No a Dominga

En los descuentos de un gobierno desastroso, a esta altura un zombi tambaleante; a pocos días de conocerse el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, de la ONU; con un pueblo empoderado, que no trepida en salir a las calles, mientras la Convención Constitucional debe debatir en breve un nuevo contrato medioambiental, aprobar el proyecto Dominga y su puerto en Chungungo, no es sólo provocación, sino fundamentalmente, estupidez.

La Comisión de Evaluación Ambiental de Coquimbo aprobó con condiciones, por 11 votos a favor y uno en contra, el proyecto minero portuario Dominga, rechazado por la misma instancia en 2017.

El Tribunal Ambiental de Antofagasta determinó el 16 de abril pasado que la propuesta volviera a ser revisada y votada en esta última instancia tras acoger la reclamación que había interpuesto la empresa Andes Iron, ligada a la familia de Carlos Alberto Délano, en contra del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).

Dicho dictamen ordenó «retrotraer el procedimiento de evaluación ambiental a la etapa posterior al Informe Consolidado de Evaluación Ambiental, de manera tal que se proceda a una nueva votación – esta vez ajustada a derecho- de parte de la Coeva, de la Región de Coquimbo».

La instancia que definió este miércoles el futuro de Dominga fue presidida por el delegado presidencial Pablo Herman, sucesor de la figura del intendente y el único integrante de la comisión que votó en contra del proyecto, porque no se analizó el escenario con cuatro puertos en una zona de apenas 100 kilómetros.

Los 11 votos a favor fueron de los secretarios regionales ministeriales del Medio Ambiente, Giannina González; Salud, Alejandro García; Economía, Carlos Lillo); Energía, Álvaro Herrera; Obras Públicas, Pedro Rojas; Agricultura, Rodrigo Órdenes; Minería, Emilio Lazo, Vivienda y Urbanismo, Abel Espinoza; Transportes y Telecomunicaciones, Juan Fuentes y Planificación, Marcelo Telias, además de la directora regional del Servicio de Evaluación Ambiental, Claudia Martínez.

Gobierno Ecocida Aprobó Proyecto Dominga

Sin embargo, para que Dominga esté realmente aprobada falta la resolución de Corte Suprema por la vía de la casación. Aún cuando lo apruebe, quedan recursos de reclamación ante el Consejo de Ministros, el Tribunal Ambiental y nuevamente, la Corte Suprema, y eso toma un tiempo…que Andes Iron no tiene.

En efecto, en el futuro próximo, con una nueva constitución y otro gobierno que no sea de derecha, no podría tener lugar. De ahí la súbita aprobación de la segunda línea de este gobierno exangüe y la urgencia de los representantes de la empresa, en anunciar el inicio de las construcciones.

Asesinato ambiental

El proyecto Dominga consiste en una mina de hierro y cobre, además de un puerto, en la comuna costera de La Higuera.

En régimen, tendría una producción anual de 12 millones de toneladas de concentrado de hierro y 150.000 toneladas de concentrado de cobre, con una inversión de 2.500 millones de dólares.

Sin embargo, los habitantes de la zona, la comunidad científica y organizaciones ambientalistas, se han opuesto de modo terminante, debido a que afectaría de modo irremediable una zona de rica y única biodiversidad. en efecto, en las aguas costeras de La Higuera se emplazan las reservas marinas Isla Choros-Damas, Isla Chañaral y la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, que ocupa más de 888 hectáreas y alberga una gran cantidad de especies endémicas marinas y terrestres.

La aprobación del proyecto minero-portuario Dominga, en la Región de Coquimbo, es «una burla a todo lo que se ha intentado hacer, al conocimiento científico que se ha proporcionado, a toda la presión social de las comunidades por intentar proteger el archipiélago de Humboldt», aseguró la bióloga marina Maritza Sepúlveda.

La académica de la Universidad de Valparaíso y doctora en Ecología y Biología Evolutiva, agregó:

«La decisión de la Comisión de Evaluación Ambiental regional es un tremendo revés, que nos demuestra una vez más como el modelo económico que impera en este país se coloca por encima del medio ambiente».

«Entristece la falta de aprendizaje que tenemos como sociedad, pese a todas las consecuencias negativas que ya conocemos y todo lo que hemos visto en décadas. Que no seamos capaces de aprender es un error gravísimo. El área comprendida por el archipiélago Humboldt, Punta de Choros y Chañaral de Aceituno es una de las pocas zonas del país que se mantiene prístina», añadió.

La bióloga marina experta estimó que el incremento en el tránsito marino provocará un aumento en las colisiones entre buques y grandes cetáceos, que en muchos casos causa un daño tan grave que termina siendo letal para el ejemplar; y además el riesgo de derrame de petróleo es altamente probable en las faenas propias de un puerto, lo que perjudicará a diversas especies, especialmente lobos marinos, chungungos y pingüinos.

«Nuevamente vamos a invadir, perjudicar y quitarle la calidad a un lugar que los animales habían elegido para alimentarse y descansar por meses. A partir del 2012 y hasta la fecha hemos estado trabajando con pequeños y grandes cetáceos, principalmente en lo que tiene que ver con alimentación, patrones de retorno y permanencia de los animales en la zona», relató.

«Chañaral de Aceituno es hoy el destino turístico más importante para el avistamiento de grandes cetáceos de todo el país. Si no somos capaces de darnos cuenta y darle la importancia que esto tiene, si no somos capaces de valorar ese tremendo recurso, como país estamos cometiendo un gravísimo error», concluyó.

La ONG Greenpeace también reaccionó a la decisión sobre Dominga y consideró que se trata de un hecho «escandaloso», a manos de «autoridades designadas por el nivel central».

La ONG Oceana intentó postergar la votación de este miércoles presentando un recurso de reposición, el cual fue rechazado de forma unánime por los miembros de la Coeva.

Tras conocer el resultado de la instancia, la organización ambientalista fustigó la aprobación del proyecto, asegurando que no se han subsanado las deficiencias apuntadas en todas las revisiones anteriores, por lo que debió ser rechazado en sus inicios.

«En Chile es imposible que se rechace un proyecto», acusó Liesbeth Van Der Meer, vicepresidenta de Oceana: «Imagínate que esté 10 años flotando un proyecto siendo que toda la ciencia decía que tuvo ser rechazado en sus momentos iniciales, y esta es la quinta oportunidad que le están dando para enmendar las deficiencias técnicas que tiene. De hecho hoy el proyecto regionalmente fue aprobado con condiciones, que tiene que cumplir otros estándares, pero eso no es justo, ellos debieron haber presentado un buen proyecto desde un principio».

Chile dice NO

Los autores de la torpe maniobra parecen ignorar el estado de movilización en que se encuentra el pueblo de Chile.

No bien se conoció la noticia, manifestaciones de rechazo hubo tanto en la región de Coquimbo, como en la simbólica Plaza Dignidad, Valparaíso y otros lugares del país.

En declaración pública, profesionales de CONAF desmintieron haber dado su aprobación al proyecto, como aseguró el ministro de Agricultura. Es más, califican al proyecto de atentado a la biodiversidad.

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