Apsi, Análisis, Hoy, Cauce, Fortín Mapocho, Teleanálisis…medios que desafiaron a la dictadura…como también Cooperativa. Pero ¿Qué pasó con esa prensa valiente?
Paradojalmente, lo que no logró Pinochet a la fuerza, se produjo como efecto colateral de la vuelta a la democracia: Los aportes foráneos se cortaron, una vez que se consiguió terminar con el reinado del dictador.
Cerrado el flujo internacional de dólares o marcos, debieron concentrarse en capturar inversión publicitaria.
Era una tarea estéril. Los grandes recursos ya estaban en manos de empresarios afines al régimen militar y por ende, no disponibles a financiar a la prensa que había sacado al Capitán General de La Moneda.
Uno a uno comenzaron a cerrar, ante la indiferencia cómplice de la Concertación.
Luego, se montó la operación para debilitar la influencia de TVN. Tras la dictadura, el canal estatal volvió a respetar los objetivos de televisión pública. Durante los primeros años de los 90 logramos, educando, informando y entreteniendo, alcanzar altas audiencias.
Pero los fantasmas del temor a un pueblo educado reaparecieron. La derecha comenzó entonces a cuestionar el aporte estatal que recibía TVN, argumentando que los balances indicaban que podía autofinanciarse.
Era una trampa, que los partidos y parlamentarios del duopolio estuvieron dispuestos a respaldar. Tras decretarse en el Congreso el fin del apoyo estatal, TVN debió competir por la torta publicitaria, pero ahora con la obligación de subsistir, sin la necesaria independencia económica y programática que le otorgaba el aporte del estado.
Debió entonces adecuar contenidos a exigencia de auspiciadores, es decir, a gusto de la derecha política y económica.
Luego, Piñera cerró por decreto el diario La Nación y llegamos al estado actual, en que sufrimos un descomunal control informativo. Tras hacerse de la propiedad de prácticamente la totalidad de los medios de cobertura nacional y de condicionar a muchos otros, vía inversión publicitaria, los poderes económicos censuran, manipulan, falsean información a voluntad y conveniencia.
Es otra expresión de tiranía, que subyuga mediante el sometimiento de la conciencia.
No emite ruido de sables o fusiles. Se nutre de la ignorancia, de la desinformación que ella misma produce, para validar su discurso, sin contrapeso, a través de una prensa controlada.
Como periodista, me duele el alma al decirlo: existía mayor pluralismo informativo durante la dictadura militar…
(*) Periodista
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