Piñera, que de fresco tiene un post doctorado, sabe que el que pega primero, pega dos veces. Entonces, ni corto ni perezozo, con el siempre aquiescente apoyo de la encuestología y la opinología, salió a proyectar la noción de que fue el gran triunfador de las elecciones municipales del domingo pasado y que el segundo mandato lo tiene en faltriquera, por lo cual, punto menos que está conformando equipos de gobierno.
{source}
<script async src=»//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js»></script>
<!– Banner Articulos –>
<ins class=»adsbygoogle»
style=»display:block»
data-ad-client=»ca-pub-2257646852564604″
data-ad-slot=»2173848770″
data-ad-format=»auto»></ins>
<script>
(adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});
</script>
{/source}
Respecto de lo primero, dos encuestas de esta semana, CADEM y CERC, continúan con la paciente labor de instalar a Piñera como la única opción de la derecha.
{source}
<script type=»text/javascript»>
window._ttf = window._ttf || [];
_ttf.push({
pid : 55048
,lang : «es»
,slot : ‘[itemprop=»articleBody»] > p’
,format : «inread»
,minSlot : 3
,components : { mute: {delay :0}, skip: {delay :0} }
,css : «margin: 0px 0px 12px;»
});
(function (d) {
var js, s = d.getElementsByTagName(‘script’)[0];
js = d.createElement(‘script’);
js.async = true;
js.src = ‘//cdn.teads.tv/media/format.js’;
s.parentNode.insertBefore(js, s);
})(window.document);
</script>
{/source}
No se dice aquí, necesariamente, que las encuestas estén tecnicamente mal hechas, o que contengan algún sesgo, lo que tampoco cabe descartar. Lo que afirmamos es que las encuestas no están hechas para pre-constituir escenarios políticos, cosa que sí ocurre cuando se abusa de su periodicidad, y los medios de comunicación las utilizan como factor de predicción.
El uso correcto de la encuesta en las ciencas sociales es para medir la opinión de la ciudadanía, mediante un universo muestral acotado, sobre determinado hecho o circunstancia, o después de ocurrido, o poco antes de que ocurra; lo cual, explícitamente excluye la extrapolación.
El uso incorrecto de las encuestas en políticas es típicamente el caso de Chile: un limitado número de empresas, de sello conservador, hacen encuestas en forma periódica e intercalada, cuyos resultados son reciclados por los medios de comunicación, en función de resultados que habitualmente coinciden con los intereses de los propietarios de esas empresa de encuestas.
A su vez, la información de los medios, con base en la «científica» predicción de las encuestas, condicionan a la opinión pública para la próxima encuesta, y así en un circuito recurrente.
Hace meses que venimos adviertiendo que la intención de los poderes fácticos del país, dueños, entre otras cosas, de los medios de información y las empresas de encuestas, es llegar al 19 de noviembre de 2017, con la papeleta presidencial Sebastián Piñera o Ricardo Lagos.
La calidad de la democracia y la igualdad de oportunidades aconseja regular el uso de las encuestas políticas, partiendo por romper la cadencia, e introducir una encuesta pública e imparcial simultánea con las encuestas privadas que permita el reglamento.
Ejemplo de lo segundo, es la nota de La Segunda, aparecida hoy, a la que corresponde la fotografía.
En ella, opinólogos de derecha perpetran lugares comunes de portentosa superficialidad.
«No hay nada que alinee más que el poder, y esta semana las acciones de Piñera se dispararon», propone el abogado y «analista» Gonzalo Cordero, de la UDI. «Piñera está manejando bien sus tiempos», agrega con notable astucia. «Si dijese hoy que es candidato, adelanta cinco meses para que le peguen». Como si hiciese falta que Piñera diga que es candidato….cuestión que el mismo opinólogo está afirmando.
«Es una de las mejores semanas porque queda claro que él será el candidato y que tiene grandes posibilidades de ganar Y es la semana más peligrosa, por lo mismo, ya que la gran pregunta no es tanto quién va a ganar las elecciones, sino cómo va a lograr gobernar Si Piñera cae en el exttismo entra en un terreno peligroso», agrega el «analista» Pablo Ortúzar, de IES Chile.
