿Por qué el tiempo? Haré una película de 12 a 20 horas. Tienes que hacer como un poeta: tu película tal como la piensas, tal como la quieres y no aceptar notas que cambien. No. Tiene que ser tal y como yo la sueño. No cambies mi sueño”.
Finalmente el director norteamericano David Lynch llevó Dune al cine en 1984, de la mano del productor italiano Dino de Laurentis.
El largometraje fue un fracaso, ya que no pudo reflejar la idea original y más que adaptación fue una mala copia.
Jodorowsky narra su experiencia después de ver lo que hicieron con su obra, sostuvo que “pensé que iba a llorar cuando empezó, pero, paso a paso, me volvía más feliz, porque la película era terrible. Es un fracaso y, bueno, tuve una reacción humana. No es algo bello, pero fue lo que sentí. Me dije que la culpa no era de Lynch, quien es un gran artista, sino del productor”.
Fuente: El Siglo