Durante las últimas horas, la derecha internacional ha intensificado sus ataques contra el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, con la el objetivo de proseguir con la intensión de derrocar el Gobierno democráticamente constituido y los logros alcanzados en favor del pueblo durante los 15 años de Revolución Bolivariana. Personajes de la derecha internacional que han sido recurrentes en sus intenciones de avalar un ataque extranjero contra la soberanía del pueblo venezolano para derrocar al Gobierno Bolivariano, han tomado de nuevo sus posiciones para arreciar la arremetida contra Venezuela.
El expresidente de Colombia Álvaro Uribe Velez, quien estuvo a punto realizar un ataque militar contra Venezuela durante su mandato para derrocar el gobierno del entonces presidente Hugo Chávez, y que además posee un amplio prontuario que lo vincula al narcotráfico en su país y a distintos actos de corrupción, embistió contra el presidente Maduro al calificarlo de dictador en su cuenta en la red social Twitter @AlvaroUribeVel.
«(…) Deberían parar los abusos de la dictadura de Venezuela (…) No nos equivoquemos: Maduro es un Chávez sin chequera», arremetió Uribe.
Por su parte, otro confeso opositor a los logros de la Revolución Bolivariana, el peruano Mario Vargas Llosa también amenazó en su Twitter al Gobierno Bolivariano y lo etiquetó de dictadura.
@VargasLlosaPeru: «La dictadura de Maduro va a caer, ojalá que caiga pacíficamente; si no, va a caer por las malas», amenazó el político de la ultraderecha peruana.
En esta misma retórica cargada de amenazas y bajo una línea que busca justificar, en el ámbito internacional, una matriz de opinión sobre una falsa realidad
en Venezuela, para avalar así una intervención militar de las fuerzas de la ultraderecha extranjera, se han unido a la campaña de descalificación, políticos contrarrevolucionarios y anticomunistas como el expresidente chileno Sebastián Piñera, quien recientemente estuvo de visita en Venezuela invitado por sectores de la derecha nacional que ejecutan el golpe continuado contra la Revolución Bolivariana.
Piñera calificó al Estado venezolano de «ilegal», luego que fuera detenido Antonio Ledezma, alcalde Metropolitano, por estar vinculado a los actos terroristas realizados por grupos de extrema derecha en 2014 en Caracas, y financiar desde su despacho acciones para ejecutar un Golpe de Estado, en febrero de 2015, contra el pueblo venezolano mediante un ataque aéreo que implicaría bombardear sedes de instituciones gubernamentales.
Los principales voceros que se han unido a esta campaña vienen de los países que tienen la postura más radical contra los logros de la Revolución Bolivariana y donde tienen clara presencia la derecha más radical que es sustentada por el fascismo: Chile, Estados Unidos, Colombia, Perú y España.
Por su parte, el gobierno de Estados Unidos tildó este viernes de «falsas» las denuncias del presidente Maduro sobre el Golpe de Estado continuado que se ejecuta en Venezuela a través de distintas vías, como el Golpe Suave, y la vía violenta, que ejecuta la oposición, con apoyo de Washington.
Según la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, dijo en un intento de aclaratoria que «Estados Unidos no promueve la desestabilización en Venezuela ni tampoco estamos intentando socavar su economía ni su gobierno».
Sin embargo, la secretaria de Estado adjunta de EEUU para América Latina, Roberta Jacobson, afirmó que su país, en un claro acto de injerencia, ha instado «sistemáticamente» al Gobierno de Venezuela «a liberar a los que han sido injustamente encarcelados», sin mencionar que estas personas fueron los autores intelectuales de los actos terroristas ejecutados por la extrema derecha en 2014, que dejaron 43 personas asesinadas y más de 800 heridas.
En ese mismo orden, el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton pidió la liberación inmediata de Leopoldo López, a quien se refiere como uno de varios «presos políticos» que supuestamente están en Venezuela.
España también se ha unido a esta campaña. El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo estar «preocupado» por lo que «está sucediendo» en Venezuela, y aprovechó para decir que la denuncia efectuada por el presidente Maduro, sobre la existencia de un eje Madrid-Bogotá-Miami contra Venezuela «carece en absoluto de fundamento».
Otro organismo unido al lobby internacional contra Venezuela, es la estadounidense Human Rights Watch (HRW), la cual consideró que la detención de Ledezma fue a su parecer «arbitraria» y que «no existe ningún delito» para ejecutarla.