Tanto es el entusiasmo de estos «analistas», que Cristóbal Bellolio, «cientista» de la Universidad Adolfo Ibáñez ya le está buscanso equipo de gobierno:
«En el primer gobierno de Piñera eran todos hombres, blancos, capitalinos, de colegio particular pagado. heterosexuales, católicos, en edad madura El sector tiene que trabajar en eso, y va a tener problemas, porque ese estereotipo es el que más pulula en las redes de poder de la derecha», dice con esa desfachatada inocencia de los que creen que sus ventajas están integradas a la naturaleza de las cosas.
Para no ser menos, en la nota de marras, el propio Piñera añade de su cosecha:
«Las elecciones municipales fueron un primer gran paso hacia el gran cambio que Chile necesita».
O sea, el candidato que asegura a la derecha mantener las cosas atadas y bien atadas, de la misma manera que hace cuartenta años, sigue impúdicamente enarbolando la bandera del «cambio». Y con profundidad de estadista, agrega:
“Ahora debemos prepararnos para ganar las elecciones presidenciales y parlamentarias del 2017 y hacer un buen Gobierno para todos los chilenos, y para eso Chile Vamos deberá actuar con mucha humildad, escuchando a los chilenos; con mucha unidad, lo que exige lealtad y generosidad; y con vocación de mayoría, lo que requiere sumar y no restar”.
En otras palabras, Piñera saca las cuentas de la lechera, y cree que la leche está cocida. Pero no por mucho madrugar, amanece más temprano, y frecuentemente, en la puerta del horno se quema el pan.
Si Piñera y los analistas mencionados, están sacando ventajas en la pelea corta, es apenas natural, pues es parte de su trabajo. Pero si lo creen en serio, están cometiendo un morrocotudo error de diagnóstico.
Con un 65 % de abstención es estadísticamente suicida sacar cuentas alegres.
Es estadísticamente imposible que en unas elecciones generales de Presidente y parlamento se repita una abstención de esa magnitud.
Con una diferencia tan estrecha, como la que separó a ambas coaliciones, con un cinco por ciento más de votantes, el resultado ya es incierto por definición.
A modo de ejemplo, en alcaldes, la derecha obtuvo 1.827.425 votos y 38,47%, versus 1.760.632 votos de Nueva Mayoría, y 37,06%; o sea una diferencia de 66.793 votos y 1,41%; en rigor, empate estadístico.
En concejales, Nueva Mayoría sacó 2.138.889 votos, contra 1.846.223 de la derecha, o sea una diferencia de 292.666 votos.
En otras palabras, que la derecha se ufane de una inexistente victoria, es sólo un truco de marketing político, para manipular la consciencia de los chilenos. Es su problema. En política, como en todas las cosas de la vida, la mentita tiene patas cortas.
{source}
<script async src=»//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js»></script>
<!– Banner Articulos –>
<ins class=»adsbygoogle»
style=»display:block»
data-ad-client=»ca-pub-2257646852564604″
data-ad-slot=»2173848770″
data-ad-format=»auto»></ins>
<script>
(adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});
</script>
{/source}
Y como es más probable, en el universo de la abstención hay más decisión de castigo al sistema que conformismo conservador, las cuentas no le dan a la derecha para ese optimismo desaforado
Más les vale recuperar la compostura y la humildad, porque no en vano decía Sófocles que los dioses ciegan a los que quieren perder.
{source}
<script type=»text/javascript»>
window._ttf = window._ttf || [];
_ttf.push({
pid : 55048
,lang : «es»
,slot : ‘[itemprop=»articleBody»] > p’
,format : «inread»
,minSlot : 3
,components : { mute: {delay :0}, skip: {delay :0} }
,css : «margin: 0px 0px 12px;»
});
(function (d) {
var js, s = d.getElementsByTagName(‘script’)[0];
js = d.createElement(‘script’);
js.async = true;
js.src = ‘//cdn.teads.tv/media/format.js’;
s.parentNode.insertBefore(js, s);
})(window.document);
</script>
{/source}